Cine

Sofia Coppola

“Nunca fue mi intención hacer una película de época”

4 enero, 2007 01:00

Sofia Coppola. Foto: J. CH.

Etérea, tímida y radicalmente personal, Sofía Coppola pertenece a una generación de creadores multidisciplinares que en los noventa revolucionaron el espacio audiovisual norteamericano. Autora de la trilogía compuesta por Vírgenes suicidas, Lost In Translation y ahora María Antonieta, recibió a El Cultural en Cannes, en cuyo Festival participó a competición.

-¿Cuánto tiempo lleva con este proyecto?
-Se remonta al momento en que finalicé Vírgenes suicidas. Un amigo de mi padre, Dean Tavoularis, me solía narrar historias de Versalles y del siglo XVIII. No me llamaba nada la atención. Pero de repente, me fascinó la historia de María Antonieta, una princesa austríaca de 14 años que llegó a Versalles para desposarse con Luis XVI, con el que sólo consagró el matrimonio siete años después de haber sido celebrado. Un enigma.

-¿Ha querido buscar la solución al misterio?
-No del todo, porque me he basado en la biografía de la reina escrita por Antonia Fraser. La teoría es que la desorientada joven se dedicó activamente a comprar de forma compulsiva y a organizar las fiestas más extravagantes jamás vistas. Lo hizo todo para llenar su vacío vital. Lo más complicado fue la adaptación de la biografía de Fraser, verdaderamente mastodóntica. Y mi obsesión fue apartarme de los tópicos que toda biografía conlleva. Mi intención al adaptarla fue intentar una historia y una recreación de un momento histórico desde un punto de vista femenino.

-Sin embargo, no es una película histórica en el sentido estricto.
-Desde el principio quise que se percibiera la absoluta ingenuidad y frescura del personaje, de esa joven llena de vida que llega a lo que se puede convertir en una tumba en vida. La película narra su llegada a Versalles a los 14 años y la amenaza de la Bastilla cuando sólo cuenta 30. Nunca fue mi intención hacer una película de época. De hecho, mi película histórica favorita es Barry Lyndon, pero he querido evitar la teatralidad y tomarme una cierta distancia hacia unos personajes que no quería que parecieran salidos de una serie de la BBC. Pero yo con todo esto no quiero criticar a nadie.

-¿Cómo explica el empleo de la música moderna?
-Quise expresar un sentimiento adolescente a través de la música. Maria Antonieta y Luis tenían 18 y 19 años cuando fueron coronados. Eran jóvenes y algo traviesos y he utilizado una música que exuda aquel sentimiento de libertad y falta de responsabilidades. De ahí el usar música de Bow Wow Wow o Phoenix. Si uso I Want Candy mientras ella compra dulces es porque es la expresión de dos adolescentes en Versalles, jugando. Y creo que los ritmos de Nueva Orleans casan verdaderamente con los sones de Vivaldi o Rameau.

-¿Es su película más autobiográfica?
-En cierto modo. Siempre quise pensar en Maria Antonieta como en una joven americana que arriba al Viejo Continente. Una especie de Daisy Miller en la Francia del XVIII. Ella llega con toda la curiosidad natural de su edad par verse constreñida en algo más que un corsé.

-De hecho, abandonamos a María Antonieta antes de ser conducida a la Bastilla y al cadalso...
-Sí, porque la estancia de Maria Antonieta en prisión es materia para otra película. No he querido hacer una película en la que interviniera ningún aspecto político. De hecho, siempre trabajé en el clímax de la película en el momento final en el que ella se encuentra cara a cara por primera vez con el pueblo en el balcón de palacio. Para mí, ése es el momento crucial en el que la niña princesa se transforma en mujer reina, o por supuesto en una mujer que es capaz de analizar lo que está sucediendo. Pero es demasiado tarde.

-¿Porqué escogió a Kirsten Dunst?
-Siempre escribí el guión pensando en ella. Es hija de alemán y tiene esa complexión pálida y delgada ideal, y una percepción alerta, que el personaje requiere. Y como actriz ella tiene la mirada que yo necesitaba. Creo además que esos ancestros le han permitido ser el personaje.

-¿Cómo fue rodar en los fastuosos espacios naturales de Versalles?
-Ahora que todo ha pasado, le diré que ha sido una experiencias más allá de lo razonable. Pudimos rodar en el dormitorio de Maria Antonieta, en el salón de los espejos, en las habitaciones privadas... Sólo podíamos rodar los lunes, cuando las estancias estaban cerradas al público. Nunca tuvimos que construir un plató. Todo fue real, las habitaciones, los jardines...Desde el principio pensé que habría que construir platós y jardines tremendos, pero todo estuvo allí. Siempre busqué la mayor verosimilitud, los muros, los espacios... y Versalles me posibilitó sentirme libre. Ningún estudio de Hollywood lo hubiera conseguido.