5G, más ancho para la autopista

De entre todas las revoluciones tecnológicas a las que asistimos en estos tiempos quizá la del 5G sea la más esperada. Como en todo gran terremoto, las sacudidas harán temblar el suelo que pisamos (con réplicas en lo virtual y lo inalámbrico) y nos obligarán a afrontar nuevos retos. Con mayor o menor intensidad, nada a lo que no nos hayamos tenido que enfrentar en fases anteriores. Desde la primera, en los 80, cuando hablar por teléfono en plena calle nos producía cuanto menos hilaridad, a la actual 4G e incipiente 5G, capaz ya de dotar a nuestros terminales de una gran velocidad de navegación por internet y de hacer operaciones casi inimaginables hace una década.

“España está en una posición privilegiada, con una cobertura y un despliegue de fibra a la cabeza de europa”. Juan Cambeiro (Telefónica)

¿Por qué es necesaria entonces la generación 5G? Francisco Anson, doctor en Filosofía y Psicología de la K-Western University de California, señala en el libro Signos de los tiempos (Ediciones El Criticón) que “debido al incremento masivo de usuarios y de otras diferentes conexiones, el canal de comunicación está a punto de saturarse, lo que, unido a la aparición de la realidad virtual, procesos de fabricación “inteligentes” y otros avances, impide que esta tecnología pueda atender debidamente a las nuevas demandas”.

Comunicaciones inalámbricas

Para Juan Cambeiro, responsable de proyectos de Innovación 5G de Telefónica España, se trata de una tecnología “que ya ha sido estudiada por más de 700 compañías de todo el mundo con el fin de satisfacer las nuevas necesidades de comunicaciones inalámbricas en ámbitos como el Internet de las Cosas, la industria 4.0 o la inteligencia artificial”.

Solo referido al Internet de las Cosas, apunta Anson, “existirán dentro de pocos años en torno a los 50.000 millones de dispositivos conectados a la red, gracias a la “hiperconectividad” que permite la tecnología 5G y que provocará la llegada definitiva no sólo del coche y de la casa “inteligentes” sino también de las Smart Cities. Y todo ello, a bajo coste”.

Fluidez de acceso

De modo que tenemos que irnos acostumbrando a términos como “ultrabaja latencia” (gracias al Edge Computing, para mejorar los tiempos de respuesta y ahorrar ancho de banda) y “garantía de capacidad” (a través de procesos como el llamado Network Slicing para que la “autopista” no se atasque). “El cambio más inmediato que notará el ciudadano estará relacionado con la mayor velocidad de la red móvil y la fluidez de acceso a los contenidos de alto ancho de banda como son el video 4K, las experiencias en 360 grados, el gaming, aplicaciones de turismo y la realidad aumentada”, señala Cambeiro a El Cultural.

En nuestro país, una de las entidades que más se ha adelantado en el estudio e implantación del 5G es Telefónica. Según Cambeiro, “Movistar en España cuenta con una cobertura 5G del 82% en términos de población cubierta. La reciente banda 700 MHz se desplegará con la intención de llegar a una amplia cobertura del territorio nacional durante los próximos tres años. Cuando el gobierno licite las frecuencias de alto ancho de banda (26GHz) viviremos otro despliegue paralelo”.

El 5G afectará a diversos ámbitos de la sociedad. Foto: Pexels

Las iniciativas de Telefónica en torno al 5G abarcan todos los ámbitos de la sociedad. Destacan, entre otros, los proyectos relacionados con la robótica aplicada a la industria, capaz de mejorar en lo que respecta a la supervisión, vigilancia y seguridad en lugares como fábricas y almacenes.

Otros destinos del 5G son la telepresencia holográfica, un sistema en el que se proyecta, mediante técnicas de realidad aumentada, el vídeo volumétrico de un asistente remoto; la ciberseguridad en la movilidad vial gracias a la tecnología criptográfica; el turismo a través de autobuses con RA5G, que permite el consumo de nuevos contenidos gracias a la realidad aumentada; retrasmisiones en directo que revolucionarán las conexiones televisivas, y todo lo referente a los idiomas, una innovación que permitirá traducir, de forma simultánea, 80 lenguas.

En tiempo real

Además de ámbitos como la banca, el transporte, la educación o el deporte, la apuesta de la compañía española llega también a un ámbito tan sensible como la sanidad. Entre sus proyectos se encuentra el Quirófano 5G, primer sistema de asistencia con integración de datos médicos por realidad aumentada y conectividad 5G; proyectos de rehabilitación en grupo para pacientes de Esclerosis Múltiple; exploración y diagnóstico oftalmológico remoto en tiempo real, y musicoterapia inmersiva para
las enfermedades neurodegenerativas.

De todo ello, Cambeiro concluye que la nueva tecnología tendrá más capacidad para conectar miles de dispositivos –donde coches conectados y wearables (dispositivos electrónicos) de todo tipo irán siendo elementos que se consolidarán en nuestra rutina diaria– y ayudará a actualizar las necesidades de la nueva economía: “Los nuevo modelos productivos requieren poder mover los elementos de una fábrica o un almacén logístico según la necesidad del momento. Las comunicaciones inalámbricas críticas y con capacidad garantizada que trae el 5G encajarán como un guante”.

Nuevos desafíos

Pese al esfuerzo de corporaciones como Telefónica, ¿puede el 5G instalarse solamente en un país? ¿Tiene vocación local o global? “Las tecnologías móviles son siempre globales por su naturaleza –explica Cambeiro–. Los primeros pasos dependen siempre de cada país, de su madurez en el despliegue de nuevas tecnologías y de su ritmo de innovación. En este sentido, España está en una posición privilegiada, con un conocimiento de casos de uso del 5G, una cobertura y un despliegue de fibra que la colocan a la cabeza de la UE en este tipo de tecnología”.

Los movimientos sísmicos del 5G están ya haciendo temblar todos los rincones de la era digital, pero, ¿estamos preparados? Gracias a la apuesta de entidades como Telefónica el sismógrafo no saltará por los aires. “Las enormes ventajas que supone el 5G –sentencia Francisco Anson– conllevan responsabilidades no sólo de tipo técnico, también de carácter ético”. Nuevas herramientas tecnológicas, nuevos desafíos.