Casillas-Xavi, el tándem que desactivó el 'procés'... futbolístico
Una conversación telefónica entre ambos distendió los 'clásicos'. Aquí una recreación de aquel diálogo clave en la historia del fútbol español
[Estos últimos días se me han cruzado la lectura de Cataluña año cero (Espasa) de Ernesto Ekaizer con el ‘visionado’ de la serie de Movistar Colgar las alas, sobre la carrera de Casillas. Cuando en esta el portero madridista y Xavi recuerdan su conversación telefónica para aplacar la virulencia estallada en los Madrid-Barça de 2010 y 2011, lamenté que en la arena política, durante el posterior órdago del procés, no hubiera habido en los bandos enfrentados (gobiernos de Cataluña y España) figuras como las de estos dos futbolistas para haber evitado las desastrosas consecuencias del 'referéndum' del 1 de octubre y aquella Declaración de Independencia interrupta.
Nadie se fiaba de nadie, y así nos fue. “Yo creo que en el fondo esto fracasa por una una falta de confianza bestial entre Moncloa y el Palau de Sant Jaume”, dice Ekaizer. Sólo hubo una interlocución con ánimo ‘conciliatorio’ entre el jefe de gabinete de Puigdemont, Josep Rius, y Moragas, su homónimo en Madrid. Al parecer, se conocían. Pero no cuajó. La que sí cuajó fue la de Xavi y Casillas. Es verdad que había una amistad previa entre ambos. Pero, además, tuvieron coraje, ingrediente que escaseó en la refriega territorial. A continuación propongo —gajes de mi oficio— una reconstrucción dramatúrgica, concentrada en una escena, de aquella conversación, acaso la más importante del fútbol español en los últimos años. Todo está basado en los pequeños detalles que han filtrado los protagonistas, en general, bastante parcos y herméticos cuando se refieren a ella. No se la tomen demasiado en serio. O sí.]
Y tú menos
“El principio de todo es el coraje”.
Tratado de la virtud. Vladimir Jankélévitch
Casillas busca Pelopo en la lista de contactos de su móvil. Está a punto de empezar la temporada 2011/12. En la anterior los 'clásicos' entre Madrid y Barça fueron un crescendo de agresividad y reproches, tanto en el campo como en la sala de prensa. La tensión territorial en España, con el encaje catalán recalentándose a toda velocidad, les sirvió a algunos para proyectar perniciosas lecturas políticas sobre estos duelos. Los cimientos de la victoriosa selección, triunfadora de forma consecutiva de la Eurocopa y el Mundial, se tambalean. El portero busca poner término a la tangana infinita.
XAVI: Iker, qué tal, hombre, ¿todo bien?
IKER: No, Pelopo, todo bien, no; y lo sabes.
X: …
I: ¿Qué coño os pasa, tío?
X: ¿¡A nosotros!?
I: ¡Sí, a vosotros, sí! ¿Por qué toda esa agresividad? Vale que seais culés a muerte y que odiéis al Madrid desde que nacéis pero…
X: … pero qué coño dices, Iker. Qué te has tomao… Vale que seas madridista hasta la médula pero tampoco deberías perder el sentido de la realidad.
I: Venga, venga, Pelopo, no me toques lo huevos, que no está el horno para bollos.
X: ¡No, no me toques lo huevos tú a mí! En tu equipo, para empezar, tenéis verdaderos psicópatas.
I: No, si al final vamos a acabar mal… ¿A quién te refieres? Dilo claramente.
X: Joder, lo de las tarascadas de Pepe, por ejemplo, no es ni medio normal… Cualquier día manda a alguno de nosotros al hospital.
I: Venga, venga, no exageremos... A Dani Alves ni le tocó en la Champions. Habrás visto el vídeo, ¿no?
X: Sí, y si no quita la pierna, se la parte a la altura de la rodilla.
I: Pero si no le toca, ¿a cuento de qué todos esos gritos y el circo de salir en camilla… para entrar al campo un minuto después? Hay que tener cara, no me jodas… Nosotros tendremos psicópatas en la plantilla pero alguno de vosotros vais a acabar ganando el Óscar.
X: Oye, oye, no sigas por ahí, no te lo consiento.
I: Que no me lo consientes…, me cago en… ¿Y lo de acosar a los árbitros cada vez que os pitan una falta en contra qué? Parecéis una jauría alrededor de ellos.
X: Madre mía, como si vosotros no protestarais… Venga, hombre.
I: Bueno, por lo menos no vamos provocando… Tú y Puyi, como capitanes, ya le tendríais que haber dado un toque a Piqué. Lo de la manita el día del 5-0, muy mal, eh.
X: Vaya, hombre, como si no tuviera derecho a celebrar una victoria así...
I: Una cosa es celebrar y otra provocar, faltar al respeto…
X: Faltar al respeto, dice… Yo, por mi parte, dado que también eres capitán, espero que ya le hayas dicho a Mou que lo de ir metiendo dedos en los ojos por la espalda es una acción miserable. Qué vergüenza.
Iker encaja el golpe. Sabe que no hay argumentos que oponer. Sabe también que entra en terreno delicado pero, antes de llamar, se conjuró para que esta conversación con su amigo fuera a calzón quitado.
I: Pues sí, lo es. No puedo defender eso, va contra lo que me han inculcado desde que llegué con 8 años al Madrid. Habrá que hablarlo, sí... Pero, Pelopo, no quiero seguir con el cruce de reproches. Creo que la estamos cagando, tío. Hay que parar esto. Estamos dando una pésima imagen y vamos a desestabilizar la selección. Joder, que tenemos la Euro a la vuelta de la esquina y podemos hacer historia. Vicente [Del Bosque], aunque intenta quitarle hierro a la cosa —ya sabes cómo es—, está muy preocupado, y es normal. Anda, que si nos pillara Luis [Aragonés], nos iba a dar pal pelo.
Escuchar ese nombre, y los buenos recuerdos asociados a él, hacen que Xavi baje el diapasón. Empieza a distenderse.
X: Qué grande, “el viejo hijo de puta”. Así se me presentó el día que lo conocí, cuando me convocó por primera vez. Yo flipaba. Te acuerdas, ¿no?
I: [Asiente repetidamente, con una media sonrisa] Joder, claro. Qué fenómeno. A mí me lo dejó muy claro cuando me nombró capitán, después de dudar mucho si el brazalete debías llevarlo tú, por cierto. “Ahora no puedes escaquearte ni evadir tu responsabilidad”, me advirtió. Y yo he intentado cumplir desde entonces. De ahí esta llamada también.
X: Ya… ¿Y qué propones? Es verdad que todo esto nos va acabar perjudicando.
I: Hay que hablar con los compañeros, serenar los ánimos. Puyi y Andrés van a estar por la labor. Piqué también, es un figura, un tío inteligente.
Xavi ahora se pone vacilón, que es la actitud habitual entre ambos desde que surgió su ‘amistad a primera vista’ en el Mundial sub-17 de Egipto de 1997.
X: Tú lo que estás buscando es que te den el Nobel de la Paz, ¿no?
Risas.
I: Bueno, u otro Príncipe de Asturias, este sólo para los dos.
X: Sería lo suyo. [Vuelve a reír antes de retomar la seriedad] Venga, yo hablaré en el vestuario. De esta gresca, además, se están aprovechando muchos, nos desborda. Y los niños que nos siguen merecen otra cosa.
I: Exacto.
X: Tú ten cuidado cuando comentes esto por allí: no sé cómo va a ver Mou que me hayas llamado. Le puede parecer una traición.
I: Bueno, que cada palo aguante su vela, ¿no?
X: Ya, pero The Special One no quiere jugadores, quiere soldados, y más en su pulso contra el Barça y contra Guardiola.
I: Bueno, tranquilo, si salí vivo de Nigeria [se refiere al Mundial sub-20 que ganaron en el 99], saldré de esto también.
X: A ver si volvemos por allí algún día para comernos unas hormigas a la brasa. A mí las de la cabeza roja me terminaron gustando…
Risas.
I: Siempre nos quedará África, Pelopo: Lagos y Johannesburgo.
X: Siempre.
Siguen riendo y hablando un rato más, paladeando la reafirmación de su amistad que ha supuesto esta conversación.
[Sus consecuencias, las buenas, las malas y las regulares, ya las conocen.]