Cómo se escribe la historia… del teatro
[caption id="attachment_1617" width="500"] Julio Huélamo, director del CDT[/caption]
El Centro de Documentación Teatral (CDT) ha cambiado de hogar. Se ha trasladado a una de las zonas más privilegiadas de Madrid, al lado del Real Observatorio del Retiro. Ayer fui a conocerlo, el sitio es envidiable, la verdad. Durante mi visita Julio Huélamo, director del CDT, me contó la singular historia de un hombre común y anónimo del siglo XIX que se empeñó durante toda su vida en la quijotesca empresa de reunir él solo una extensa documentación teatral que pronto verá la luz bajo el nombre de "Archivo de un siglo de teatro".
"Cuando estábamos en Torregalindo (la antigua sede del CDT) había en una estantería de un pasillo un montón de carpetas de aspecto antiguo que nunca me decidía a saber qué eran. Más tarde me enteré de que habían venido con el archivo de José López-Rubio.Un buen día pregunté por ellas y abrimos algunas. Encontramos entonces una documentación asombrosa. Sobre folios, que parecían formularios de contabilidad, alguien había recortado y pegado críticas teatrales aparecidas en la prensa madrileña y también de provincias desde 1850. Estaban asombrosamente bien clasificadas y referenciadas", explica Huélamo.
El equipo del Centro examinó detenidamente la documentación, 55 volúmenes, y vio que tras este acopio y clasificación se escondía una persona que había pretendido escribir una página de la historiografía del teatro de nuestro país. El director cree que el autor de este "archivo" lo hizo a título individual. Se llamaba Luis García Zamorano y había pertenecido a una asociación de aficionados al teatro. Presume que debía trabajar como funcionario o algo parecido, por el material que usaba (el papel formulario). Su intención estaba clara, escribir una enciclopedia teatral, pues se encontraron cartas en las que contacta con editoriales para tal fin, aunque sin éxito.
"Para no ser un experto, había organizado muy bien la documentación. La había clasificado por años y luego por teatros de Madrid, y se reseñaban meticulosamente todos los estrenos, número de funciones, autores, actores… era de un rigor apabullante", continúa Huélamo. El documentalista llega incluso a consultar a los autores para confirmar si los estrenos que él había registrado eran correctos, mediante cartas con estos que también están incluidas en el archivo. Es así como entra en contacto con José López Rubio, que también pergeñó como gran proyecto intelectual escribir la enciclopedia teatral sin que llegara a cristalizar su proyecto.
López-Rubio y García Zamorano intercambian información, se van haciendo copartícipes de la misma empresa. Hay bastante material epistolar al respecto. No se sabe muy bien cómo este archivo de García Zamorano acaba en manos de López-Rubio, pero lo cierto es que llega al Centro de Documentación Teatral con la biblioteca del autor, por lo que se cree que cuando el "archivero" fallece, su trabajo caería en manos de López-Rubio.
Este archivo reúne documentación de los estrenos madrileños desde 1850 con su número de funciones, reseñas y críticas aparecidas en la prensa de la capital y de provincias, pero también imágenes y fotografías de periódicos y revistas y otros documentos paralelos de la época como invitaciones y programas de mano. Ahora el CDT lo ha digitalizado completamente, lo ha bautizado como Archivo de un siglo de teatro y lo pondrá en la web, en abierto, para que los usuarios puedan acceder a él. En opinión de Huélamo, este archivo es un capítulo muy importante de esa historia del teatro español todavía no escrita.