Vista de la exposición
Esta exposición supone un ensayo expositivo basado en la combinación de tres elementos: las prácticas del outsider art, los rituales de la cultura popular y la escultura catalana del siglo xx. Jordi Mitjà toma como punto de partida la reciente demolición del parque de Can Sis Rals de Argelaguer (en la comarca de la Garrotxa) a manos de Josep Pujiula, su constructor durante más de treinta años y claro exponente del arte marginal en Catalunya.
Jordi Mitjà se ha fijado en un personaje también peculiar que vive en la zona de los volcanes de Olot. Josep Pujiula lleva desde hace años realizando extrañas construcciones con cuerdas, trapos y hierros en el bosque de Can Sis Rals. Son construcciones efímeras a medio camino entre lo arquitectónico y lo escultórico. Se trata de un artista marginal de los que aparecían en el estudio de Juan Antonio Ramírez sobre Escultecturas margivagantes. La arquitectura fantástica en España. A partir de ahí, la exposición está a medio camino entre el homenaje a Josep Pujiula y su identificación con este artista marginal, subrayando la propia peculiaridad del artista Mitjà.
Vista de la exposición
En la fijación de Jordi Mitjà por la práctica de un artista ultra local no hay una revisión irónica o cínica, como tantas veces nos tiene acostumbrado el arte contemporáneo, sino una auténtica reivindicación del trabajo de un artista peculiar. Tampoco es una simple reivindicación snob por lo auténtico, sino que ese retorno a cierta naturalidad, esa especie de retroceso, muy en la línea de algunas películas de Gus Van Sant y otros artistas jóvenes del contexto barcelonés, implica una fe en la creatividad en la que aparece el referente de Joseph Beuys y su famoso "todo el mundo es un artista".