Otras narrativas
Figuración narrativa. París 1960-1972
20 noviembre, 2008 01:00Erró: American Interior Nº 9, 1968
Desde su fundación, el IVAM dedicó una atención especial a las manifestaciones artísticas desarrolladas entre los años sesenta y setenta, y en particular al arte pop. Tanto en su colección como en el programa de exposiciones temporales, este periodo constituye una de las líneas que vertebraron el interés del museo. Desde esa perspectiva, cabe entender la presentación de la exposición La figuración narrativa. París 1960-1972, organizada junto con el Centre Georges Pompidou.Esta muestra que reúne más de un centenar de obras, entre pinturas, fotografías, películas y objetos, permite reconstruir uno de los periodos más fecundos del arte europeo tras la segunda Guerra Mundial. Con el horizonte de la renovación de la figuración tras el decaimiento de los informalismos, las estrategias que plateaba la narración, en estrecha relación con las que surgieron del arte pop, se convirtieron en una vía de transmisión de las transformaciones sociales y políticas que tuvieron lugar en Europa entre los años sesenta y setenta, así como de la contestación y la crítica de un sistema que se consideraba agotado. Para ello, estos artistas acudieron a la realidad más inmediata poniendo de relieve sus conflictos y contradicciones, requiriendo del arte un compromiso con su cambiante fisonomía.
Los artistas que recurrieron a las estrategias narrativas de la figuración fundamentaron su trabajo en el establecimiento de un discurso crítico, que trató de diferenciarse de los artistas coetáneos del pop art o del nuevo realismo, aun cuando todos eran partícipes de un mismo posicionamiento vigilante de la realidad. Los medios de comunicación de masas, el consumo, los acontecimientos políticos, las revueltas sociales, Vietnam, etc., fueron asuntos que tematizaron tanto unos como otros. Por tanto, aun cuando se busca ofrecer una exclusividad crítica a la figuración narrativa, ese posicionamiento fue común a la mayor parte de los artistas de este período; si bien, como es conocido, las estrategias del pop art en Europa se manifestaron más abiertamente contestatarias y explícitamente políticas, que las típicamente norteamericanas. Pero si algo también acierta en mostrar esta exposición es la gran variedad de planteamientos, tanto formales como conceptuales, de referencias, temas e intenciones que pudieran calificar la actuación de los artistas engrosados alrededor de la figuración narrativa.
Con el objeto de mostrar también esa diversidad se ha reunido la obra de una veintena de artistas destacados de esta tendencia, algunos de ellos más conocidos como Eduardo Arroyo, Equipo Crónica o üyvind Fahlstrüm, y otros no tan reconocidos como Antonio Recalcati, Jan Voss o Gianni Bertini. Seis bloques temáticos plantean un animado recorrido donde se suceden las siguientes secciones: los orígenes de la figuración narrativa; mitologías cotidianas; objetos e historietas; el arte de la descontextualización; la pintura es una novela negra y, por último, una figuración política. Esta ordenación, planteada por Jean-Paul Ameline y Bénédicte Ajac, no obedece a un puro seguimiento cronológico y evolutivo, si bien permite situar las obras en relación a un contexto temporal determinado; como tampoco atiende a una lógica de correspondencia temática. Hay en todo ello, más bien una voluntad de relato y analogía con el uso de medios y técnicas y de atención a sus posibilidades discursivas con un objetivo crítico, en una exposición en la que hay mucho que ver.