Exposiciones

Un estatuto nuevo

Fotografía, grabado e imagen digital

14 noviembre, 1999 01:00

A plena luz. La estampa fotográfica. Calcografía Nacional. Alcalá, 13. Madrid. Hasta el 8 de diciembre

Con la sacudida fuerte y con la seducción irresistible de esta exposición la Calcografía Nacional asegura un nuevo paso adelante en su proyecto de dar a conocer las aportaciones inéditas que proporciona la combinación de las técnicas tradicionales del grabado con la imagen fotográfica, con las innovaciones digitales y con las tecnologías evolucionadas del arte de imprimir. Los que piensan que el ordenador, la imagen digital, la copia láser, la electrostática, la transferencia térmica, la impresora de chorro de tinta, el plotter, el offset seco... están provocando la muerte respectiva del grabado y de la fotografía, deben ser los primeros en visitar esta muestra. En el recorrido de sus cuatro secciones dedicadas sucesivamente a las técnicas renovadas de la transferencia de pigmentos, la platinotipia, la serigrafía y el fotograbado al aguafuerte-aguatinta- podrán comprobar la riqueza y la eficacia de resultados que esos modos de estampación producen sobre la imagen fotográfica, ampliando la variedad de sus lecturas, y cómo esa imagen, a su vez, hace fermentar a los géneros tradicionales del arte gráfico en posibilidades imprevistas y en facultades asombrosas. No estamos asistiendo a la muerte del grabado original y de la fotografía, sino, al contrario, a una redefinición vivificante de ambos géneros. Ahora se pueden practicar sin la veneración a los ritos de la estampación en el tórculo o del revelado en el cuarto oscuro, a sabiendas de que, en definitiva, lo que está en juego es potenciar las facultades expresivas y comunicativas de la imagen artística bidimensional impresa o adherida a un plano, aprovechando las nuevas tecnologías. También es cierto que, por este camino, la práctica última de la estampa, de la fotografía y de la imagen digital se ha entretejido, y que bastantes de sus autores prefieren llamarse "creadores de imagen", en lugar de grabadores y fotógrafos.

Los fondos de la exposición los integran un cuerpo breve y deslumbrante de nuevas y ejemplares estampaciones de negativos de fotógrafos históricos, como John Mulr Wood, Lewis Carroll, Kamil Chadirji, Frederlck Evans, Lee Miller, Roland Penrose y Madame Yevonde, y un conjunto muy diverso y penetrante de trabajos representativos de medio centenar de artistas contemporáneos, entre los que podemos subrayar presencias como las de Richard Hamilton, Richard Long, Linda McCartney, Chris LeBrun, Ray Moore, Paul Cafell, Adam Lowe y Manuel Franquelo. El conjunto se ordena en torno a los cuatro talleres ingleses en que se han estampado en años recientes todas las obras expuestas: Permaprint (fundado en 1994), especializado en la transferencia de pigmentos; 31 Studio (abierto en 1988), especialista en platino-paladiotipia; Coriander Studlos (inaugurado en 1972), de estampaclón serigráfica y Stoneman Graphics (activo desde 1971), de nuevas formas de utilización del fofotograbado. Sin la infraestructura de estos estudios de estampación, hubieran resultado irrealizables las investigaciones fotográficas que la exposición documenta.

En la sección dedicada a la transferencia de pigmentos se destaca la habilidad del taller para lograr selecciones y curvas especiales de color fuerte a partir de métodos fotográficos convencionales, ásí como de escaneado electrónico (estampas de R. Hamilton y Boris Savelev); a su vez, en el blanco y negro, asombran los efectos de detalle, en función de la sutileza de contraste entre luz y sombra (imágenes de Giles Revell y M. Franquelo). En los dominios de la platino- paladiotipia, se impone la conocida opinión de Lavery sobre la cualidad particular, evocadora, brillante y etérea que produce la luz reflejada sobre las sales de platino ("el príncipe de los materiales fotográficos", según Stleglltz), en la estampación de piezas históricas (el soberbio "Mar de escalones", tomado en 1903, por F. Evans) o innovadoras (la imagen de decadencia "orgánica" del cementerio de aviones de la estampe del propio Lavery), así como sus acusados efectos de profundidad (los desnudos de Paul y Max Caffell) En serigrafía destaca la habilidad de los Corlander Studlos para conseguir colores "individuales", de mucho brillo, de tonos continuos, evitando los semitonos propios del procedimiento tradicional (imágenes arquitectónicas de Brendon Neiland, Bei Johnson y Catherlne Yass), gracias al uso de escáneres digitales, así como la inclusión de imágenes creadas por ordenador (el panal de Ia estampa de R. Deacon). Por último en el fotograbado al aguatinta sorprenden los magníficos efectos de semitono y de textura obtenidos por la mordida gradual del ácido sobre la plancha de cobre de la matriz (estampa de lan McKeever), y la capacidad "pictoricista" que puede derivarse de un procedimiento como este, todavía en fase de investigación (el fastuoso "El Rin", de Christopher LeBrun). En conclusión exposición imprescindible, en la que la fotografía se redefine como "estampa" -como imagen creativa el proceso hacia una impronta-, al tiempo que se reafirma, como siempre, como un "acto de Iluminación.