No termina de diluirse la oleada de ataques que han emprendido las asociaciones contra el cambio climático en las estas semanas contra las principales obras de arte del mundo. El último lienzo que ha sufrido una agresión ha sido Muerte y Vida, un famoso óleo del modernista austriaco Gustav Klimt que se expone en el Museo Leopold de Viena. Dos activistas han irrumpido en la sala donde se muestra el cuadro y lo han rociado con un líquido aceitoso negro.
La acción ha sido reivindicada por el grupo Última Generación, que ha compartido las imágenes en sus redes sociales, en las que se ve a un miembro de la seguridad del museo reduciendo a uno de los activistas mientras otro se pega al cristal protector de la obra. Ambas personas han arrojado el líquido al grito de "los nuevos pozos de petróleo y gas son una sentencia de muerte para la humanidad".
"Los restauradores están trabajando para determinar si la pintura protegida por cristal se ha dañado", ha informado a la agencia AFP el portavoz del museo, Klaus Pokorny. Según la televisión estatal austriaca, el lienzo no habría sufrido ningún daño.
Muerte y Vida (1910/15) está considerada como una de las principales alegorías de Klimt, en la que usó una audaz composición para abordar el ciclo de la vida humana. El cuadro enfrenta una corriente de cuerpos desnudos -una madre y un hijo, una anciana o una pareja- rodeados de coloridos adornos con la figura solitaria y oscura de la muerte, a la izquierda.
El pasado viernes, otro grupo de ecologistas de un grupo que denuncia las consecuencias de la explotación petrolífera intentó, sin éxito, pegarse al marco del célebre cuadro El grito, de Edvard Munch, en el Museo Nacional de Oslo, en Noruega. El intento de agresión se saldó con la detención de tres personas.
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La oleada de ataques contra el mundo del arte ha afectado obras como Las majas de Goya, La joven de la perla de Vermeer, Los girasoles de Van Gogh, Los almiares de Monet o La Gioconda de Da Vinci, entre otras muchas. La pasada semana los directores un centenar de museos firmaron una declaración cojunta para denunciar las agresiones y se declararon "conmovidos por su peligrosidad".