El mundo del arte no gana para sustos. A los recientes ataques a obras en museos europeos se suma un sobresalto de otra naturaleza que tiene como protagonista a Piet Mondrian (1872-1944), fundador del neoplasticismo, buscador de la esencia y la pureza, figura fundamental del arte de vanguardia. Su nombre vuelve al primer plano de la actualidad no por una exposición, una subasta o una efeméride, sino por el curioso hecho de que una especialista ha descubierto que una de sus obras lleva 75 años expuesta del revés en varios museos. La segunda parte de la noticia es que el cuadro seguirá mostrándose boca abajo porque existe temor de que la colocación correcta lleve aparejada su destrucción.
Se trata de New York City I, una obra abstracta del año 1941 exhibida por primera vez en el MoMA (Nueva York) en 1945 y que desde 1980 forma parte de la colección de arte del estado federal alemán de Renania del Norte, en Düsseldorf. Es un complejo entramado de cintas adhesivas rojas, amarillas, negras y azules que presenta una mayor acumulación de líneas en la parte inferior. Este es el detalle que llamó la atención de la comisaria Susanne Meyer-Büser en sus investigaciones con motivo de la nueva exposición del museo sobre el artista.
La experta postula que el engrosamiento de la cuadrícula "debería estar en la parte superior, como un cielo oscuro", una teoría reforzada por otros especialistas a los que ha consultado. Y por dos circunstancias relevantes: la colocación de la pintura del mismo nombre y el mismo tamaño que se exhibe en el Centro Pompidou de París, que presenta líneas gruesas en la parte superior, y una fotografía del estudio de Mondrian, realizada pocos días después de su muerte, en la que aparece la obra.
[Piet Mondrian, el científico de la belleza]
Por otra parte, el cuadro no lleva la firma del artista, posiblemente porque no llegó a darlo por terminado.
A pesar de estas evidencias, New York City I no va a ser movido. Meyer-Brüser explica, según el diario The Guardian, que “las cintas adhesivas ya están extremadamente sueltas y colgando de un hilo: si lo pusieras al revés ahora, la gravedad lo empujaría en otra dirección”.
Con todo esto, los visitantes al museo tendrán que decidir a partir de ahora si ese engrosamiento inferior de líneas se corresponde con un horizonte o con un cielo invertido. Curiosidades y caprichos de la historia del arte.