Durante muchos años una de las aspiraciones del Museo del Prado ha sido dotarse de un centro de estudios de la talla del que posee el Louvre de París. Sin embargo, “hemos sido incapaces de darle la forma que queríamos. Ha habido actividades muy loables pero nos faltaba el pegamento que lo uniera todo”, sostiene Miguel Falomir, director de la pinacoteca. Tras muchos debates y conversaciones el museo ha resuelto todos los entresijos y ya tiene listas las líneas de actuación del Centro de Estudios que lidera Javier Arnaldo.
Ubicado en el Casón del Buen Retiro este centro “aspira a ser un lugar de reflexión y debate que busca velar por el futuro”, apunta Falomir. Además, el Museo del Prado con sus ayudas y becas a la formación busca convertirse en “el puente” entre la universidad y el museo.
1940: la primera propuesta de escuela
Javier Arnaldo recuerda que la primera propuesta para la creación de una escuela se remonta a 1940. Entonces, durante una reunión del patronato “Eugenio d'Ors se mostró a favor de que el museo tuviera algo similar a la escuela del Louvre”, comenta. Hubo que esperar a 2009, cuando se establecieron las bases del centro con la convocatoria de la primera cátedra del museo. Ahora, la suma de todas esas experiencias han cristalizado un programa que persigue dos objetivos: la formación y la investigación.
“El Museo del Prado realiza investigaciones en torno a su colección y los resultados se ven reflejados en exposiciones temporales o proyectos museográficos. Queremos que el Centro de Estudios sea un instrumento para generar debates”, apunta Arnaldo. Para ello, su ubicación junto al conservatorio y la biblioteca (alberga 150.000 libros, más de 1.500 revistas, carteles, folletos y 7.000 volúmenes de fotografía antigua) “es un apoyo fundamental”.
Colaboraciones
Para conseguir estos objetivos el museo establece diversos convenios de colaboración y marcos de actuación estables con diversas instituciones universitarias y científicas. Además, colabora con otros centros de investigación, fomentando una red de contactos para contribuir a la formación de historiadores del arte y profesionales de museo. Las actividades programadas exploran las múltiples y heterogéneas aproximaciones que permite la colección del Museo del Prado, alentando reflexiones de índole estética, creativa, técnica, histórico-artística o científica.
Congresos, simposios y actividades
Una de las vocaciones que tiene el museo es la de realizar “un gran congreso bianual en torno a la historiografía artística con debates interdisciplinares y multiculturales”, apunta Arnaldo. Bajo el título Coordenadas culturales en la museología del presente: Cinco neologismos, busca analizar el discurso museológico contemporáneo y sus efectos en la comunicación cultural partiendo de cinco neologismos: Demomuseo, Exomuseo, E-museo, Museosofía e Hipermuseo.
Además, han programado dos encuentros científicos. El primero tendrá lugar en noviembre y se titula Alteridad: judíos y musulmanes en la cultura visual medieval y moderna del Mediterráneo, un encuentro que “permitirá analizar la imagen de los judíos y los musulmanes en su condición de ‘ser otro’ durante los siglos XI al XVII y su uso con intereses políticos”, comenta Arnaldo. El segundo, La 'audiovisualización' de la Historia del Arte. Un análisis de discurso, tendrá lugar en enero de 2022 bajo la forma de simposio.
Por otro lado, el Centro de Estudios promoverá actividades como cátedras, conferencias, coloquios, cursos y seminarios e incluirá algunas publicaciones que son la consecuencia de sus actividades, como la Cátedra del Museo del Prado o el Boletín del Museo del Prado.
Becas a la investigación
La pinacoteca cuenta con 19 becas de formación e investigación predoctoral y cinco becas de investigación postdoctoral promovidas por el propio museo y en colaboración con universidades o instituciones culturales en el ámbito nacional o internacional. El origen de estas, recuerda el director del Centro de Estudios, está en la beca de la Fundación Gondra Barandiarán de 2016 a la que se unió la Beca I Tatti. Ahora, el museo ha conseguido dos nuevas convocatorias.
Por un lado la que lanza la Fundación María Cristina Masaveu Peterson en torno a estudios curatoriales y que tendrá una duración de dos años. Con ella, se espera “reclutar talento joven” pues la beca consiste en un proyecto de exposición temporal. La otra es la que impulsa Allen & Overy sobre estudios de género.
Presupuesto
El presupuesto con el que contará el Centro de Estudios se divide en 195.000 euros destinados a las becas de formación predoctoral y 60.000 para actividades además de las dotaciones de las becas promovidas por otras instituciones. Asimismo, el Museo del Prado recibirá 22 millones de euros procedentes de los fondos europeos que recibirán en cuatro tiempos. En este sentido, Miguel Falomir ha indicado que la primera prestación ascenderá a cuatro millones de euros (aunque aún no se ha recibido) de los que el Centro de Estudios se beneficiará “para el desarrollo de su vertiente digital”. Esta partida también permitirá “dotarse de medios que permitan la profesionalización tecnológica y la eficiencia energética”.