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Caravaggio o no, protegido está

La obra atribuida a Caravaggio ya está blindada. Repasamos qué significa y qué implica su declaración como Bien de Interés Cultural

12 abril, 2021 18:38

Solo han pasado cuatro días desde que el Ministerio de Cultura, alertado por los técnicos del Museo del Prado, paraba la venta de La coronación de espinas atribuida a un discípulo de Ribera en la casa de subastas Ansorena de Madrid. “Detectaron que esta obra que iba a salir a subasta podía tratarse de un Caravaggio –recuerda Elena Hernando, Directora General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid-. El director del Museo del Prado, Miguel Falomir, fue quien dio la voz de alarma, tras ver la pieza en el catálogo”. Se convocó entonces en el Ministerio de Cultura la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico y se declaró bien inexportable.

Hay muy poca pintura de Caravaggio y menos aún en el mercado. En España tenemos cuatro de sus cuadros: David vencedor de Goliat (h. 1600) en el Museo del Prado, Santa Catalina de Alejandría (h. 1598-1599) en el Thyssen, Salomé con la cabeza del Bautista (h. 1607) en el Palacio Real y San Juan Bautista en la Catedral de Toledo (h. 1598). Cuando saltaron las alarmas, desde la Comunidad de Madrid se inició un procedimiento para la declaración de la pieza como BIC (Bien de Interés Cultural), algo que implica unas medidas de protección asociadas: los propietarios de la obra están obligados a conservarla adecuadamente, tienen que pedir autorización para cualquier restauración o intervención en la misma y las Administraciones Públicas tienen el derecho de tanteo y de retracto en el caso de que se ponga en venta. “Esta es una decisión que se toma para proteger el patrimonio –explica Hernando-, una medida cautelar hasta que se lleven a cabo todos los pasos necesarios para confirmar la autoría de la pintura”.

"Mientras esté en manos privadas, la obra se puede mover por el territorio español". Elena Hernando

Pero esta declaración como BIC, la mayor en el ámbito de protección de patrimonio histórico, conlleva varios pasos. El primero de ellos fue el 9 de abril, cuando se puso en marcha y notificó a la sala Ansorena. Y el siguiente consistirá en una visita de expertos de Patrimonio y del Museo del Prado para que analicen presencialmente la obra en los próximos diez días.

Entretanto la obra no puede salir de España pero sí puede moverse dentro de nuestras fronteras. “Desde el momento en que se incoa los propietarios de la pieza tienen la obligación de conservarla, solicitar permiso para cualquier restauración y cualquier movimiento o traslado. Pero mientras siga en manos privadas, la obra se puede mover por el territorio español previa autorización y siempre que se tomen las medidas de conservación necesarias”.

Además, “todo este procedimiento tampoco implica necesariamente que la pintura se vaya a quedar se en una colección pública. Al incoarlo como BIC la Administración tiene derecho de tanteo y retracto”. Es decir, si hubiera un acuerdo de venta entre particulares, el propietario tiene la obligación de notificarle al Ministerio de Cultura el valor, y siempre tendrá prioridad para quedársela, pero por el valor acordado en dicha venta previa.

¿Cuándo sabremos si se trata de un Caravaggio?

El expediente tiene por delante varios pasos y un plazo máximo de 9 meses para resolverse (es decir, en enero de 2022) para que el régimen de protección sea definitivo. Después de esa visita presencial del cuadro, los técnicos del Museo del Prado emitirán un informe al que se sumará el de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. ¿Y si concluyen que no es un Caravaggio? “Puede ocurrir, o ser atribuido a un discípulo, y aún así ser considerado BIC. Está protección está asociada a lo valores de la obra”.

Quedan todavía semanas de espera para descifrar el misterio de su autoría. Afortunadamente, estamos en buenas manos.

@LuisaEspino4