Como todos los sectores que han tenido que parar toda su actividad a causa del coronavirus, el de la cultura también está sufriendo esta dura crisis que empezó siendo sanitaria y ya es además económica. Cerraron teatros y librerías, clausuraron museos y cancelaron conciertos, suspendieron musicales y festivales de cine y echaron la verja las galerías de arte. La cuarentena llegó a la cultura y cesaron toda actividad pública escritores, artistas, actores, músicos y bailarines que se volcaron en las redes mientras esperaban algún signo, por tibio que fuese, por parte de un Gobierno a quien llevaban reclamado medidas específicas desde el 17 de marzo. Por eso, seguramente, cuando el miércoles pasado el Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, aseguraba que la crisis no era sectorial y que "más adelante se podrían implementar medidas específicas, pero no ahora", la cultura estalló.
Le llovieron al ministro las críticas, las cartas abiertas, como la del director teatral Lluís Pascual, los comunicados de las distintas asociaciones e incluso se convocó una huelga cultural online... Todo ello llevó a Rodríguez Uribes a reconducir la situación y el viernes, 10 de abril, anunciaba una reunión con los representantes del sector y la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Un gesto bien recibido (el paro de 48 horas, que había registrado un desigual seguimiento, se desconvocó rápidamente) que ya tiene fecha y hora: será este viernes 17 a las 11:30 horas. En la cita, que será, por supuesto, telemática, los representantes de todos los gremios implicados exigirán medidas urgentes con el fin de paliar las consecuencias económicas derivadas de la pandemia. De las pérdidas de 1.000 millones que prevé el sector del libro a los 7 millones solo en salarios de los profesionales que anuncia la Unión de Actores.
Hemos hablado con los representantes de las principales asociaciones, muchos de los cuales estarán presentes en la esperada reunión, para que nos expliquen qué van a poner sobre la mesa o, más bien, frente a la pantalla, de los titulares de Cultura y Hacienda y qué esperan conseguir.
Sector del libro
La Asociación de Cámaras del Libro de España cifra en 1.000 millones las pérdidas que va a sufrir el sector del libro de nuestro país debido a la crisis del coronavirus, lo que supone un tercio de la facturación anual del gremio. En un comunicado recuerdan que su sector es la primera industria cultural de España y señalan que "editores, libreros y distribuidores comparten una tipología de empresas pequeñas, incluso microempresas, que suponen un 70 % del tejido del libro y que están en riesgo de supervivencia". Por eso piden al Gobierno medidas específicas para ayudar al sector, como un plan especial de compra pública de libros para bibliotecas, un bono para la adquisición de libros por parte de los ciudadanos, lo cual consideran que además de ayudar al sector incentivaría la lectura, así como cheque-libros que establezcan la gratuidad de los libros de texto para las familias.
En la reunión telemática con el ministerio habrá representantes de los cuatro eslabones de la cadena del libro: autores, editores, distribuidores y libreros. En representación de estos últimos estará presente Alberto Sánchez, presidente de CEGAL (Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros) y vicepresidente de la Asociación de Cámaras del Libro, que se muestra optimista con respecto a la reunión. “El hecho de que vaya a estar presente la ministra de Hacienda es un motivo para serlo”, opina. También considera imprescindible que las eventuales compras públicas de libros repercutan positivamente a toda la cadena, es decir, que se hagan a las librerías. Para ello, insiste en una vieja reclamación del gremio de libreros: que se modifique la ley de contratos, que actualmente obliga a convocar concursos para compras superiores a los 15.000 euros, lo cual “deja fuera de la competición a las librerías de proximidad frente a las grandes distribuidoras”.
“Desde la Dirección General del Libro se han mostrado receptivos en todo momento e insisten en que una vez contenida la pandemia empezarán a tomarse medidas, pero espero que se vayan concretando ya porque el mayor temor de los libreros es que no podamos siquiera abrir las librerías cuando pase el confinamiento”, añade Sánchez.
El mundo del arte
El sector artístico, que también ha mostrado su descontento con el Ministro de Cultura, estará representado en la reunión del próximo viernes por María José Magaña Clemente, de Mujeres en las Artes Visuales, Juan Antonio Álvarez Reyes, de la Asociación de Directoras y Directores de Arte Contemporáneo de España, y por el artista Isidro López Aparicio, de la Unión de Artistas Contemporáneos de España, en nombre de la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo. “Pedimos medidas concretas que ayuden a la estabilización de la situación. No se trata solo de cubrir las necesidades más inmediatas sino de salir más fortalecidos y comprendidos”, comenta López Aparicio. El sector, frágil por sus peculiaridades, ha adelantado algunas de las peticiones que ayudarían a paliar los efectos de esta crisis. Entre estas propuestas se encuentran la suspensión temporal de las cuotas de autónomos, la disminución del IVA cultural, la implantación de una renta básica para la supervivencia de los creadores y la subvención o suspensión de los alquileres de sus estudios. En el informe insisten en “el carácter de urgencia de la petición para evitar la marginación de la cultura y el arte”. Otras medidas apremiantes son el aplazamiento del pago de impuestos, mantener las convocatorias de ayudas y becas conservando sus fechas abiertas y garantizar el cumplimiento de contratos que se hayan podido ver suspendidos.
Por otro lado, proponen la inversión en compra de obra de arte por parte de los gobiernos autonómicos, promover las compras en las galerías españolas así como priorizar la adquisición de piezas de creadores españoles vivos. Desde MAV (Mujeres en las Artes Visuales) también instan a poner en marcha residencias artísticas en casa que conlleven el pago de materiales de producción y honorarios y fomentar becas para que las creadoras puedan seguir formándose mediante cursos online. Las galerías, que en muchos casos ha visto cómo se frenaba en seco la exposición fuerte del año inaugurada a finales de febrero al calor de ARCO (cuya última edición, además, ha sido testigo de la disminución de las ventas), propone una subvención para la producción de proyectos cancelados o una ayuda inmediata de 2.000 euros por galería. Por eso, reclaman aumentar considerablemente la partida dedicada a las ayudas para la promoción del arte como la participación en ferias, una medida urgente en un momento en el que son muchas las que ya han pagado las cuotas de ferias internacionales que han sido pospuestas.
También ADACE (Asociación de Directoras y Directores de Arte Contemporáneo en España) ha resumido algunas de las peticiones más urgentes que abordarán en la reunión del viernes y que ayudarán a "recuperar la salud cultural y a impulsar el reparto de recursos en cada contexto geográfico y social concreto". Entre otras, instan a ampliar las subvenciones nominativas a los principales museos, centros de arte contemporáneo y fundaciones, el mantenimiento de los exiguos presupuestos de los museos y centros de arte contemporáneo sin recortes o el apoyo a la movilidad internacional de los proyectos producidos por las instituciones españolas con artistas españoles y comisarios, para garantizar la visibilidad internacional del arte español.
Por último, urgen temas como el desarrollo del Estatuto del Artista y la Ley de Mecenazgo. También hacen hincapié en que las medidas que se adopten no se vean reducidas una vez superada la crisis sanitaria. Aunque ante todo, asegura López Aparicio, lo importante es que “de esta situación el sector salga más unido”.
Artes escénicas y música
El ministro Rodríguez Uribes se reunió hace un par de semanas con diversos interlocutores del sector musical y escénico. En el primer ámbito, estuvieron representadas la Asociación Española de Orquestas Sinfónica, FestClásica, la compositora Teresa Catalán y la Asociación de Grupos de Música Antigua. La presidenta de esta última, Raquel Andueza, recuerda que acudieron a ese encuentro con la idea de aprovechar la oportunidad que abría este caos. Ella y sus colegas reivindicaron un poco de orden en la fiscalidad de los músicos, que a veces se ven sometidos a dobles imposiciones, al tener que pagar cuota de autónomos y además tributar como asalariados cuando les contratan orquestas. También solicitaron una mayor agilidad en la burocracia aparejada a las contrataciones, un factor que, por ejemplo, fue un quebradero continuo para Antonio Moral en su etapa al frente del CNDM. Otras medidas saludables a su juicio es el incremento del porcentaje de artistas españoles en las programaciones y la bajada del IVA en las entradas para espectáculos.
Todo esto volverán a ponerlo sobre la mesa el viernes, teniendo en cuenta, como recuerda Andueza, que el frente sanitario es el prioritario. Lo quieren dejar claro para que no ocurra que el sector cultural sea puesto en la picota al requerir medidas específicas para abordar los efectos desastrosos ocasionados por la pandemia, como ha empezado a suceder. Pero es que su propia particularidad, marcada por su intermitencia contractual y la imperiosa necesidad de la congregación de un público, determina la obligación de desarrollar propuestas ad hoc. En la reunión con Rodríguez Uribes estará también Jesús Cimarro, presidente de la Academia de Artes Escénicas. El teatro reivindica conjuntamente con la música, la danza y el circo esa flexibilización fiscal, un incremento de subvenciones (incluida una línea que cubra el lucro cesante por las representaciones canceladas) y, por su propia cuenta, que las funciones realizadas dentro del programa PLATEA del Inaem cuenten dentro de las ayudas a las giras.
El cine
Distribuidores y productores de cine comparecen ante el ministro con la demanda de que se adopten una serie de medidas excepcionales que entren ya en funcionamiento. “Lo excepcional tiene que ser ágil, porque si estas medidas entran en vigor dentro de un mes no servirán para nada”, explica Pilar Benito, presidenta de la Asociación Estatal de Cine, la principal asociación de productores de España. “En todos los países europeos han puesto en marcha distintas iniciativas menos en España”.
Entre esas medidas urgentes se encuentran la flexibilidad en los plazos requeridos por las ayudas del ICAA, la aplicación a las películas españolas de las exenciones fiscales de las que se benefician los filmes extranjeros y la posibilidad de estrenar películas españolas en plataformas VoD sin pasar previamente por las salas, como obliga la Ley del Cine (y que es algo a lo que no están sometidas las producciones extranjeras). “Esto permitiría adelantar el resto de ventanas y tener algún ahorro financiero”, asegura Benito. “Además, evitaría que se agolpen a final de año muchos títulos, tanto españoles como extranjeros, que tampoco sería positivo para la recaudación de cada uno de ellos”.
A medio plazo, el sector defiende que se realice una gran campaña que fomente la vuelta del público a las salas. “No sabemos muy bien qué va a pasar cuando acabe la cuarentena”, comenta Miguel Morales, presidente de ADICINE, asociación de distribuidores independientes. “No sabemos cómo se va a volver a las salas, ni si habrá medidas de distanciamiento como hubo en los días previos al cierre o de si el público tendrá reparos en volver durante mucho tiempo... Por eso, tenemos que apoyar entre todos esa campaña y los distribuidores tenemos que tener títulos para los exhibidores, que tendrá que apoyarlos”. Además, los productores demandan que se consensúen con sanidad unos protocolos de seguridad para adoptar en los rodajes y así ponerlos en funcionamiento cuanto antes sin que supongan un riesgo para los trabajadores.
Por último, también ruegan desde el sector que no se detenga la convocatoria de ayudas del ICAA para que se puedan preparar los rodajes con la debida antelación. “Hay que tener en cuenta que cuando podamos volver hay muchos opciones de que se desate el caos pues habrá actores y técnicos que trabajen en varias series que lo tengan complicado para compatibilizar sus agendas… Cuanto más tiempo tengamos, mejor”, opina Benito.