Okwui Enwezor
Okwui Enwezor (Nigeria, 1963) dejó el Haus der Kunst de Múnich, museo que dirigía desde 2011, el pasado mes de junio por motivos de salud. Según declaró en agosto de ese mismo año al periódico Der Spiegel llevaba tres años luchando contra el cáncer. Tras someterse a varios tratamientos, el poeta, editor, ensayista, comisario, crítico e historiador del arte ha muerto a los 55 años. "La peor crisis es la incertidumbre", decía en una entrevista concedida a El Cultural en 2015 con motivo de su participación como comisario de la 56.° edición de la Bienal de Venecia.Fue el primer comisario africano de la Documenta de Kassel y de la Bienal de Venecia y contribuyó a romper las barreras geográficas del arte y el mercado. En 1997, con 33 años, imprimió una mirada crítica al postcolonialismo en la Bienal de Johannesburgo, un hito que se tradujo en una fama internacional que le llevaría, años después, a la Documenta de Kassel.
En 1982 Enwezor se trasladó a Nueva York, donde estudió poesía. Junto a algunos compañeros críticos africanos en 1993 lanzó el Nka Journal of Contemporary African Art trienal. Tras sus primeras exposiciones en museos pequeños, en 1996 comisarió In/sight, una muestra de fotógrafos africanos en el Museo Guggenheim. Tan solo seis años más tarde, en 2002, fue el comisario de Documeta 11, y en 2006 fue nombrado director artístico de la Bienal de Sevilla, cita para la que reunió a 91 artistas internacionales.
Ya en 2013 fue nombrado director de la Bienal de Venecia que tendría lugar en 2015. Entonces, el director general de la cita Paolo Baratta afirmó que Enwezor había trabajado "el complejo fenómeno de la globalización en relación a lo local. Su experiencia personal es un punto de partida decisivo para ahondar en este análisis, para profundizar en los recientes acontecimientos del arte contemporáneo y en la abigarrada riqueza del presente".
Cuando llegó la cita y se le preguntó qué es el arte y qué función tiene dijo que "lo contemporáneo es una conjunción de tiempos, y cada lugar se mueve y evoluciona a un ritmo distinto. De lo que podemos hablar es de exposiciones de arte contemporáneo, un arte que hoy ha perdido contacto con el espectador común, ha mezclado lenguajes y recursos. Frente a ese estado de indefinición podemos elegir varias posturas: negarlo, reivindicar las formas del pasado o desafiarlo pensándolo críticamente".