Edmund de Waal. Fotos: © Pablo Gómez-Ogando. Cortesía Ivorypress
El blanco caracteriza la obra de Edmund de Waal (Nottingham, 1964). Es el color de la porcelana, del caolín, del papel. En Corea y en Japón el blanco es el color de la mañana y también el de la muerte. "Tiene muchas capas pero para mí es una pregunta, un principio", asegura el artista frente a Breath, el proyecto que presenta en Ivorypress hasta el 11 de mayo. Es la primera vez que expone en Madrid y para la ocasión ha ideado una muestra con tres proyectos que se adaptan a los tres espacios donde se instalan: la editorial, la librería y la galería.En Breath hay libros y experiencia lectora. "Leer es algo intelectual pero también algo físico. Recordar lecturas es emocionante, ¿qué recuerdas, cómo lees, cómo experimentas, cómo es la memoria?", se plantea De Waal. Desde joven su poeta de cabecera ha sido Paul Celan y el libro de artista que ha hecho es un homenaje a su literatura. Para este palimpsesto, de gran formato y editado con papeles procedentes de Japón, Alemania y Reino Unido, el artista ha escrito un nuevo texto que trata sobre la quietud. De Waal ha seleccionado siete poemas de Celan que se suceden tanto en alemán como inglés y en sus páginas desliza "pinceladas de caolín" que pintan de blanco unas palabras que él mismo reescribe. También aparecen, de vez en cuando, trazos de pan de oro en el papel vitela, con lo que une tradición y modernidad. Dispuestos en diferentes mesas, cada uno de los libros reposa sobre un atril con un cajón que contiene pequeñas piezas de porcelana que De Waal ha intervenido con frases de Celan, para que cada uno cree su propio libro.
Imagen del libro de artista Breath, de Edmund de Waal
Esta muestra, no obstante, tiene otras dos partes. Al libro de artista de seis tomos se une la sala de lectura con 100 libros de escritores como Primo Levi, Walter Benjamin o Anne Carson. También hay arquitectura, porcelana japonesa, escultura y una variedad de artistas. "A medida que ves arte, lees y escribes, tu mundo se va haciendo más grande y tus preocupaciones se vuelven más profundas. Se trata de la necesidad de hacer algo, de explorar", sostiene.
Obsesión por la porcelana
Every song forma parte del proyecto Breath
Desde pequeño su gran obsesión ha sido la porcelana, material que protagoniza la tercera pata que sustenta Breath. Es aquí, en la segunda sala de Ivorypress, donde se han instalado 17 piezas nuevas inspiradas en Zurbarán y Lorca. En la primera pared tan solo encontramos un breve texto escrito por Edmund de Waal que dice así: "En las pinturas de Zurbarán, entre los santos en sus agonías y sus éxtasis, entre revelaciones y curas milagrosas, aparece una pequeña taza de asa blanca reposando sobre una fuente de plata con una única flor". Ese objeto retratado por el pintor español ha hecho que De Wall coja "el asa de una taza de porcelana, una pieza rota de mármol y añada el oro con la iluminación, como si fuera un santo. Son palabras, fragmentos, repeticiones, música y sombras para hacer que otra poesía suceda", apunta.Sus viajes por Japón y sus aprendizajes allí han contribuido a esta obsesión. La primera vez que fue tenía 17 años y le encandiló la cultura del "entendimiento de los objetos, se piensa, se habla y se escribe sobre ellos, algo que no sucede en Europa", comenta. Allí, continúa, "se presta atención a la cerámica y lo que trato de hacer es hablar sobre el significado simbólico que puede tener un objeto". De hecho, su producción se ha centrado en "crear instalaciones en museos como la Tate Britain o el Victoria and Albert para entender cómo el propio espacio puede cambiar tu trabajo".
@scamarzana