Gutiérrez Solana, protagonista de la Colección Banco Santander
La entidad presenta el espacio dedicado al pintor y la incorporación de obras de Sorolla y Sánchez Coello a su colección
5 octubre, 2017 02:00Gutiérrez Solana Mujeres vistiéndose
Con Gutiérrez Solana empezó todo. Emilio Botín-Sanz de Sautuola y López fue el que inició la Colección Banco Santander con la compra de El bibliófilo, pintado por el artista en 1933. Tras aquella primera adquisición llegaron Chulos y chulas y El Lechuga y su cuadrilla, con la curiosa historia del propio Lechuga al que simplemente le gustaba el toreo, sin serlo. El traje verde con el que se le retrata lo confeccionó su mujer. De ahí el apodo. Son 29 las obras de Gutiérrez Solana con las que cuenta la Colección Banco Santander aunque en el nuevo espacio que le han otorgado en la Sala de Arte de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte se exponen 12. Además de esta novedad la Fundación Banco Santander ha anunciado la incorporación de obras de Sorolla y Sánchez Coello a su colección.Después de aquellas pinturas llegaron a la colección La vuelta del indiano, El espejo de la muerte, con una historia algo más macabra, Naturaleza muerta con violín, un homenaje a su madre, y Los barros, expuesto por primera vez en las salas. Estas obras se suceden unas a otras, aunque también hay algunas ausencias. "Solana expuso junto al Guernica de Picasso en el Pabellón de la República de 1937 pero apenas se menciona. Él solía decir muchas cosas y buenas", señala José Manuel Cruz de Valdovinos, experto en la colección. Y es que Solana fue también escritor y en este nuevo apartado "era importante unir ambas cosas", cuenta María Beguiristain, responsable de Coordinación Artística de la Fundación Banco Santander.
Esta es una de las novedades que se ha presentado este jueves junto al nuevo catálogo ampliado y revisado. Visitar las salas en las que se muestran cerca de 180 de las más de 800 obras es como entrar en un museo de 6000 metros cuadrados en los que El Greco, Zurbarán y Sorolla, entre otros, clavan la mirada en el visitante. Incluso la serie inspirada en Las bodas de Camacho del Quijote que Josep Maria Sert realizó para el Waldorf Astoria de Nueva York se disponen al principio del recorrido. "Resulta curioso pensar que Sert realizó estas obras en el Nueva York de la Gran Depresión. Ahora se le ve como un artista clásico pero en su momento fue algo excepcional", apunta Beguiristain.
El otro gran protagonista es Joaquín Sorolla. A finales de 1911 el pintor se comprometió a pintar 14 obras para la American Hispanic Society. El conjunto, destinado a ser expuesto en la biblioteca de la institución, requería representar temas típicamente españoles. Al mismo tiempo que realizaba este encargo pintó Baile en el Café Novedades de Sevilla (1914), una obra de pincelada más suelta y de un colorido diferente con la que Sorolla desconectó del imaginario español que ya le aburría. En ese sentido, Baile en el Café... es alegría y dinamismo con unos colores cercanos al fauvismo. Ahora esta pieza, que ha pertenecido a la colección Banesto, se incorpora a la Colección Banco Santander para exponerse en Boadilla del Monte.
Sorolla: Baile en el Café Novedades de Sevilla
El catálogo, por su parte, añade nuevas anotaciones, nuevos textos revisados desde la publicación de la primera edición en 2006. "La Historia del Arte cambia y, por tanto, hemos cambiado algunas fechas y atribuciones como la que José Luis Díez ha hecho del Retrato de caballero. Hasta ahora pensábamos que era anónimo pero ha visto que pertenece a Esteve. Sin embargo, Manuela Mena ha determinado que el Retrato de Meléndez Valdés, atribuido hasta ahora a Goya, no es del pintor zaragozano", explica Valdovino. A pesar de que estos descubrimientos no son espectaculares el experto opina que son detalles que añaden información a lo que ya se sabía. Sin embargo, asegura que "no se van a encontrar obras de Velázquez, como las que se han descubierto recientemente pero que son todas falsas".
@scamarzana