ARCOlisboa, arte en petit comité
Una pieza de Joana Vasconcelos en ARCOlisboa
Arranca la segunda edición de ARCOlisboa, una feria que reúne hasta el domingo 21 de mayo a 58 galerías de trece países consolidando el formato feria 'boutique' inaugurado el año pasado.
"El año pasado la feria fue todo un éxito", asegura Carlos Urroz, director de ARCO desde 2010 y uno de los principales artífices del proyecto. "Superamos las expectativas con creces al tener más de 15.000 visitantes, y hubo una gran respuesta por parte del coleccionismo portugués y de los coleccionistas extranjeros muy vinculados al país que disfrutan de una fiscalidad muy reducida, con un 30% menos de impuestos (aunque para los portugueses el IVA se mantiene en el 22%)". En definitiva, Urroz asegura que todos los implicados, desde galerías a instituciones públicas, querían repetir, por lo que aquí están de nuevo.
Como no podía ser de otro modo, la presencia portuguesa copa algo más de la mitad de la feria con 27 galerías, en su mayor parte de Lisboa y Oporto, con nombres como Carlos Carvalho, Pedro Cera, Mario Sequeira, Múrias Centeno, Filomena Soares, Fernando Santos, Quadrado Azul, Miguel Nabinho, o Fonseca Macedo. Por su parte, nuestro país también contará con una nutrida representación de 15 galerías, 12 de ellas madrileñas, como Juana de Aizpuru, Parra & Romero, José de la Mano, Leandro Navarro, F2, Horrach Moya o Ángeles Baños. A pesar del abrumador dominio peninsular, Carlos Urroz defiende que "la idea es que sea una feria internacional, y lo es en sus contenidos, porque muchas de las galerías españolas y portuguesas presentan artistas internacionales".
El cupo de galerías internacionales lo cubren las alemanas Nome Gallery y Zak Branicka, de Berlín; la francesa Pietro Spartà, de Chagny; las estadounidenses Christopher Grimes, de Santa Mónica, y Fridman Gallery, de Nueva York; las italianas Giorgio Persano, de Turín, y Umberto Di Marino, de Nápoles; y la suiza Art & Public, de Ginebra. Asimismo, hay una presencia de destacadas galerías de países iberoamericanos como son las brasileñas Baró, Jaqueline Martins y Vermelho, todas de São Paulo, y Anita Schwartz, de Río de Janeiro; y la colombiana Nueveochenta, de Bogotá.
Abiertos al Opening
Siguiendo el modelo del año pasado, ARCOlisboa huye del habitual planteamiento de país invitado o país tema, típico de las ferias de arte internacional, para centrarse en el artista. Cada galería participante está invitada a destacar un artista de su propuesta, aunque pueden exponer a varios. "Pensamos que las galerías que ya hacen muchas ferias necesitan diferenciarse. Algunas de las que vienen, incluso algunas españolas, vienen con un proyecto especial de un artista que, por ejemplo, tenga determinado sentido para el mercado portugués", explica Urroz. Entre los artistas destacados habrá figuras de peso como João Ferro Martins (3+1 Arte Contemporánea), Fernanda Fragateiro (Elba Benítez, que en junio inaugura en el MAAT), Pedro Cabrita Reis (Miguel Nabinho), Teresa Lanceta (Espacio Mínimo), Vieira da Silva (João Esteves de Oliveira) Antonio Ballestero Moreno (Maisterravalbuena), Joana Vasconcelos (Horrach Moya), Marinella Senatore (Pedro Cera) o José Pedro Croft (Vera Cortês).
En este sentido de diferenciación, el director defiende los valores intrínsecos con los que cuenta Lisboa y que son claves a la hora de mantener el éxito de la primera edición. "ARCOlisboa es un encuentro que combina la experiencia de la feria con la experiencia de la ciudad. La feria no estará presente exclusivamente en los muros de la Cordonería, también recorrerá las galerías y las instituciones de Lisboa", asegura Urroz. "Al ser de un tamaño reducido, el público tendrá la posibilidad de visitar las galerías por la mañana, por la tarde acudir a la feria y por la noche visitar alguna colección, es una feria que va más allá del propio recinto, cosa que en ARCOmadrid, al ser tan grande, no pasa".
Efervescencia artística
Al igual que en Madrid, una de las prioridades de ARCO es el coleccionismo, cimentar un mercado interno muy afectado en Portugal por la crisis económica desde 2008. Urroz percibe un cierto optimismo alzista. "Además de los diez o doce grandes coleccionistas nacionales existe cada vez más una clase media muy recuperada, que es lo realmente importante. Para cualquier feria y para las galerías es mejor que haya mil compradores de piezas más baratas que un solo comprador de una pieza muy cara", afirma el director. En este tono optimista se encuentra también Pedro Cera, que asegura que últimamente "ha surgido un nuevo coleccionismo, y creo que esta feria posibilita que haya un contacto, un conocimiento mutuo entre esa nueva generación de coleccionistas y las galerías, algunas también muy nuevas".