Image: Óscar Alzaga dona seis obras al Prado

Image: Óscar Alzaga dona seis obras al Prado

Arte

Óscar Alzaga dona seis obras al Prado

27 marzo, 2017 02:00

Detalle de Alegoría de la redención, h. 1587, de Jacopo Ligozzi

Los cuadros, pintados por maestros como Jacopo Ligozzi, Herrera "el Viejo", Antonio del Castillo, Anton Raphael Mengs, Sánchez Cotán y Eugenio Lucas Velázquez, están fechados entre los siglos XVI y XIX. Además, ha entregado una dotación económica para adquirir otra pintura más.

El Real Patronato del Museo del Prado, en su sesión plenaria celebrada este lunes, ha aceptado la donación ofrecida por el conocido abogado y político Óscar Alzaga Villaamil. La concesión está integrada por seis pinturas y una dotación económica adicional para la adquisición de una séptima. A entender de los responsables de la pinacoteca, la donación de Alzaga Villaamil constituye, por la elevada calidad de las piezas que la integran y su buen estado de conservación (ninguna precisa de intervención), una importante contribución al enriquecimiento de las colecciones del Museo Nacional del Prado.

El conjunto lo conforman seis pinturas (a las que se añadirá una séptima) que comprenden un amplio abanico cronológico, desde las postrimerías del siglo XVI a mediados del XIX, y que están realizadas principalmente por artistas españoles como Sánchez Cotán, Herrera "el Viejo", Antonio del Castillo y Eugenio Lucas Velázquez a los que se añaden el italiano Jacopo Ligozzi y el checo Anton Raphael Mengs. Todas ellas fueron pintadas en España a excepción del cuadro de Ligozzi, pero cuatro fueron adquiridas por el donante en el extranjero, por lo que su entrada en el Museo del Prado supone un importante acrecentamiento del patrimonio artístico nacional. La calidad de las obras viene avalada por su presencia recurrente en exposiciones y su inclusión en las más recientes monografías de los pintores que las ejecutaron.

Aunque todos los artífices de las pinturas donadas cuentan ya con fondos pictóricos en el Museo del Prado, están representados con obras de muy distinta naturaleza, iconografía y/o cronología, por lo que la incorporación de estas piezas permite a la institución completar los perfiles profesionales de estos pintores. Así sucede, por ejemplo, con Sánchez Cotán, de quien la pinacoteca nacional posee una naturaleza muerta pero de quien, hasta esta donación Alzaga Villaamil, carecía de pintura religiosa; o con Ligozzi, presente en el Prado a través de un enorme cuadro de altar, muy alejado de la exquisita e inusual composición alegórica que ahora ingresa. Otro tanto podríamos señalar a propósito de la obra de Mengs de pequeño formato o del tardío San Jerónimo de Francisco Herrera "el Viejo".