Zoco del trigo, Tetuán, 1928. Bartolomé Ros
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando inaugura la exposición Expectativa y memoria, que muestra a través de 100 imágenes el cambio que ha sufrido el norte de Marruecos en el último siglo
La exposición, comisariada por Sema D'Acosta, muestra la distancia de las instantáneas tomadas entre el siglo XX y el XXI. En 1912 se firmó el acuerdo para la creación del Protectorado español de Marruecos, que unió ambos países y llevó a muchos españoles al norte de África, especialmente por cuestiones de trabajo. A partir de los años 90 del siglo pasado el flujo migratorio cambió a raíz del desarrollo económico de España y se convierte, de esta manera, en el receptor de ciudadanos marroquíes, que buscan en el sur de Europa una oportunidad.
El conjunto toma como punto de partida las fotografías de época de Nicolás Muller y Bartolomé Ros, dos autores fundamentales, para llevar al espectador al norte de África durante la primera mitad del siglo pasado, y conecta, en un desarrollo armónico, con otras de creadores contemporáneos del siglo XXI. "Se trata de un encuentro a través del tiempo que nos permite no sólo recapacitar sobre el pasado y el futuro, sino sobre cómo se construye la identidad de un territorio a través de su imagen", asegura D'Acosta.
Por eso, Expectativa y memoria no es tan solo una selección de trabajos visuales de diferentes épocas, sino que trata de establecer las influencias entre ambos lugares y aproximarse. En Expectativa y memoria hay piezas de artistas desconocidos en España y supone una indagación antropológica llevada a cabo por autores de dos tiempos distintos con referentes sociales y culturales diferentes. Pero lo que les une a unos con otros es la manera de retratar el día a día del norte de Marruecos.
Chefchauen, 2006. Castro Prieto
La muestra llega desde Sevilla pero enriquecida con las imágenes del pionero del documentalismo en España Nicolás Muller (Orosháza, 19013 - Llanes, 2000). Sus imágenes, al igual que las de sus compatriotas Robert Capa o Brassaï, transmiten su preocupación por las personas y que se ven en de sus trabajos realizados para la Alta Comisaría de España en Marruecos sobre las ciudades de Tetuán, Larache, Tánger y Melilla. También las imágenes en color de Atín Aya (Sevilla, 1955-2007), que se muestran por primera vez, en las que retrata el trajín de la calle y se oponen a sus obras en blanco y negro, esas que muestran la estaticidad de sus retratos.También hay una sección especial que homenajea a la joven fotógrafa Leila Alaoui que murió en los atentados de Burkina Faso el pasado mes de enero. Se encontraba en el lugar realizando un trabajo para Amnistía Internacional. Aunque era poco conocida en España se le consideraba una de las fotógrafas con mayor proyección de futuro tanto en Marruecos como en Francia. De mirada sensible, supo retratar la dignidad y el orgullo de los olvidados. Recorrió en coche las regiones de su país para captar la identidad de sus habitantes y capturar la variedad étnica, la mayoría árabe o bereber, que aún pervive en Marruecos. La peculiaridad de esta artista es que establecía su estudio en la calle, en las plazas y zocos para invitar a anónimos a posar para ella pero aunque muchos recelaban de hacerlo, los que se animaron muestran la cotidianeidad de la vida diaria, su seguridad y confianza. Así, lo que consigue con la serie se convertirá en la memoria de costumbres, oficios y prácticas seculares provenientes de tradiciones tribales, modos que sin remedio acabarán desapareciendo absorbidos por la globalización y el ritmo de la vida contemporánea.
Los once artistas contemporáneos cuya obra dialoga y completa la mirada de Nicolás Muller y Bartolomé Ros, son: Atín Aya (Sevilla, 1955 - 2007), Miguel Trillo (Jimena de la Frontera, Cádiz, 1953), Lucas Gómez (San Sebastián, 1972), Manolo Espaliú (Sevilla, 1970), Carla Andrade (Vigo, 1983), Francis Tsang (Londres, 1966), Yasmine Taferssiti (Tánger, 1988), Leila Alaoui (París 1982-Burkina Faso, 2016), Omar Mahfoudi (Tánger, 1981) y Bruno Barbey (Marrakech, 1941) y Juan Manuel Castro Prieto (Madrid, 1958). Precisamente, este último autor fue distinguido a finales de 2015 con el Premio Nacional de Fotografía.