Antoni Pitxot

Antoni Pitxot, pintor y director del Teatre-Museu Dalí de Figueras, patrón vitalicio de la Fundación Gala-Salvador Dalí y amigo íntimo del artista ampurdanés, ha muerto a los 81 años. Es autor, junto con el genio surrealista, de los cuatro "monstruos grotescos" que decoran el patio interior del espacio museístico de Figueras. Desde su inauguración el 28 de septiembre de 1974, Pitxot había ejercido como director de centro daliniano y su vínculo con Salvador Dalí creció en el tramo final de la vida de éste último.



Su obra se encuentra en diversas colecciones particulares, en el Teatre-Museu Dalí y en el Centro Internazionale di Studi sulla Comunicazione Umana, con sede en la Villa Barbariga de San Pietro de Strà. Pitxot recibió en septiembre de 2004 la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y en marzo de este año el Ayuntamiento de Cadaqués aprobó su nombramiento como hijo predilecto del municipio.



Precisamente, el Museu Municipal de Cadaqués y la Fundación Gala-Salvador Dalí han presentado este viernes la exposición temporal Dalí. Pitxot. Cadaqués. Entorno a la pintura, que rinde homenaje a la larga amistad y colaboración de ambos y se podrá ver hasta septiembre. La exposición consta de 68 piezas, 30 obras de Dalí, 37 de Pitxot de la colección Dalle Molle y una pintura de una colección particular de Cadaqués, además de 19 fotografías actuales.



Pitxot nació en Figueras el 5 de enero de 1934 en una familia de tradición artística y muy relacionada con los Dalí, y vivió en San Sebastián desde 1946 a 1964, donde tiene como profesor de dibujo a Juan Núñez Fernández, quien también lo había sido años antes de Dalí. En 1964 se instala en la casa familiar de Cadaqués y dirige su atención hacia los objetos de su entorno, las piedras de Cadaqués, de las que hace surgir visiones anamórficas, antropomórficas y alegóricas, e inicia su amistad con Dalí.



En 1972, Dalí visitó a Pitxot en su taller y le invitó a realizar una exposición de su obra en el Museu Dalí de Figueras, que se inauguró en 1974, y del que Pitxot fue director desde entonces; en 1975, en colaboración con Dalí, realizó los cuatro 'monstruos grotescos' del patio interior del Teatro-Museo. Entre Pitxot y Dalí se estableció una gran comunicación y una complicidad estética, mantuvieron un intercambio permanente de comentarios y opiniones, y en los últimos años de la vida del genio ampurdanés lo acompañó en todo momento.