Ferrán Barenblit, director del CA2M desde 2008

El Centro de Arte 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid celebra sus cinco años al frente de la creación más contemporánea

Parece que lo estábamos esperando. Tal día como hoy, hace cinco años, la Comunidad de Madrid inauguraba el que pronto iba a convertirse en centro de arte contemporáneo de referencia de la zona centro. Mientras otros proyectos se desinflaban o desaparecían por falta de presupuesto, Madrid ponía en marcha un nuevo espacio en Móstoles, en la periferia metropolitana: más de dos millones de presupuesto anual, casi 6.000 metros cuadrados y las 1.500 obras de la Colección de la Comunidad. Y, a pesar de algunos augurios agoreros, demostró que podía con todo. Desde 2008, el CA2M ha recibido a 350.000 visitantes y ha inaugurado 31 exposiciones, con algunos de los nombres más rompedores que han pasado por la contenida cartelera artística: Gregor Schneider, Sonic Youth, Aernout Mik , Halil Altindere…



Y en cuanto al personal, Ferrán Barenblit (Buenos Aires, 1968) es el nombre que casi desde su inauguración asociamos al CA2M. Llegó a Madrid hace cinco años procedente de Barcelona tras presentarse a un concurso público y dejar su puesto en el Centro de Arte Santa Mónica. Suyo es el ideario que atraviesa la antigua Casona de Móstoles de cabo a rabo, desde los montajes de la colección -siete contando el que inaugurará el próximo 7 de junio-, hasta los programas públicos y, por supuesto, las exposiciones temporales. "El argumento principal de todo lo que hacemos es un continuo cuestionamiento de la realidad a través del arte. La ironía, la complicidad con el espectador, el pensar con el cuerpo y la biopolítica están entre nuestros intereses. La visión crítica sobre el sistema económico y la observación de la historia son elementos recurrentes", explica.



Pero hay otros, comisarios jóvenes a los que el CA2M ha abierto sus puertas y que gracias al centro han encontrado el vehículo para mostrar sus tesis: lo hicieron, por ejemplo, Virginia Torrente en Gustos, colecciones y cintas de vídeo (2008); Sergio Rubira y Mónica Portillo en Imaginar-historiar (2009); Aimar Arriola y Manuela Moscoso en Antes que todo (2010); Andrés Mengs y, de nuevo, Torrente en Estación experimental (2011); Iván López Munuera en Pop politics (2012); y Javier Hontoria lo hará este año en Sin motivo aparente.





Vista de una de las salas de la exposición 5 años



Como todos los centros y museos, el CA2M ha visto reducirse su presupuesto en los últimos tiempos, aunque en su caso no ha sido drástico: sólo un 10 por ciento. Las compras se han mantenido gracias, sobre todo a los fondos provenientes del 1 por ciento cultural. En estos cinco años se ha adquirido obra por valor de 2.600.000 euros y para este año disponen de 55.000 euros, suficiente para mantener las compras distinguidas con los premios ARCO, Estampa y MadridFoto. "También -añade el director- hay incorporaciones que llegan por otras vías: la donación, por ejemplo, de Heineken a través del Premio ARCO, las que hacen algunos artistas tras exponer o las que se logran con acuerdos concretos, como el alcanzado con la Fundación SAHA que permitirá conservar la obra que Altindere ha producido para su exposición aquí". Y es que la producción de obra sigue siendo esencial para el centro, así como la publicación de buenos catálogos. Pero, insiste: "Gastar mucho no es sinónimo de calidad. Se puede ser ambicioso sin ser millonario".



- ¿Y cómo se compite con Dalí y desde Móstoles?

- No se compite. Bienvenido sea Dalí y el creciente interés de los madrileños por el arte contemporáneo, porque algunos buscan más y se acercarán hasta el CA2M para visitar Pop Politics o Halil Altindere. Estar en Móstoles es un activo impagable. Si tuviera la capacidad mágica de resituar el Centro en cualquier otro rincón de Madrid lo pondría exactamente donde está: no hay mejor lugar para trabajar, para pensar la ciudad contemporánea (lo que es equivalente a la sociedad contemporánea) que su área metropolitana.





Tercera planta del CA2M



- En este sentido, ¿cómo valora el acercamiento al arte contemporáneo por parte de su público más cercano, el de Móstoles?

- Con mucha satisfacción. Año tras año comprobamos como se van venciendo algunas de esas barreras invisibles y se incrementa el público local. Si tuviera que definir una estrategia para nuestro trabajo con la audiencia, hablaría de la voluntad de crear microcomunidades. Algunas son claramente detectables, como los adolescentes - un grupo muy definible porque son ellos mismos los que marcan las reglas de cómo acercarse a ellos. Los programas públicos cumplen una función clave no sólo para que vengan, sino para que esa vinculación sea intensa y a largo plazo. No obstante, el trabajo con la audiencia es una tarea que nunca tiene un fin, especialmente con el entorno más cercano.



En cuanto al modelo exterior, con la organización de las kunsthalles alemanas siempre en mente, el director ha trabajado estos cinco años con el Malmö Konsthall en Suecia o Salt Istanbul en Turquía; en México, con el Museo Carrillo Gil, el Museo de la Ciudad, el Museo Amparo de Puebla; en Argentina con el Castagnino Macro de Rosario. Además, hace dos años entre ocho centros situados en áreas residenciales como el CA2M creamos Cluster, como un espacio en el que compartir experiencias y estrategias. El Showroom de Londres, Casco de Utrecht, Tensta Konsthall de Estocolmo, Les Laboratoires en Aubervilliers, CAC Bretigny, Parasite en Lubljana e Israeli Center for Digital Arts en Holon están en la red. "Sí -responde tajante a la pregunta de si es el momento de este tipo de espacios más pequeños- este centro tiene más posibilidades que otros. La Comunidad de Madrid acertó en su dimensión".





Reccesion de Karmelo Bermejo, una de las obras expuestas en 5 años



Hoy, con la exposición 5 años, el CA2M resume su existencia en 34 obras de arte de los últimos 20 años. Piezas que desde 2008 se han sumado a la colección, adquisiciones, producciones para exposiciones y premios otorgados en los diferentes certámenes que celebra la Comunidad de Madrid. La fotografía, base de los fondos, sigue siendo predominante y aquí podemos ver obras de artistas como Rubén Acosta, Paula Anta, Pierre Gonnord, Txomin Badiola, Gerardo Custance y Jacobo Castellano, en un intento de indagar en la naturaleza de las imágenes y el modo en que éstas influyen en la construcción de los cuerpos y subjetividades. Pero también se muestran piezas de Juan Ugalde, Marcel Dzama, Karmelo Bermejo, Luis Bisbe, Wilfredo Prieto, MP & MP Rosado, Alexander Apóstol, Mike Leal o Javier Arce, entre otros.