Ortiz Echagüe en el laboratorio africano
El MNAC de Barcelona muestra por primera vez las fotografías de juventud tomadas por el fotógrafo en el Norte de África. Son 78 imágenes de la colección del Museo Universidad de Navarra.
15 marzo, 2013 01:00Siroco en el Sahara, 1965
La exposición empieza con su trabajo como fotógrafo del ejército porque es así como llega al norte de África. Procedente de una familia de tradición militar, en 1909 fue destinado al Rif, en el área de Melilla. Allí fue jefe del servicio de fotografía de la Unidad de Aerostación y aquí se ha intentado recoger también ese material: postales con globos y vistas aéreas que ni están firmadas ni él las consideraba obra estrictamente hablando pero que, como avanza el responsable de la muestra, ya se vislumbra en ellas cierta relación entre la fotografía documental y el arte.
Arte y documento
Y es que el núcleo de la obra de Ortiz Echagüe está aquí. En unos pocos años de trabajos africanos, realizados entre 1909 y 1915, se hace patente la dicotomía entre el arte y el documental tan presente en su carrera; la experimentación -fotos rayadas o composiciones horizontales propias de Rodchenko- que muestran a un fotógrafo más ágil y dinámico que a lo que estamos acostumbrados, "menos solemne que su trabajo posterior", dice el comisario. Pero, por otro lado, aquí se gesta el canon de su obra madura, el origen de su serie más importante Tipos y trajes, con la que retrató los tipos populares que le hicieron tan famoso en 1930. "En África -continúa el comisario- ensayó muchos tipos de experimentación pero también emprendió una fotografía documental que, a la vez, pretende ser artística" y que le convirtió en el singular fotógrafo que hoy estudiamos. África será su laboratorio para los grandes carbones, la técnica pigmentaria, la etnografía, las fotos más pictorialistas, algunas casi abstractas.Paisaje rifeño, 1910
Papel internacional
Maestro de generaciones posteriores que vieron cómo la presencia internacional del fotógrafo iba in crescendo, fue corresponsal de la revista Fotograms of the Year entre los años 20 y los 50 y allí publicó con 23 años su primer reportaje; en la década de los 30 se hizo cargo de una publicación vienesa y participó en el Salón de Londres. "La última foto que vemos en la exposición, Siroco en el Sahara aparece publicada en el Salón de la República China, en el Inter Press Photo de Moscú en 1966 y en el Pravda de Lenin", cuenta Javier como curiosidad. El Metropolitan de Nueva York le dedicó una exposición en los 60 y la Hispanic Society tiene obra suya. "Horacio Fernández organizó una exposición en PHotoEspaña hace unos años y, sí, en los últimos tiempos hemos asistido a una revisión importante de su obra. Joan Fotcuberta, por ejemplo, es un gran reivindicador de su figura por lo que tiene de juego entre realidad y ficción". Así lo corrobora esta exposición que se podrá ver en Barcelona hasta el 21 de julio.Además, el Museo Universidad de Navarra, el Museu Nacional de Arte de Cataluña y La Fábrica han editado el catálogo de la muestra: más de cien fotografías y un ensayo de Javier Ortiz-Echagüe que completan y amplían la visita al MNAC.
El fondo de la Universidad de Navarra
En 1990 el propio Ortiz Echagüe dispuso y donó todo su legado a la Universidad de Navarra. Allí su hijo César era profesor de la Escuela de Arquitectura y viendo ya la necesidad de que el legado pasase a manos de una colección y de unos conservadores profesionales, él mismo tomó la decisión. De este modo, 1.500 positivos originales, más de 28.000 negativos, interpositivos, contratipos, equipos fotográficos y material diverso pasaron a disposición de la Universidad y, en breve, estarán expuestos en el Museo que Rafael Moneo está construyendo en Pamplona y que se inaugurará en otoño de 2014. También forman parte del legado una biblioteca especializada, documentación y su colección personal de fotografías de otros autores. Rafael Levenfeld y Valentín Vallhonrat han sido los encargados de estos fondos.