Alex Katz y la música del paisaje
El Haus Konstructiv de Zurich expone por vez primera en el país la obra del pintor octogenario
6 marzo, 2013 01:00Puesta de sol, 2, 2008
Katz, que nació en Nueva York en 1927, vio nacer y crecer a todos los movimientos artísticos desde la posguerra como el Expresionismo Abstracto, el minimalismo, el arte conceptual y el pop. Su paleta solitaria, cálida y austera a partes iguales, miraba con distancia el desarrollo de estas gestas, aunque Museum Haus Konstruktiv trata en esta exposición de acercar a Katz a algunos de estos hitos del arte del último medio siglo y de no dejarle suelto en tierra de nadie, que es como tradicionalmente se le ha visto al pintor. La exposición se titula Landscapes, y los paisajes forman, efectivamente, el grueso de la muestra pero, en el ya longevo diálogo entre abstracción y representación que se da cita en su obra, ¿no deberíamos constatar que toda la pintura de Katz, incluidos sus retratos, constituyen un inmenso paisaje? ¿No podemos, acaso, interpretar muchos de sus retratos, en especial los de gran formato, utilizando términos como "geografía" o latitud"? ¿Cómo ver el magnífico Passing, pintado hace 50 años y hoy perteneciente a la colección del MoMA, como un gran "campo de color", lo que los anglosajones llaman "color field", sólo sesgado por esa media sonrisa algo socarrona del artista?
Tormenta de nieve, 1, 2005
El catálogo de esta exposición suiza cita una entrevista que le realizó David Sylvester en la que Katz afirma que la pintura era un medio que permitía bucear en el interior de uno mismo y explorar cuánto de no verbal y de inconsciente había en la experiencia pictórica. Es a través de estas ideas como su trabajo puede tender puentes con otros de artistas pertenecientes a generaciones posteriores, como Gary Hume o Wilhelm Sasnal. ¿No remiten al primero las dos manchas del antes citado Two Trees, con esa tensión entre los figurativo y lo abstracto? ¿Y ese paisaje con tres áreas de color tan básicas tan certeramente dispuestas de Provincetown? ¿No son visibles las analogías entre ese espléndido y enigmático retrato en blanco y negro de Ada, su mujer y musa, de 1997, Black Ada, y las imágenes y los temas del polaco Sasnal?