¿Cuál es la identidad del arte latinoamericano?
Ocho artistas, presentes en la colección del MUSAC, contestan
9 julio, 2010 02:00Ocho artistas, presentes en la colección del MUSAC y reconocidos internacionalmente, debaten sobre la identidad del arte latinoamericano. Además, el comisario del MoMA de Nueva York, Luis Pérez-Oramas, nos cuenta por qué Latinoamérica está de moda.
CARLOS AMORALES (México, 1970)Debido a su complejidad geográfica, el arte contemporáneo latinoamericano es diferente según las zonas donde se produce. Sin embargo, existen puntos en común que lo singularizan respecto a otras áreas del planeta. Latinoamérica da la impresión de ser una utopia fallida. Hoy, en el arte latinoamericano, es crucial la discusión sobre el pasado reciente, así como las preocupaciones hacia la situación social, por la injusta distribución de la riqueza. Curiosamente el arte latinoamericano tiene la capacidad de digerir y utilizar tanto posiciones figurativas como abstractas, tanto emocionales como conceptuales. Existe una tensión entre lo local y lo global que afecta a todos los artistas latinoamericanos, lo que implica una negociación constante entre los códigos culturales supuestamente "originales" y los del público, tanto local como foráneo. Tal vez lo que defina al arte latinoamericano sea esa ambivalencia, ese estar "en medio" en una negociación entre distintos lenguajes.
FERNANDO BRYCE (Lima, 1965)
El arte latinoamerica se caracteriza por el hecho de estar plenamente presente en el mundo del arte actual sin, necesariamente, tener que definirse como latinoamericano, ésta una denominación para artistas que vienen de un continente muy diverso. Hoy es casi más una categoría geopolítica, que una identidad cultural. Sin embargo, creo que hay una historia en común y una condición continental que definen ciertas preocupaciones y sensibilidades difusamente reconocibles, y muchas de ellas se orientan a una revisión de la historia y de la posición y rol de América Latina en el mundo moderno. Su identidad no es real si se piensa en términos de estilo y es que hubo una época en que casi se podía afirmar que esta identidad sí existía, al menos en las tradiciones pictóricas. En las prácticas artísticas contemporáneas ya no hay denominación de origen. Pero aquello que marca los últimos años el arte latinoamericano es la interconexión de escenas locales aisladas entre sí durante décadas, la incorporación de muchos artistas a los circuitos internacionales y el crecimiento de las diásporas de artistas en Europa y Estados Unidos. A esto habría que sumarle la sensación de pertenencia ya no a una comunidad idealizada por los proyectos del pasado, pero a un bloque geopolítico complejo, en plena convulsión y emergencia.
TANIA BRUGUERA (La Habana, 1968)
Al arte latinoamericano le sigue caracterizando el sentido de urgencia que le inyectan los contextos políticos y sociales y cómo el arte se integra a la vida cotidiana y entra en el mundo de lo real. Podemos ver muchos casos donde el arte sale a la calle y es compartido con un público que no iría normalmente a las galerías. Le caracteriza el modo en que todo esto se transforma en energía, en intensidad. Pero, más que nada, le caracteriza el tema inevitable de la política. Lo que caracteriza el arte latinoamericano es pues, el modo en que reacciona ante el tiempo que debe esperar para recibir el reconocimiento que merecen sus producciones artísticas.
RAIMOND CHAVES (Bogotá, 1963)
Es complicado entender como un todo algo tan complejo y variado como el arte producido en América Latina. El único rasgo más o menos común que se me ocurre sería el de encontrarnos con trabajos que están enfrentando desde el siglo XXI a problemáticas no resueltas, que vienen desde el siglo XVI en adelante
. En ese sentido sería un arte "en el tiempo", un arte vivo contra un contexto dormido, un arte proyectil en un contexto que no para de hablar de mismo. Una práctica artística que, a diferencia de décadas pasadas, sería capaz de asumir y transitar por varias identidades y que, en vez de ensalzar la tierra y sus mitologías, se empeña en poner el territorio patas arriba. Quizás, si tenemos todo eso en cuenta y como hipótesis, podamos definir al arte latinoamericano como aquel conjunto de fuerzas centrífugas y centrípetas que coexistirían en el doble y contradictorio trabajo de a la vez afirmar y negarse como tal.
TERESA MARGOLLES (México, 1963)
No creo que exista un arte latinoamericano como tal. Hablar de una totalidad en realidades socioeconomicas diferentes seria casi imposible resumirlo en un sólo concepto.El arte que se produce actualmente en Latinoamerica no se define únicamente por la situación geográfica, racial o de género. Las formas de producción nos generan temáticas variadas y creo que esa es su gran riqueza. Si es difícil de hablar del arte mexicano ya que existe muchos méxicos donde la situación social del norte del país, cuya complejidad es absolutamente distinta a la del sur o a la del centro por lo que los resultados artísticos responden a distintos estímulos, criticas y contradicciones.
ÓSCAR MUÑOZ (Popayán, Colombia, 1951)
La fuerza y la vitalidad del arte latinoamericano de hoy es producto de sus profundas relaciones con la región, con los procesos diversos, las condiciones particulares y contradicciones con las que conviven. El arte latinoamericano ha logrado desmarcarse de las idealizaciones y los estereotipos establecidos, tanto desde fuera, como desde dentro del territorio. Sobre esa idea de identidad latinoamericana Gerardo Mosquera lo dice de modo inmejorable: "El arte latinoamericano vive hoy uno de sus mejores momentos, sobre todo porque está dejando de ser arte latinoamericano".
PEDRO REYES (México, 1972)
Lo que caracteriza al arte latinoamericano es la fascinación que sentimos por nuestra propia modernidad, es decir el siglo XX. Creo que recurrimos con mayor frecuencia a la abstracción, el constructivismo, al legado político y literario de nuestra región. Los modelos europeos y norteamericanos están presentes como parte de la conversación pero no se recurre a ellos como una genealogía indispensable.
CARLA ZACCAGNINI (Buenos Aires, 1973)
Hay que preguntarse por la construcción de ese lugar, que no es un lugar geográfico, sino una construcción ideológica. No creo que exista una identidad del arte latinoamericano. Creo más en una proximidad generacional, con artistas de dentro y de fuera de Latinoamérica. Por otro lado, no hay duda de que la obra de Cildo Meireles, por ejemplo, está más presente en mi imaginario (y, creo, en el de la mayoría de los artistas brasileños de los últimos veinte años) que la de Nedko Solakov. Puede ser que eso haya creando una serie de diálogos, confrontaciones y derivaciones que tal vez terminen por configurar algún tipo de linaje histórico permeado por cuestiones geográficas.