María López Vallecillo: “Que la mujer cobrase por trabajar en un hospital no fue fácil de asumir”
‘Enfermeras: Mujeres protagonistas en los conflictos bélicos de la primera mitad del siglo XX en España’ indaga en los inicios de la profesión en nuestro país
10 noviembre, 2021 09:00A pesar de que su labor fue imprescindible para el cuidado de los enfermos y heridos durante la Campaña de Marruecos y la Guerra Civil española, la imagen social que se proyectó de las enfermeras a menudo se centró más en sus cualidades físicas y morales que en su profesionalidad. Bajo esta premisa, en su libro Enfermeras: Mujeres protagonistas en los conflictos bélicos de la primera mitad del siglo XX en España, publicado por EUNSA, María López Vallecillo regresa a esos años convulsos para aportar una nueva visión de la participación de las mujeres y su trabajo en los conflictos armados, así como el nacimiento de la profesión en España en 1915 y su desarrollo en las décadas posteriores. Un recorrido del que apenas, incide, existe documentación, “lo que hace pensar en el valor que se ha dado a la aportación de las enfermeras a lo largo de la historia”.
“Me ha llamado la atención la fuerza con la que los estereotipos del pasado, construidos alrededor del rol de las enfermeras y su imagen, en algunos casos, continúan anclados en el presente -reflexiona ahora la profesora universitaria-. Es necesario poner en valor la trascendencia de la aportación profesional de las enfermeras en los distintos contextos y su contribución a la transformación profesional para dar respuesta a los cuidados de forma autónoma en el ámbito sanitario, tanto en la asistencia, como en la gestión, la docencia y la investigación”.
Pregunta. En este contexto, ¿qué importancia tuvo la evolución de la enfermería en la emancipación de la mujer y cómo fueron sus inicios?
Respuesta. La enfermería fue una profesión socialmente aceptada que permitió a las mujeres participar en la esfera pública gracias a su vínculo con los cuidados. Los inicios fueron complejos, que las mujeres recibieran un salario por cuidar y trabajar en los hospitales no fue fácil de asumir socialmente. De hecho, no desapareció el trabajo voluntario y no remunerado, como fue el caso de las damas enfermeras de Cruz Roja. La enfermería a principios del siglo XX abría las puertas al mundo laboral a las mujeres, la Campaña de Marruecos visibilizó la necesidad de su trabajo, la Segunda República a la vez que daba mayores concesiones en la esfera pública a las mujeres, apostaba por la profesión a través de la formación, y la Guerra Civil dejó patente la necesidad de enfermeras capacitas para dar cobertura a las necesidades asistenciales durante el conflicto.
P. Es uno de los capítulos que aborda en su libro, ¿cómo fue esa participación de las enfermeras en la Campaña de Marruecos?
R. Las enfermeras profesionales, damas enfermeras de Cruz Roja y Hermanas de la Caridad lideraron los cuidados en los hospitales durante el conflicto. Se implicaron activamente independientemente de la dureza del trabajo, la inseguridad y el peligro que asumieron en la zona del protectorado. Es importante señalar que las damas enfermeras no recibieron ninguna remuneración económica, ni tuvieron derecho a manutención y alojamiento durante su movilización, lo que no impidió que se presentaran como voluntarias para trabajar en los hospitales.
La gestión de la duquesa
P. En ese sentido, ¿qué importancia jugó Carmen Angoloti en el conflicto y qué destacaría de ella?
R. Carmen Angoloti, duquesa de la Victoria, lideró la gestión de los hospitales de Cruz Roja en la zona del protectorado durante la Campaña de Marruecos. Como dama de confianza de la reina Victoria Eugenia asumió la responsabilidad sanitaria de dar cobertura asistencial a sanidad militar durante el conflicto, encargándose de establecer la red de hospitales de Cruz Roja, de su mantenimiento y dotación de personal, principalmente de damas y enfermeras. Destacaría su capacidad de trabajo, liderazgo y gestión, demostró cómo una mujer podía participar activamente en la gestión sanitaria, además de contribuir a visibilizar la importancia del trabajo de enfermeras y damas durante la Campaña de Marruecos.
P. Comenta en sus conclusiones que “se les pidió ser dulces, cariñosas, abnegadas, alegres, bondadosas, maternales, delicadas, discretas, instruidas y observadoras”, ¿cómo afectaba esta presión moral en el desarrollo de su trabajo y cómo cree que ha contribuido en perpetuar un estereotipo sobre la profesión de enfermería?
R. Tanto los manuales formativos, a través de lecciones teóricas tan específicas como “cualidades físicas y morales de la enfermera” y la prensa en las noticias cuyas protagonistas eran las enfermeras jugaron un papel importante en la configuración de la imagen oficial y social de las enfermeras. Más que presión moral, diría que presión social, qué esperaban de su trabajo, del desempeño del mismo, estos estereotipos las alejaban de su cualificación profesional y las vinculaba con su rol como mujeres. Esto lleva a reflexionar cómo es posible que en el siglo XXI estos estereotipos sigan presentes, alejados de las competencias profesionales y la capacidad para desarrollar el trabajo.
P. Llama la atención que esta exigencia de que las enfermeras fueran así se mantuvo tanto en el bando nacional como en el republicando durante la Guerra Civil, ¿qué diferencias encontró en el tratamiento de la mujer entre un bando y otro?
R. La ausencia de fuentes documentales republicanas dificulta establecer estas diferencias. Los manuales formativos de la Segunda República, que no desaparecieron durante la guerra, y sirvieron de apoyo para la elaboración de otros nuevos, mantuvieron las lecciones relacionadas con las cualidades físicas y morales de las enfermeras y sus lazos con la imagen oficial. La prensa, tanto nacional como republicana atribuía las mismas cualidades morales a las enfermeras, relacionadas con su rol como mujeres, perpetuando la imagen social. En el caso de la zona nacional, la correspondencia de Mercedes Milá, como Inspectora de los Servicios Femeninos de Sanidad Militar, con sus delegadas, refleja la importancia de la disciplina y la moralidad entre sus enfermeras. En el caso de la zona republicana no he encontrado fuentes documentales de este tipo, lo que dificulta establecer esta correlación. El punto de inflexión aquí, es cómo se veían esas enfermeras, cuáles eran sus inquietudes, y eso lo tenemos en sus diarios y memorias, alejadas de estos atributos y centradas en su trabajo. Algo similar sucede ahora con cómo ve la sociedad a las enfermeras y cómo se ven ellas.
Enfermeras y espías
P. En ambos lados sufrieron además detenciones y acusaciones de espionaje, ¿cuál era el bando más peligroso para ejercer la enfermería? ¿Hasta qué punto había un riesgo real de que las enfermeras fueran espías?
R. El peligro lo asumieron en los dos bandos, tanto por el propio conflicto en sí, como por el riesgo de infecciones, carencia de alimentos y condiciones higiénicas adecuadas que las llevó a enfermar. Las enfermeras profesionales y damas enfermeras de Cruz Roja adquirían el compromiso de presentarse en la institución en caso de catástrofe o guerra, para ser movilizadas para trabajar en los hospitales. Esto puede hacer pensar que independientemente de su ideología debían presentarse en los distintos comités, lo que podría contribuir a que en algunos casos se infiltraran para obtener información. Las mujeres querían ayudar y por eso muchas se presentaron como voluntarias para trabajar como enfermeras, podría ser que alguna lo hiciera como espía. No he encontrado documentación que permita hablar de un riesgo real, más bien han sido casos puntuales y alguno de ellos acusaciones falsas, como el caso de Ana Pibernat, que estuvo bajo vigilancia por haber cuidado de los heridos nacionales y haberse aprendido sus himnos.
P. Habla de mujeres que no solo no se exponían al riesgo, sino que además preferían estar destinadas cerca del frente, ¿cómo eran las enfermeras que participaron en la Guerra Civil?
R. Las enfermeras fueron mujeres que quisieron formar parte de la guerra, ayudar y contribuir con su trabajo en el conflicto. En el caso de las enfermeras profesionales hay que destacar que fueron mujeres jóvenes que asumieron puestos de gestión como jefas de sala y formaron parte de los equipos quirúrgicos, muchas de ellas acaban de obtener el título cuando se inició el conflicto. La mayoría de las enfermeras voluntarias también fueron muy jóvenes, en caso de ser movilizadas lejos de sus domicilios recibían manutención y alojamiento, pero no un salario, esto lleva a pensar que se movilizaron guiadas por las ganas de ayudar y no por obtener una fuente de ingresos. Diría que las enfermeras fueron mujeres con inquietudes, con ilusión, capaces de hacer frente al trabajo con buena disposición y la mayor profesionalidad.
P. ¿Cómo ha sido el tratamiento informativo e histórico que se le ha dado a estas mujeres? ¿Se ha invisibilizado e infravalorado el papel de las enfermeras en los acontecimientos históricos?
R. El trabajo de las enfermeras se plasmó en la prensa republicana y nacional, pero siempre vinculado a las connotaciones morales femeninas. Se invisibilizó la parte profesional alejada de su rol. El hecho de ser mujeres contribuyó a infravalorar su trabajo, por eso el análisis del pasado debe ayudarnos a entender dónde estamos y asumir hacia dónde queremos ir. Si a las enfermeras no se las invita a formar parte de las mesas de toma de decisiones en el campo sanitario y se las diluye entre el colectivo sanitario se perpetúa su invisibilidad e infravaloración.
P. Otra de las mujeres de las que habla en su libro es la mencionada Mercedes Milá y Nolla, ¿cuál fue su relevancia?
R. Mercedes Milá, como Inspectora de los Servicios Femeninos de Sanidad Militar, gestionó el trabajo de las enfermeras profesionales y voluntarias en los hospitales militares nacionales. Responsable de la formación que recibieron las voluntarias, de su trabajo, destinos y permisos. Su capacidad de trabajo, formación y experiencia profesional fueron importantes a la hora de asumir el mando como inspectora dentro de una estructura jerárquica militar liderada por hombres. Mercedes Milá contribuyó al desarrollo de la profesión y luchó por lograr mejores condiciones de trabajo, incluido un salario, para las enfermeras movilizadas. Es una figura clave de la enfermería española que una vez terminado el conflicto continúo vinculada con la profesión y su desarrollo.