El calor de la noche: finalistas
Concurso de poesía conducido por Joaquín Pérez Azaústre
6 agosto, 2020 17:02Y los veinte poemas finalistas son:
Eliseo
Es postizo el vapor que nos envuelve.
¿Acaso no lo sientes como caballo ronco,
O como chimenea que mastica la noche?
Frida Roffe
El café inaugura el triunfo
de la bruma solar
sobre luciérnagas ingenuas
Wonderland
Resiste los fogonazos del reloj
estallando como bombas incendiarias
en el océano de su espalda.
MJR
Jadea la noche embriagada en vapores.
Sólo en la curvatura de tu hombro
me detengo a respirar.
Ester por siempre
Sobre el nervio del abismo
me protejo con sábanas violentas
para vivir en el soplo de tus dedos.
Braulio Dahuabe
Mientras la noche arrulla sus huesecillos brillantes
el calor sísmico de nuestro abrazo
se vuelve jardín de porcelana.
Calvin
La contraseña de un fuego a tientas
Un licor de piel que emana de los poros
Las moléculas de las aves se encienden.
Wong
Banda sonora de grillos
en el crematorio de los ángeles.
Mis alas son sólo un espejismo.
Laoconte
He soñado con escamas de hielo
temblando sobre la piel quemada
por el sol borracho de la noche.
Cecilia
Las hadas mueren de noche.
Al alba, sus garras extendidas barren
la ruina que oculta la madreselva.
Piel de napalm
Agujas de sangre y marfil
entre tus sábanas de fuego
horizontes de ébano.
Rosario Campos
Me ahoga la almohada de piedra
que desespera la noche
como al velador atento a los fantasmas.
Medea
Parpadea el sudor de sombras
En su entrelazar de hierba
Se abren higos maduros en cintura volcánica.
Carlos Rutilo
En esta habitación ardiente de cuerpos
se ahoga la noche
como un estrepitoso relámpago de caricias.
María José Viz Blanco
Mis versos se inflaman
en hogueras oníricas,
enredadas entre las sábanas mojadas del placer.
Gabriel Pérez
Se oxida la luna
Buscando en el viento
Un sendero hacia el mar
Pablo Cavero
Sábanas sudan lava
en la erupción nocturna
los cuerpos arden de sed.
Marta
En el bochorno del sonámbulo
las pesadillas se ahogan bajo las almohadas
la noche exuda palabras huecas
Mari Carmen Pavón
El olmo inclinaba sus ramas
como sombras temerosas bajo luces de neón.
Un abanico solitario espantaba insectos a su paso.
Huracanblue
Sopor de vísceras pavimenta la calle
Lenguas de asfalto ascienden hasta el quinto piso
Funde a negro el ventanal ardiente
Tema de la semana que viene: “Todo incluido”.