Y los veinte poemas finalistas son:

Hidalgo

Murmuro tus paisajes

hasta que la niebla los fosiliza.

Mi mano ya no existe sin ti.

Perter

Palabras líquidas recorren las venas del viento.

Hablan de ti, danzando entre meteoros.

Tu paisaje germina en mi piel.

Far

Despierto en el interior de tu espejo,

rodeado de mar y sueños de espuma.

Todos mis verdugos están dormidos.

Samaniego

Que los copos de nieve resbalen por tus manos

el polvo de tus libros escriba tus ojos

las flores se deshojen tras de ti

Pablo Cavero

Mi piel apache

gime en la luna del oeste

como el bisonte herido por tu flecha.

Carlos Rutilo

Devuélveme ese abrazo de río castaño

que se estira

como la arena entre los dedos del tiempo.

Montse Soria

El cayado se hunde en la tierra fértil.

Hormigas fluorescentes salen a la lluvia

como llamada suicida a la danza mutante.

María José Viz Blanco

Cogió un puñado de tierra húmeda

y escuchó

los latidos de su madre.

Marta

Anillos perdidos en el bosque

el musgo busca la osa polar,

surcos ocres entre las astillas del otoño

FerS

Como perros enloquecidos mis dedos

desentierran los huesos ciegos y ocultos

en la geografía dormida del deseo.

José Becerra Motriz

Vuelve el niño a tocar la raíz

de sus pies descalzos

donde solo se desgrana la memoria.

Gema Julia

Dos bailarines recortan el cielo

con las puntas abiertas de sus sueños

magullados en el lecho de batalla.

Sra. Tití

Qué podré amar acaso

sino esta piel nudosa

bordada en mis entrañas?

Eliseo

Como pétalo que arde en la piel

Como carbón que arde en el horizonte

Como olvidada humedad de la roca.

Susana Bellido

Es tu piel convulsa noche derramada

es la lentitud en la liquidez de un verso

eres, el salto al precipicio del recuerdo.

Juanjo Maíllo

Memoria de tus dedos guarda el arpa

que le arrancaron músicas astrales,

sinfónicos colores brotaron de sus yemas

Huracanblue

Degüella rosas el ocaso sangrante

Pero tu cuerpo es rocío y tu piel de aurora

En la memoria me sabe a pasto fresco

lisa voraz

A Pau:

el ruiseñor se balancea sin armadura

en el columpio del campo de batalla

el viento susurra al fin en sus plumas

Soledad Cortesana

Entre mis piernas:

la memoria del cierzo,

el disfraz de la nieve.

Wonderland

Aprender a respirar bajo tu lluvia de cenizas,

a lamer el ácido que destilan tus dedos

y sobrevivir.

Tema de la semana que viene: “La confianza”.