Y los veinte poemas finalistas son:
III
El sol cae a plomo
los perros errantes
barruntan tristeza
Bonilla
Hasta el árbol se aferra
a la tierra firme, al fondo de un mar
que se vuelve un desierto.
Juanjo Maíllo
Jinete apocalíptico alancea
lo mismo a rascacielos que alamedas
y los ríos de gente se han vuelto cauces secos
Mía
Alivia este cuerpo extenuado,
perfuma mis cabellos marchitos,
nada evitará que cabalgue mi piel sobre tus poemas.
Natalio Linaceros
Quedémonos aquí. Desde este promontorio
contemplemos serenos a los cuatro jinetes
que espolean sus mulos contra nuestras murallas.
María José Viz Blanco
A la intemperie, completamente solo,
se aferra al hilo invisible de su navío,
que empuja el mar confuso y roto.
Bierzo
Con madera de junco construiré mi impulso.
No me recorre el gemido de las campanas
ni el recelo de la madrugada.
Satie
El aire se hace carne
en cada aliento en llamas
del hombre del renglón herido.
almendra vertis
Ropajes vanos se desgarran
caen con piel ensangrentada
mientras cruzan la senda de los olivos.
Othonèe
Se desflora el vuelo de un zarpazo
de un eco que trepida en la negrura
para, ni así, desenterrar la luz.
Elsa Badillo
Es hora de que limpies el suelo
con tu lengua
para que las palabras sanen.
Bradomín
Solía morar las ramas más altas
inmune a la desdicha de la hormiga.
Hoy juego al ajedrez contra un reloj parado.
Carlos Rutilo
Muere la máscara de mi cuerpo,
en lentos pasos de gangrena
que me vuelven en una triste estatua de verdes gritos.
Belisario Domínguez
porque hallaste una desgarradura en el terciopelo
me obligas a escupir los filos
de tus vidrios azorados.
Eliseo
¿Cómo medir tus tenebrosas tijeras
Si avanzas como perfume ciego
Contra la porcelana de mis orillas?
Laoconte
Cuando te pida que vengas,
huye por los agujeros de luz
que escapan de las murallas.
Badán
Ahora que las hojas son voz
y los árboles, torrente,
germina la urgencia de las orquídeas negras.
Susana Bellido
Afónico desagua el sol
detona la sangre oculta fluctuando
el moho en los barriles.
Berrocal
La fragilidad de los copos negros
sonroja los hombros de las estatuas.
Ya son de arena mis pies.
C.C.Baxter
El lenguaje de los esqueletos
se propaga en un vals de tribu
haciendo camino al hablar.
Tema de la semana que viene: El sosiego.