Ilustración: Ulises
El artista Jorge Galindo (Madrid, 1965) se lo ha pasado en grande en el Lázaro Galdiano. Su exposición, El Gran Juego, es una reinterpretación de los fondos que ha llevado al artista a revisar su propia colección de arte.
¿Qué libro tiene entre manos?
How to see, de David Salle, también estoy releyendo
Mi último suspiro, de
Buñuel y
El eco de los pasos, de Juan García Oliver.
¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Unos cuantos... El que más veces he intentado terminar es
Paradiso, de
Lezama Lima.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café?
Me tomaría unos Jack Daniels con
Jackson Pollock.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
No exactamente cuál, pero sería alguno de la colección Historia Selección de la editorial Bruguera, los Clásicos Juveniles, que venían con viñetas intercaladas.
¿Cuáles son sus hábitos lectores? ¿Es de iPad, de papel, lee por la mañana, por la noche?
Papel y de noche.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
De niño, la primera vez que mis padres me llevaron al Rastro y de adolescente la exposición de
Cy Twombly en el Retiro. Recuerdo el impacto de ver la exposición y pájaros volando dentro del Palacio de Velázquez, por encima de los cuadros, debía haber algún problema en algún ventanal. Algo irrepetible.
¿Quién manda en el mundo del arte?
La pasta, el mercado.
¿El arte contemporáneo es un gran juego?
Es el juego de pintar como forma de vivir, por eso
El Gran Juego es el título de mi exposición en el Lázaro Galdiano. El arte como representación de vida.
¿Con qué cuatro o cinco obras de arte haría un collage?
Con las Pinturas Negras de
Goya... haría una especie de Vía Crucis pagano, una Vía Dolorosa.
Si pintar es un acto subversivo... ¿qué es coleccionar?
Coleccionar es una pasión. Da igual lo que colecciones, es acumular, crear y traer Patrimonio a este país en el que, inexplicablemente, no tenemos una legislación de Patrimonio y Mecenazgo cultural adaptada a la situación actual.
¿Sobre qué aspecto del arte pondría el grito en el cielo?
Sobre el juego de apariencias de todo lo “Arty”... oigo esa palabra y me dan ganas de vomitar.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Las leo, sirven para dar visibilidad a lo que haces en un país con poco interés en el arte contemporáneo.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza por favor de crítico.
La de
Bruce Conner en el Reina, muy rara ocasión de ver su obra. Me interesa mucho toda la generación de artistas alrededor del
Semina de Wallace Berman en el área californiana de los sesenta, Berman, Herms, Jess, Gordon Wagner y... Conner. La era
beat, artistas visuales que trabajaban con el “despojo” y lo convirtieron en un movimiento contracultural específico de la costa del Pacífico.
¿Qué música escucha en casa?
De todo. Todas mis series de cuadros tienen su banda sonora. Ahora estoy pintando unos con los Sleaford Mods.
¿Es usted de los que recela del cine español?
No, el cine es un reflejo de la sociedad. Sí recelo de que los partidos políticos estén subvencionados con más de un ochenta por ciento y no son un reflejo de la sociedad.
¿Cuál es la película que más veces ha visto?
Seguramente
Uno de los nuestros y la trilogía de
La escopeta nacional.
¿Qué libro debe leer el presidente del Gobierno?
Todos los políticos deberían leer
Rebelión en la granja, de
George Orwell.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Tenemos lo mejor y lo peor, tenemos a Goya y tenemos los garrotazos... Amor y odio...
Regálenos una idea para mejorar la situación cultural.
Menos política, menos fútbol, menos IVA... El problema es educacional. La educación artística es una catástrofe, la ‘ley Wert' la quiere convertir en menos que una asignatura “maría” haciéndola optativa en primaria. En cambio la educación física se estudia con libros de texto... así nos va.