Miguel Trillo
"Estoy hablando de una arcadia urbana y moderna"
18 septiembre, 2014 02:00Miguel Trillo. Foto: Domenec Umbert
El que fue el fotógrafo de la Movida inaugura este jueves en Tabacalera Afluencias, la exposición que reúne dos de sus series: Las afueras y la inédita Costa Este-Costa Oeste..
Pregunta.- ¿Qué significado tienen las afueras en esta exposición?
Respuesta.- Se juega con el concepto, es decir, las llamo afueras no solo desde el punto de vista de territorio sino también desde el punto de vista de la estética. En los años 80 el pop y el rock era lo más conocido, por eso en esta exposición me he decantando por el heavy y el hip hop de la segunda mitad de los 80 que se llevaban más en la periferia de Madrid. Lo mismo ocurre con las afueras de ciudades como Hanoi, Rabat o Los Ángeles donde los jóvenes se expresan a través de subculturas que muchas veces están mal vistas.
P.- ¿Dónde iría hoy si tuviese que retratar a la juventud española?
R.- Me metería en un salón de anime o de cómic, porque redunda más, todavía, en la idea que estoy hablando en la exposición. En la Movida yo retrataba a gente que iba a los conciertos de sus ídolos y lo que hacía era convertirlos en estrella. Ahora ellos mismos asumen ese papel, no solamente van al salón manga a ver una ficción sino también a ser fotografiados.
P.- ¿Qué tienen en común las subculturas juveniles españolas con las de Casablanca, Rabat, Hanói, Ho Chi Minh City o Los Ángeles?
R.- Antes existía una cultura occidental con el mundo dividido por el telón de acero. Había sociedades que eran completamente rurales y ahora eso ya no existe. Hay una globalización de las subculturas. Es cosa del pasado que los focos culturales sean solo EEUU o Londres. Si antes de estas ciudades lo fue París y la cultura occidental, ahora los focos se han ampliado a nivel global. En Hanói o Ho Chi Minh City se mira Tokio igual que en Los Ángeles. En Casablanca, Europa y sobre todo España, están ahí pero la influencia de la cultura norteamericana también está muy presente. En todas ellas lo que he hecho es retratar un mundo en el que todos están divirtiéndose. Hoy en día se habla mucho de la juventud de una manera negativa, sobre peleas en la puerta de una discoteca, yo, por ejemplo, estoy hablando de una arcadia, urbana y moderna, eso sí.
Usa Los Ángeles, 2013
P.- ¿Cuándo decidió que debía buscar la movida más allá de las fronteras madrileñas?R.- Fue un cambio progresivo. Los años 80 los dediqué por completo a Madrid. Además de exposiciones sobre los grupos y el público publiqué seis números del fanzine Rockocó, que me autoedité, dedicado a las distintas tribus urbanas madrileñas. Pero en los 90 me puse a viajar por España con dos proyectos. El primero, Souvenirs, trataba sobre la vida moderna en pequeñas capitales de provincia: Lugo, Teruel, Ciudad Real, Palencia, Castellón. Y luego desde Barcelona realicé durante diez años (1994-2004) la serie Geografía Moderna, que fue un viaje por capitales y poblaciones de la Península Ibérica y alrededores, que habían sido fronteras lingüísticas o territoriales. Y ya en los 2000 me lancé al continente asiático, donde sigo realizando el proyecto que he llamado Gigasiápolis, que es sobre la cultura underground moderna en las grandes capitales asiáticas. Todavía no la he expuesto como tal, pero en esta exposición adelanto en exclusiva las fotos que hice en las dos capitales de Vietnam; Hanói y Ho Chi Minh.
P.- Ahora que todo el mundo tiene una cámara disponible, ¿qué cambia en el papel del fotógrafo?
R.- Parece que las tecnologías han cambiado ahora pero es que están en constante cambio. La fotografía que hacía yo a finales de los 80, diapositiva en color, impresa por sistemas cibachrome, directo sobre el papel ya no existe. Ahora se está viviendo el boom de la fotografía con el móvil, pero dentro de poquísimos años lo que hará todo el mundo será vídeos. La fotografía será una imagen fija que quedará para una minoría, como ahora lo son los grabados o las acuarelas. A los fotógrafos no nos preocupa que ahora todo el mundo haga fotos, la gente hace fotos en un parpadeo y sin darse cuenta que la hacen, los fotógrafos vamos mirando, vamos creando.
P.- ¿Y en cuanto a la persona retratada?
R.- En la persona retratada sí es verdad que puede haber un cambio. Antes la gente se pasaba el tiempo mirándose al espejo, ahora la gente pasa mucho tiempo fotografiándose. Tienen experiencia ya que se ponen delante de la cámara, como si hubieran estado toda la vida haciendo castings, saben transmitir.