Amancio Prada
"El dinero, que es dios y no tiene patria, sigue imperando"
13 abril, 2013 02:00Amancio Prada. Foto: Archivo
Presenta 'De Rosalía a Federico' en el Teatro Español.
Pregunta.- ¿De dónde viene la idea para A Rosalía de Federico?
Respuesta.- Fue en una velada íntima en Urueña. José Luis Gómez nos leyó al poeta polaco Milosz y yo canté los Seis poemas gallegos de Lorca. En la pared de enfrente había una portada de un disco dedicado a Rosalía, y Gómez dijo que por qué no conjugar a Federico con ella. Retomé esa idea y empecé a darme cuenta de la sintonía de esos dos príncipes de la poesía, el uno asesinado con 38 años y la otra carcomida por un cáncer a los 48.
P.- ¿Cómo se entrelaza la obra de estos hermanos en tristeza?
R.- En el recital no pudimos imaginar un diálogo de Rosalía con Federico, pero sí a la inversa. Lo que Federico pudo sentir o pensar a leer a Rosalía. La leyó muy temprano, porque con 20 años le dedicó la Salutación elegíaca, que pone en evidencia su admiración. Las canciones se van hilvanando con textos de Lorca. El recital se ha concebido como un viaje desde la arena del sur caliente a la alta lluvia de las camelias blancas, y ya en Galicia es la voz de Rosalía, sus cantares, los que suenan y resuenan.
P.- ¿Tienen una conciencia común?
R.- Ambos visitan los temas perennes de la poesía: la muerte, la belleza, el paso del tiempo... Pero hay una preocupación en ambos, una solidaridad por los humildes, por los que sufren, evidentes en la obra de los dos. El propio Lorca lo reconoce en ese poema revelador de la Salutación: "por toda la gente sin pan que sufrió". Rosalía está muy impregnada del paisaje de su tierra, pero en su corazón "resuenan las alegrías y las tristezas de la gente".
P.- Lo suyo con los poetas libertarios viene de largo.
R.- Viene desde que tenía 17 años, cuando escuché al portugués José Alfonso, y sobre todo a Paco Ibáñez. Canciones como Andaluces de Jaén o La poesía es un arma cargada de futuro concienciaron mi canto en una época casi adolescente en la que andaba rumiando las primeras canciones que hice a Rosalía. Me interesa esa poesía íntima y al mismo tiempo social.
P.- Pertenece a una generación que cantó a la libertad, a la justicia y a la igualdad social. ¿Dónde se quedó todo aquello?
R.- Esos son temas a los que hay que seguir cantando siempre. Antes era más evidente el enemigo, más coercitiva la situación, pero el dinero que es dios y no tiene patria sigue imperando. Y sigue siendo una lacra, una desgracia. Hay que estar atento siempre, porque el poder tiende a abusar irremediablemente, y el pensamiento cada vez se hace más homogéneo. Y la corrección política se impone. Conviene salirse del rebaño, encender otras luces, otras lámparas de la conciencia.
P.- ¿Cree que se le reconoce más fuera de España que aquí?
R.- No me paro a juzgar reconocimientos. Me siento querido, y llevo 40 años cantando y dando recitales. ¿Qué más puedo pedir? Tengo más de lo que necesito.
P.- ¿Qué nos pasa en este país con la cultura?
R.- Consideramos a la cultura a veces como un lujo y le ponemos estos impuestos tan desorbitados, y es un error. Un pueblo que no lee, no escribe, no canta, no va al teatro, no hace películas, es un pueblo pobre. En palabras de Lorca, un pueblo así, que no cuida su cultura, si no está muerto está moribundo. Pero la responsabilidad no es sólo de los estamentos políticos, también es nuestra.
P.- ¿Cómo ve el campo de los cantautores hoy en día? ¿Hay alguno que le seduzca?
R.- Compañeros de mi generación, muchos. Pero no estoy muy informado de las nuevas voces, porque no es un tipo de canción a la que se presta la atención debida en los medios. Hace poco tuve la suerte de ver a Mayte Martín cantando flamenco puro, jondo, y me encantó. Las voces jóvenes lo tienen más difícil que nosotros hace años, aunque hay que reconocer que con las redes sociales se multiplican los senderos. Ya no es tan exclusivo, ni siquiera es prioritario correr por las autovías. Entiendo que son una herramienta de libertad.