Guillermo Cabrera Infante: "Ahora el lema de Castro es 'Patraña y muerte'"
G. Cabrera Infante. Foto: Eduardo Abad
Vive desde hace años Cabrera Infante en Londres, acaso la ciudad menos caribe del mundo, pero Miriam Gómez ha convertido el piso en que viven en una isla en la isla, en una isla barroca y festiva. Incluso hoy.
-¿Cuáles son sus noticias de primera de mano de lo que está pasando? ¿Podría explicar cómo funciona el “boca a boca” entre los escritores cubanos en el exilio”
-En este caso, en el día de hoy, no hace falta el “boca a boca”. Las noticias están en todas partes: en la televisión, en la radio, en el teléfono, en los faxes. Todos los medios de comunicación han dado la noticia porque es de extrema gravedad -aunque el régimen de Fidel Castro comete atrocidades todos los días del año. Lo que ocurre ahora es que el Régimen le ha dado la mayor propaganda posible, como, al condenar en masa a la cárcel -hay que recordar que las encarcelaciones son a cadena perpetua o a 20 años de cárcel, lo que venga primero -porque son castigos ejemplares. Fidel Castro no es el único responsable de lo que ocurre en Cuba, pero él es el primero que da noticias de las condenas que reparte a diestro y siniestro, sobre todo a siniestro. Hay que añadir los fusilamientos de los tres acusados de haber cometido el crimen nefando de haberse robado una lancha de pasajeros para huir al extranjero. A Castro, y su régimen, les gustan los escarmientos. Después de cada condena parecen decir: y que no vuelva a pasar. Lo que ocurre es que pasa una y otra vez. Todos los días hay cubanos que huyen y en su huida enfrentan al mar, a los tiburones y, lo peor de todo, la ira de Castro. Ahora ha desatado sus escarmientos al socaire de la situación en Iraq y en medio mundo. Es un ejemplo clásico del refrán que dice: “A río revuelto ganancia de un pescador”, que es el Máximo Líder. Que es lo que le gusta, ser el Mayor Juez, el que todo lo decide y lo proclama al mismo tiempo. Después del fiscal nadie más ha hablado. Aunque la condena se ha divulgado por todas partes. Ni siquiera sus amigos de siempre han respaldado esta atrocidad, porque es un crimen sin nombre. Todos los fusilados eran negros que trataban de huir del infierno”.
También un buen puñado de intelectuales ha sido condenado a penas que van de la cadena perpetua a 20 años de cárcel. Como Rivero:
-No conozco a Raúl Rivero en persona, pero he hablado mucho por teléfono con él y lo he leído, que es conocerlo mejor. Es un hombre valiente hasta la temeridad. Ha estado antes en la cárcel. El Régimen ha repartido condenas mayores como si las condenas fueran a durar más que el Régimen mismo. Raúl Rivero ha cometido el crimen de lesa majestad de tener en uso una computadora, una máquina de escribir y dos libros de poemas publicados. ése ha sido su crimen, pero todo ha sido fabricado por Fidel Castro y sus miñones, con el testimonio de los agentes infiltrados en su grupo. El juicio y las condenas son peores que las culpas esgrimidas cuando el caso Padilla.
"De la isla del Dr. Castro hay que huir tan lejos como puedas. Haber huido en 1965 y mantener mi exilio me ha salvado la vida"
Inocentes bajo condena
-Sí, por que, ¿realmente es tan peligroso como para merecer veinte años de cárcel? Y si lo es, ¿qué pena cree que le caería a usted si estuviera en la Isla?
-Al revés de la justicia ordinaria todos los cubanos son inocentes que tienen su condena al vivir bajo el régimen de Castro. Todos los días alguien comete un crimen. Eso pasa al vivir bajo el régimen de un hombre que grita “Patria o muerte” a la menor provocación, Castro mismo determina quién vive en la patria y a quién le da muerte. El lema atroz debe ser modificado: “Patraña y muerte” es lo que determina el Máximo Líder. De la isla del Dr. Castro hay que huir tan lejos como puedas. Haber huido en 1965 y mantener mi exilio me ha salvado la vida. Ahora habría estado preso hace décadas o estaría muerto. No habría escrito mis libros o serían prohibidos como hace el Régimen ahora. Uno de sus miñones, llamado Roberto Fernández alias Retamar, dijo en la televisión americana que no se me publicaría en Cuba hasta que yo estuviera muerto. Entonces veríamos. Es lo que ha pasado con Lydia Cabrera, Lino Novás Calvo y Gastón Baquero. Todos sus libros han estado prohibidos en Cuba y ahora que están muertos sus autores, los reclaman como del dominio público. Es una práctica aprendida de la Unión Soviética, pero como son fieles practicantes poderosos, la mantienen todavía en Cuba. Pero todo -los fusilamientos, las cárceles, los libros y la vida perdidos- se remite al día que muera Fidel Castro y sus miñones emprendan la huida. Este día está más cercano cada día.
El tirano troglodita
-Hace unos días Saramago anunció que tras los últimos fusilamientos ya no quería saber nada del régimen cubano, que “hasta aquí habíamos llegado”. También intelectuales como Grass o Tabucchi, poco sospechosos de ser enemigos de la revolución, denuncian sus abusos: ¿qué ha cambiado en Occidente para que comience a caer la máscara que protege al dictador?
"No todo el mundo quiere ser cómplice eterno de un tirano. Habrá más desafectos a medida que Castro se quite la máscara y se muestre como un tirano troglodita puesto al día"
-No todo el mundo quiere ser cómplice eterno de un tirano. Habrá más desafectos en la medida que Castro se quite la máscara y se muestre como un tirano más, es decir, un tirano troglodita puesto al día. Hay expertos en tiranos, como Naomi Campbell, que sabe que no es lo mismo un tirano de moda que un tirano a la moda. Sospecho que cuando habló con Castro no hablaron del tamaño de las faldas o de usar o no usar sostén. Spielberg o Stone habrían hablado de la verdad como ficción o del tamaño de la barba o de tinte para el cabello canoso, porque ellos también están al día. Ahora me acabo de enterar que Stone ha hecho un documental sobre Castro. Stone ha creado el “natural-born killer”. Castro es el perfecto sujeto para Stone, es decir, el criminal nato. Recuerdo las visitas que recibían Hitler o Stalin, en que gente más enterada de la política que los directores de Hollywood, como Bernard Shaw o H. G. Wells, salían mesmerizados al hablar con los tiranos del día. ¿Cómo lo quiere, de vainilla o de chocolate?
Pero no, no es suficiente, no para el escritor, que recuerda el día en que vino a visitarle “la viuda de un hombre famoso por sus ‘ideas de izquierda’ (los nombres no importan porque son intercambiables) Ella había visitado Cuba ‘a su hora’ y me preguntó por la Cuba de ahora y le conté parte de lo que sé y que debiera saber la izquierda, y no me dejó terminar la enumeración de horrores para decir: ‘¡Qué lástima! Cuando todo parecía un sueño’. Y le dije, le tuve que decir, que lo que era un sueño para los visitantes era una pesadilla para los cubanos. La señora pareció caer en una catatonia profunda y me pidió que habláramos de otra cosa. ¿De qué otra cosa? Evidentemente de lo que fuera menos traumatizante, y no pudo oír mi mensaje completo”.
Presión, prisión y represión
Porque Cabrera lleva años denunciando lo que ocurre. Como él mismo dice, “creo haber hablado de la presión y la prisión y la represión en Cuba. Estaría hablando hasta el día del Juicio Final, que espero que sea pronto para Fidel Castro”.
-Hace unos años, el juez Garzón intentó llevar a Pinochet ante un Tribunal Internacional por sus crímenes contra la humanidad. ¿Se imagina a Fidel Castro en esa misma situación? ¿Podría adelantarnos quizás la hipotética acusación que usted presentaría en esa Causa?
-Hace años, cuando acusaba y acosaba a Pinochet, el juez Garzón recibió un dossier completo sobre Fidel Castro y su tiranía activa. El buen juez prometió estudiar los documentos. Creo que todavía los estará estudiando. Había una ley universal de que jamás se enjuiciaría a un déspota en el poder. Garzón, el buen juez, le explicó al cubano disidente en el exilio, que traía todos los documentos verificables de los crímenes cometidos por Castro, que eran más que las acusaciones que sirvieron para hacer la guerra a Sadam Hussein y bajarlo de su trono de poder totalitario. Espero que Garzón vuelva a activar ese dossier, que ha crecido hasta hacerse todo un caso enorme, y proceda a procesarlo., Mi libro Mea Cuba sería mi índice acusador.
Presos sin nombre
Y claro, salen a la palestra, los nombres de Heberto Padilla, de Norberto Fuentes, de Raúl Rivero...
-Los tres (y alguien más) tienen un denominador común: Fidel Castro. Padilla murió en el exilio. Fuentes ha aportado al caso su libro Dulces guerreros cubanos y Raúl Rivero está preso. Sus libros de poemas forman parte de su causa. Fidel Castro lo cambiaría por sus presos en estados Unidos -o, como hizo antes, los regalaría a un visitante del momento, como Jesse Jackson o Manuel Fraga. Antes en Cuba se recibían a los visitantes eminentes con una caja de habanos. Ahora se les dan presos. Después de todo, Castro los produce como si fueran cohibas. Pero el tirano va de capa caída. Ya ninguna razón le concede créditos, y el país está en la miseria absoluta. Su amigo Sadam ha caído ahora y Castro se ha asustado al ver caer al hombre con que compartía hasta hace poco. (Hasta compartían el mismo médico). Pero los que me preocupan más son los presos sin nombre, ese es el Hombre Nuevo que quería Guevara. Las cárceles cubanas están llenas de ellos y el corredor de la muerte lo recorren desconocidos fuera de Cuba. No es la primera vez que Castro fusila a sus enemigos políticos.
"Antes en Cuba se recibían a los visitantes eminentes con una caja de habanos. Ahora se les dan presos. Después de todo, Castro los produce como si fueran cohibas. Pero va de capa caída"
-Sus libros están prohibidos en la Isla, como los de Zoé Valdés o Manuel Díaz Martínez, aunque siguen circulando: ¿a cuánto se cotizan hoy en el mercado negro los suyos?
-Mis libros están prohibidos en la Cuba de Castro desde 1965, que fue cuando salí de Cuba. Se han cotizado en el mercado negro a los más diversos precios: diez latas de leche condensada, por dólares y circulan en una suerte de zamisdat cubano. Hace poco, un ama de casa de Santiago de Cuba que leía La Habana para un Infante Difunto (y esto vino por el cable) y fue sorprendida cometiendo ese crimen nefando por la policía política; como se dice in fraganti, y fue puesta presa y condenada a ¡500 pesos de multa! ¡¡por tener propaganda subversiva!! Eso le pasa ahora a mi lector natural, gente que debe leerme en el interior más oculto y cubrir mis libros con papel de periódico o portadas de revistas cubanas.
-Sé que ha seguido atentamente la guerra de Iraq a través de la CNN, y que, a pesar de ser una postura impopular en Europa, era partidario de la intervención y de derrocar a Sadam: ¿cómo ha vivido los acontecimientos? ¿Esperaba que el régimen se desmoronara sin resistencia?
-A través de todos los noticieros de televisión -menos CNN. Esta parece ser la televisión privada de Castro. Su otrora propietario el hillbilly Ted Turner, va a cazar patos a Cuba y Fidel Castro lo acompaña y hace que un helicóptero de sus fuerzas aéreas espante a los patos en dirección de la escopeta de Ted. Afortunadamente el cazador con asistencia castrista ha perdido su poder. (Parece que las maldiciones cubanas han hecho efecto). Pero su buró noticioso en La Habana se sostiene y sigue al frente una mujercita desagradable, siempre con un acento favorable a Castro. Hace poco uno de sus locutores, que tiene el ridículo nombre de Bernard Shaw, fue a entrevistar a Castro. Ese locutor es negro pero nunca le preguntó a Castro acerca de los negros en las cárceles cubanas, y le permitía a Castro llamarlo Bernie, como si fuera un íntimo. Jamás le hizo una contrapregunta, algo que moviera o conmoviera al dictador cubano. Todo quedaba en familia. La familia CNN.
Sadam, un discípulo de Castro
Castro es para Hussein el padre de la madre de todas las batallas. Es decir, su abuelo en guerra. ¡Cómo no iba a desear yo la desaparición del tirano de Bagdad! Muchos en España, cuando se les acabó el tema de las manchas de fuel, entraban en un tema aún más sucio. Como dijo el segundo de Sadam, Tariq Aziz: “Todo el mundo nos apoya”. Nadie más que “escritor latinoamericano” profesional, eterno aspirante al premio Nobel, que llenó páginas y páginas anunciando y denunciando, pero nunca renunció a su retiro americano, y cuando le duele un callo corre a los Estados Unidos a ponerse en manos de los médicos americanos.
"En cuanto muera Fidel habrá motines y saqueos mucho peores que los que se han visto en Iraq. La llamada Rompezón, con el saqueo de los hoteles de lujo, se quedará en escaramuzas comparada con lo que vendrá"
-¿Se imagina en Cuba escenas de saqueos a museos y bibliotecas, como los que se han vivido en Iraq?
-En cuanto se muera o se vaya Fidel Castro habrá motines y saqueos mucho peores que los que se han visto en Iraq. La llamada Rompezón, cuando se fue Machado al exilio, y cuando huyó Batista y el saqueo de los hoteles de lujo y la rompezón de parquímetros en toda La Habana, se quedarán en escaramuzas comparadas con lo que vendrá. Los hoteles, todos en manos españolas, tendrán un destino aciago, como los espectros del poder de Fidel Castro y de los dueños al 50 por ciento, que son españoles, mexicanos y canadienses. No será un espectáculo edificante pero será la venganza de todos los cubanos a los que está prohibido siquiera visitar esos hoteles, ni siquiera cuando los propietarios actuales están dispuestos a su visita, pero el gobierno se lo impide. Recuerde que Sadam es un discípulo de Castro, a quien imita, aunque de la imitación sólo le sale Stalin. El embargo es el talón de Aquiles de Castro, que siempre llama bloqueo a lo que es un embargo comercial de una sola nación. El vocero de Castro no se cansa de decir que su régimen tiene relaciones -que enumera hasta 165: él sabrá su geografía- con todos los países del mundo menos con los Estados Unidos. Lo que no dicen el amo y sus millones es que la mayor entrada de economía que tiene el país viene en la forma de envíos de los exiliados a sus familiares, menos afortunados porque se han quedado en Cuba. Para burlar el embargo y demostrar que es un cliente solvente, Castro ha pagado al contado las compras que ha hecho a los comerciantes de USA -cuando le debe tanto a Europa, a Japón y a Canadá y a medio mundo. Mientras los negocios, principalmente los hoteleros españoles, no dejan entrar a cubanos más que como criados, a quienes les paga a través del gobierno, que cobra dólares y devuelve pesos.
-Está acabando un libro... ¿por qué no nos adelanta de qué trata, y cuándo lo tendrá terminado?
- Se llamará La ninfa inconstante y será una historia de amor más allá del recuerdo. No sé cuando lo terminaré. Sé que lo comencé en 1995 y la vida y sus accidentes me han interrumpido más de una vez. Como esta entrevista.