La WTA levanta el veto a China tras el 'caso Peng': las razones de un regreso no deseado

La WTA ha confirmado que volverá a disputar torneos en China el próximo otoño. De este modo se levanta un veto que imperaba en el circuito femenino desde hace finales de 2021, cuando lo confirmaron a través de su CEO Steve Simon por el 'caso Peng Shuai'. La tenista asiática aseguró en un primer momento que había sufrido abusos sexuales por parte de uno de los exvicepresidente del país, aunque más tarde lo negaría todo.

Sin embargo, pese a la decisión tomada, la WTA no quería regresar al país del continente asiático. El problema reside en la gran cantidad de dinero que aporta al circuito femenino, pues es donde más torneos se disputan con un total de 9. Aún así dejó entrever en su comunicado su descontento con todo lo sucedido y el nulo avance de las condiciones requeridas.

"Hemos llegado a la conclusión de que nunca lograremos esos objetivos por completo, y serán nuestros jugadores y torneos quienes, en última instancia, pagarán un precio extraordinario por sus sacrificios", indica parte de la nota reproducida por la WTA sobre el asunto.

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Con las WTA Finals a la cabeza, que se disputarán en Shenzhen, y con la presencia de un Masters 1000 en Wuhan, el circuito femenino volverá a presente tras más de 16 meses de ausencia. Las grandes bolsas de dinero repartidas, cifradas en 14 millones de dólares en el caso del torneo de maestras, han obligado a levantar la prohibición de jugar en China para evitar unas perdidas muy importantes.

Una decisión que nunca llegó a tomar la ATP, que siguió viajando al continente asiático para disputar las correspondientes citas en suelo chino. Tampoco lo hizo otro de los organismos con especial poder dentro del mundo del tenis como la Federación Internacional, que no canceló en ningún momento sus compromisos allí.

Garbiñe Muguruza, en Shenzhen Twitter

El caso Peng, detonante

La WTA decidió cancelar sus apariciones en China a finales de 2021, es decir, hace casi un año y medio. La salida a luz de unas declaraciones de la tenista Peng Shuai sobre un abuso sexual de uno de los exvicepresidentes del país desató la polémica y la toma de una drástica decisión. 

Se decía adiós a China, el territorio que más torneo aportaba a la WTA. Una ruptura inmediata tras hacerse eco todo el mundo de las declaraciones y que dejaba al circuito femenino sin algunos de sus torneos más importantes como las WTA Finals y el Masters 1000 de Wuhan, éste de obligatoria visita para las grandes jugadoras. 

Sin embargo, la rectificación de la tenista dejó en una encrucijada al organismo femenino, que decidió mantenerse a pesar de las presiones. La propia Peng Shuai adujó que todo había sido una equivocación y que "era un asunto privado" que había provocado un "malententido".

Aún así, una vez se han asegurado de que la situación de Peng es buena. La WTA se ha cansado de esperar a que haya un cambio radical en sus pretensiones por parte de las autoridades chinas y ha optado por regresar a la normalidad en el circuito. Con ello, las jugadoras podrán volver a pisar los numerosos torneos que se disputan dentro de las fronteras del país.

La tenista Peng Shuai espera un saque durante un partido Europa Press

"Peng no puede ser olvidada a través de este proceso. Es importante que nuestro compromiso renovado en China brinde seguridad continua para Peng y todas las atletas que se beneficiarán de nuestro regreso a la competencia y las oportunidades que brinda el tenis. Es esencial que se escuchen las voces de las mujeres cuando se expresan. La WTA continuará abogando por Peng y el avance de las mujeres en todo el mundo", resalta.

"Si bien no lamentamos nuestra decisión sobre la suspensión, la WTA y sus miembros sienten que ahora es el momento de regresar a nuestra misión en China. Tenemos la esperanza de que al regresar se puedan hacer más progresos", escribían, dejando patente que las vueltas de su regreso se debe a otros motivos.

"Hemos recibido garantías de que los jugadores y el personal de la WTA que operan en China estarán seguros y protegidos mientras estén en el país. La WTA toma este compromiso en serio y responsabilizará a todas las partes", explica parte del comunicado.

El tema económico, primordial

Una de las razones más de peso para dejar atrás el veto a China ha sido el poder que acumulaba el gigante asiático. Llegó a contar con hasta diez torneos en su haber y era la responsable de la bolsa más importante que había en el circuito femenino. Se trataba de las WTA Finals, que alcanzaba unos premios de 14 millones de dólares.

Ese es uno de los principales motivos, pues tenían firmado con el WTA Finals que se disputa en Shenzhen uno de los acuerdos más importantes. Habían firmado diez años de presencia en China por valor de unos 150 millones de dólares. Hasta el momento, sólo se había disputado una edición en 2019, no llegándose a disputar las de 2020 y 2021 por culpa de la Covid-19. La de 2022 se disputó en Fort Worth por culpa del veto impuesto.

Ashleigh Barty, única campeona en Shenzhen, levantando el título. REUTERS

Por lo tanto, a partir de esta temporada, en otoño, se podrá disfrutar de nuevo de torneos tan relevantes en el calendario como Zhengzhou, Pekín, Guangzhou, Nanchang, Hong Kong, Zhuhai, el Masters 1000 de Wuhan y las WTA Finals de Shenzhen.

Otro de los grandes alicientes es el aumento del calendarios, pues gracias al regreso de los torneos chinos se abre el abanico para que las jugadoras puedan decidir abiertamente a las citas a las que acudir. Dotando de una mayor diversidad, pues son unos cuantos más que se unen, o que vuelven, a los que ya estaban presentes.