Indian Wells ha sido el escenario donde Carlos Alcaraz ha regresado a las pistas tras su último problema físico. En su estreno en la pista central del Tennis Paradise, el murciano se ha llevado una contundente victoria por un doble 6-3 frente al australiano Thanasi Kokkinakis.
Triunfo número 99 para el tenista español, que puede llegar a la cifra redonda de victorias en su próximo encuentro contra el neerlandés Tallon Griekspoor. De continuar con una dinámica positiva y proclamarse campeón de Indian Wells al final del torneo, 'Carlitos' recuperará el liderato del ranking de la ATP.
En la pasada edición del torneo californiano, Alcaraz ya fue finalista. Ahora regresa a Indian Wells con el objetivo final de volver a ser el número 1 del mundo. Esto después de que Novak Djokovic no pueda disputar el campeonato al no haber recibido el permiso especial para entrar a Estados Unidos sin estar vacunado contra la Covid-19.
Triunfo voraz
Carlos Alcaraz tan solo tardó una hora y 16 minutos en deshacerse de su rival. En el primer enfrentamiento entre ambos en el circuito, el tenista español únicamente perdió un punto con su saque, volcado en ataque y logrando una rotura en el primer turno de saque del australiano.
Salió a llevarse el partido por la vía rápida y en 33 minutos ya se había apuntado el primer set. Y aunque en el inicio de la segunda manga perdonó una bola de break, logró salir airoso después de un 30-30 con su servicio que acabó por dejar sin efecto la posible recuperación de Kokkinakis en la central de Indian Wells.
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Después de dos primeros juegos tensos en el segundo set, Carlos Alcaraz tomó la directa y al fin consiguió ese break que le lanzó a por la victoria 99 de su carrera como tenista profesional. Con un 3-5 luciendo en el marcador, el de El Palmar se hizo con tres bolas de partido. Y a la tercera fue la vencida con una exquisita volea.
Para rematar la faena y ganarse un poco más a los aficionados californianos, en la cámara no firmó meramente con su nombre, sino que escribió 'I love Indian Wells' con un rotulador rosa. Un guiño al público que se dio cita en la central y que coreó en numerosas ocasiones su nombre a lo largo del encuentro. Su siguiente reto sobre el cemento, imponerse a Tallon Griekspoor, el 36 del mundo.