En Flushing Meadows, Nueva York, solo se vive por y para el tenis desde este lunes y hasta el próximo 11 de septiembre. El US Open pone en juego el último título Grand Slam del año, además de 16 millones de dólares, y de forma excepcional el número 1 del mundo de Daniil Medvedev (Moscú, Rusia; 1996).
Cinco tenistas, que ya son cuatro tras el KO de Stefanos Tsitsipas en su debut, viajaron a Estados Unidos con la aspiración de salir del US Open en lo más alto del ranking ATP. Sin el griego, la pelea se ha reducido a dos españoles (Rafa Nadal y Carlos Alcaraz), el defensor de la corona (Medvedev) y un tapado (Casper Ruud).
Disputada la primera ronda, queda más claro que el mayor enemigo para los españoles es el tenista ruso. En su debut, en dos horas clavadas, arrolló al local Stefan Kozlov (6-2, 6-4 y 6-0) y demostró que el torneo neoyorquino es su territorio.
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Medvedev no es quien mejor lo tiene para salir como número 1. Ese es Nadal, ya que no defiende puntos. Daniil, sin embargo, pone sobre la mesa los 2.000 que le corresponden como último campeón del torneo. La diferencia virtual entre el manacorí y el moscovita es de 745 puntos.
Eso obliga a echar cuentas a Medvedev, al que solo le vale llegar a la final. Si gana otra vez el título, no importará nada más. Si pierde, deberá no hacerlo contra Alcaraz o Ruud y que Nadal no haya llegado a semifinales. Pero si en el US Open hay alguien capaz de luchar contra esto, ese es el ruso.
84% de victorias en el US Open
No hay torneo que se le dé mejor que este a Medvedev, tanto Grand Slam como del resto de categorías. Su balance de victorias es del 84% (contando su triunfo ante Kozlov). 21 victorias y cuatro derrotas en seis participaciones. Nadal, que ha ganado cuatro veces el título en 15 participaciones, está en 85% (65-11).
El ratio de victorias de Medvedev no alcanza siquiera el 80% en ninguno de los Masters 1.000. Es sabido que al ruso se le da especialmente mejor la pista dura que el resto de superficies -13 de sus 14 títulos han sido sobre ella-, pero en el US Open ese idilio va a más.
Es su séptima participación en el US Open, pero hay que poner el foco en los tres últimos. En Nueva York, en 2019, jugó su primera final de Grand Slam en la que perdió precisamente contra Nadal. Un año después llegó a semis, perdiendo contra el tenista que acabó coronándose campeón: Dominic Thiem.
Su gran momento le llegó en 2021, año en el que había perdido la final del Abierto de Australia frente a Djokovic. Siete meses después se pudo vengar del serbio, venciéndole en tres sets y arruinándole de una tacada dos sueños: ganar los cuatro Grand Slam en un año y desempatar la pelea con Nadal y Federer, igualada a 20 por aquel entonces.
Medvedev quiere repetir el camino del año pasado, pero ahora Nadal es su enemigo y no un Djokovic vetado en Estados Unidos por no estar vacunado. Al tenista ruso le dolió su derrota a comienzos de año en Melbourne, en la que sufrió una de las remontadas más espectaculares cuando tenía una ventaja de 2-6, 6-7, 2-3 y 0-40 (para break).
Vengarse de Nadal, si ambos llegan a la final, tendría doble premio en Nueva York. Sin embargo, a Medvedev se le multiplican los rivales este año, empezando por Carlos Alcaraz que compite también en su superficie preferida.
Kyrgios en el camino
El camino para el ruso ha arrancado de forma tranquila. Ganó fácil a Kozlov y en segunda ronda le espera el francés Arthur Rinderknech, número 58 del mundo. Nunca se han enfrentado, pero a priori debería volver a ser una victoria sencilla para Medvedev. En tercera ronda, además, jugaría contra el portugués Nuno Borges (104º del mundo) o el chino Yibing Wu (174º).
De su lado del cuadro se ha esfumado su aparente máximo rival, que era Tsitsipas, pero en octavos llegará lo gordo. No es otro que Nick Kyrgios, que tampoco tiene unos emparejamientos complicados hasta llegar a ese posible cara a cara contra Medvedev. El problema para Daniil es que, probablemente, el australiano sea el tenista más en forma del circuito.
Medvedev y Kyrgios ya se enfrentaron en el pasado Masters de Montreal y la victoria se la llevó el bueno de Nick. 7-6(2), 4-6 y 2-6 para 'cargarse' al número 1. Después de perder la pasada final de Wimbledon, Kyrgios ve que es el momento en el que más cerca puede tener la posibilidad de ganar su primer Grand Slam y va a por todas.
Pese al KO de Tsitsipas, Medvedev (o Kyrgios) tampoco tendría un camino sencillo hasta la final. En cuartos de final le caería el joven Felix Auger-Aliassime, sexto cabeza de serie, o un Pablo Carreño que se consagró en Montreal ganando, entre otros, a Berrettini, Sinner y Hubert Hurkacz. En semis esperaría, a priori, Casper Ruud, el cuarto aspirante en discordia al número 1 de la ATP.
"A no ser que gane todos los torneos que quedan, probablemente será Nadal el que acabe como nº1"
Medvedev defiende título y corona en su territorio. Y eso que lo segundo, referido al ranking de la ATP, lo daba por perdido a comienzos de mes: "Probablemente será Rafa Nadal el que acabe como número 1", decía. El español se lo podría haber arrebatado ya de haber podido competir en Montreal y no haber caído en su regreso en Cincinnati.
Complicado para Medvedev, aunque el ruso pudo sobreponerse del mazazo que fue la brevedad de su primer reinado: 21 días. Tras recuperar el número 1 en junio, gracias a su buen hacer del año pasado -porque este solo ha ganado un título, el ATP 250 de Los Cabos- lo ha mantenido. Ahora es su momento para demostrar que no ha sido de los reyes más insulsos de la historia del tenis.