Allá donde va Nick Kyrgios le sigue la polémica y en la final de Wimbledon no iba a ser diferente. El mayor éxito deportivo en la carrera del tenista australiano acabó en una multa de 4.000 euros. Tuvo sus más y sus menos con una espectadora durante el partido contra Novak Djokovic, costándole una advertencia por "lenguaje obsceno" que ha terminado en sanción económica.
La cuestión aquí es que el partido, como marca la tradición, era presenciado por parte de la Familia Real británica: el príncipe Guillermo, su esposa Kate y su hijo George, de solo 8 años, que se estrenaba en una aparición de este tipo. El pequeño escucharía de boca de Kyrgios diversos insultos dirigidos por este a la grada, a su banquillo y hasta a sí mismo.
Kyrgios no es para todos los públicos. A una aficionada contra la que protestó le llegó a decir que "se había tomado 700 tragos". Las reacciones del príncipe George ante estas situaciones se harían virales en redes sociales. En un momento, incluso, se llevaba las manos a la cara sin comprender lo que estaba ocurriendo con uno de los dos finalistas de Wimbledon.
En redes sociales fue muy comentada la escena. "Kyrgios me asustó. No tenía idea de con quién estaba hablando y gritando durante la final de Wimbledon. El pobre príncipe George debe haber estado traumatizado", decía un usuario de Twitter.
"Estas constantes palabrotas de Nick Kyrgios en la final de Wimbledon justo enfrente del Palco Real y el joven Príncipe George de ocho años son una vergüenza. Espero que lo multen a lo grande", denunciaba otro.
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El príncipe George se robó el show
La aparición del futuro rey, de 8 años, enloqueció a la multitud cuando tomó asiento en el Palco Real de la pista central del All England Club. Se metió en el papel, luciendo un elegante traje azul, camisa y corbata bajo el sol abrasador. Los otros dos hijos de Guillermo y Kate, Charlotte, de 7 años, y Louis, de 4, no asistieron.
El mal trago de George escuchando a Kyrgios quedó recompensado luego de la final cuando pudo conocer al campeón, Djokovic. El serbio le dejó coger el "pesado" trofeo de Wimbledon.
En cuanto a Kyrgios, esta multa se suma al resto que le fueron cayendo durante el torneo. En total, casi 17.000 euros. Hay que recordar que en primera ronda, ante Paul Jubb, escupió a un espectador y en su partido contra Stefanos Tsitsipas se encendieron ambos tenistas y fueron castigados por abuso verbal.
Aunque a Kyrgios seguramente no le importe tener que pagar esas multas. Alcanzar la primera final de Grand Slam de su carrera deportiva le ha hecho ganar más de un millón de libras (1,18 millones de euros). A lo largo de su trayectoria se ha embolsado en premios un total de 10,8 millones de euros.