Dominic Thiem está comprobando en su máxima expresión el significado del dicho que a perro flaco todo son pulgas. El jugador austriaco, inmerso en una mala racha de lesiones y pésimos resultados, ha vivido una situación de lo más extraña en los últimos días. Tanto es así que ha terminado siendo denunciado por sus propios vecinos.
El jugador, especialista en la tierra batida y llamado a ser uno de los candidatos a tomar el relevo de Rafa Nadal sobre el polvo de arcilla, se encuentra ahora mismo en Traiskirchen, un pueblo de Austria. Allí está llevando un exhaustivo programa de entrenamientos para intentar volver a ser el que fue. Un ganador de 17 títulos ATP y un potencial dominador de Grand Slam.
Sin embargo, Thiem estuvo fuera del circuito por una lesión en su muñeca durante un año y desde su regreso en el mes de marzo ha perdido todos los partidos que ha disputado. No ha conseguido brillar ni en el Mutua Madrid Open, ni en el Masters 1000 de Roma ni tampoco en Roland Garros. Por eso decidió regresar a su país para poner en marcha un nuevo plan con el que recuperar sensaciones.
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El austriaco ha concedido una entrevista a la emisora O3 Radio donde ha contado esa anécdota que vivió con sus vecinos. Una parte de sus entrenamientos la lleva a cabo en su propia casa. Por ello, durante un periodo de alrededor de una hora, sus vecinos escuchaban fuertes ruidos, gritos, gemidos y jadeos salir de su domicilio. La periodicidad de este fenómeno y la duración hicieron enfadarse a las personas que viven junto al tenista, quienes llegaron a la conclusión de que se estaba filmando una película para adultos en ese domicilio.
Ante el gran nivel de ruido decidieron llamar a la policía para que pusiese fin a esa producción cinematográfica. Pero para sorpresa de todos, se encontraron que no había película alguna, sino solo a Dominic Thiem intentando volver a ser uno de los mejores tenistas del mundo. Una situación cuanto menos curiosa y que ya forma parte del anecdotario de uno de los grandes representantes de la famosa Next Gen del tenis.
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"No es la primera vez que me pasa esto. Siempre es divertido y hasta lo entiendo, porque a veces cuando entreno grito mucho y hago ruidos raros". Una reflexión que comentaba Thiem en esa entrevista en la que dejaba lo que será una de las grandes historias de su carrera deportiva, más allá de sus éxitos deportivos.
Los planes de Thiem
Más allá de esta situación puntual, Thiem se encuentra atravesando un momento complicado en su carrera deportiva. Después de atravesar por una complicada gira de tierra, ha decidido renunciar a la hierba y no estará en Wimbledon. Los entrenamientos que lleva a cabo ahora en Traiskirchen son en tierra batida y su plan es acudir a los torneos de Baastad, Gstaad y Kitzbühel, los cuales se celebran todos en el mes de julio.
"Todavía fue una decisión un poco difícil porque, por supuesto, quiero jugar Wimbledon, pero también con respecto a los próximos seis meses, fue la decisión más inteligente". Dominic confía en su superficie fetiche para intentar volver a ser el que era. Mientras tanto, se divierte con este tipo de situaciones tan extrañas.