Rafa Nadal se proclamó hace ya varios días ganador de su 14º título de Roland Garros. Una victoria que se llevaba su triunfo número 22 en torneos del Grand Slam. Y todo después de superar momentos muy complicados con la grave lesión crónica que padece en su pie izquierdo y que le está haciendo vivir un completo calvario.
Como se pudo ver en París, la situación de Rafa Nadal es crítica. Tanto es así que el fantasma de la retirada está cada vez más cercano. Una situación especialmente dolorosa, no solo en lo físico, sino también en lo anímico y en lo mental. Como ha demostrado en la capital francesa, físicamente sigue estando a un nivel competitivo que le permite derribar a rivales como Novak Djokovic, Alexander Zverev o Felix Auger-Aliassime.
Por eso le duele tanto tener que pensar en la posibilidad de colgar la raqueta a pesar de que a sus 36 años sigue teniendo tenis para ampliar su leyenda y continuar haciendo historia. Nadal ha tenido que jugar durante buena parte del torneo parisino infiltrado. Unas inyecciones que adormecían algunos de los nervios de su pie para intentar mitigar el dolor aún a riesgo de hacerse más daño y de quedar completamente destrozado cuando el efecto de las mismas se pasaba.
Se podría decir que, aunque durante los partidos no sentía un dolor como tal, Rafa ha estado jugando con un solo pie, con lo que eso significa. Ha sido precisamente esta circunstancia la que ha generado una enorme polémica alrededor de la figura del español. Como viene siendo habitual, los triunfos del tenista de Manacor no caen bien en territorio enemigo a pesar de que después de 17 años de victorias deberían estar ya acostumbrados. Por eso han vuelto a rescatar una vieja excusa, la de la sospecha de dopaje.
Ahora, centrada en esas infiltraciones que ha recibido el manacorí. Una corriente que caló hondo en parte de la prensa y de la que se hicieron eco algunos deportistas de primer nivel, especialmente ciclistas. Los casos más sonados fueron los de Thibaut Pinot y Guillaume Martin. Los escaladores de FDJ y Cofidis no dudaron en criticar que Nadal pudiera jugar, y ganar, Roland Garros infiltrado mientras ellos supuestamente no pueden usar esta técnica para superar las caídas, lesiones y golpes que se producen en carrera.
La defensa de la AMA
Tal ha sido el revuelo que se ha generado que hasta la Agencia Mundial Antidopaje ha tenido que salir en defensa de Nadal para desmentir algunos de los bulos que se han contado. Desde la AMA aseguran que las inyecciones anestésicas que ha recibido Rafa no mejoran su rendimiento deportivo ni suponen ningún perjuicio para la salud.
Por otra parte, la respuesta que se da a esto es que si Nadal, con su lesión en el pie, no podría competir, solo el hecho de poder hacerlo a raíz de esas inyecciones ya supone una mejora deportiva. Una argumentación que tiene varios matices que conviene analizar y que cambian notablemente la versión ofrecida por el ciclismo francés.
Ahora, Olivier Niggli, director general de la AMA, ha querido aparecer ante los medios para indicar que los compuestos utilizados por Nadal "no están en la lista de productos prohibidos por AMA, ya que se estima que no mejoran el desempeño deportivo y que no son perjudiciales". Así lo ha aclarado en una entrevista con la cadena de televisión suiza RTS.
Niggli ha admitido que hay un debate abierto sobre el uso de las infiltraciones. Sin embargo, matiza que este no debe situarse en un marco de dopaje, sino más bien de ética médica: "Hay que cuestionarse si es aceptable que un deportista de elite tenga que someterse a inyecciones antes de un partido. Nadal ha ganado 14 títulos en Roland Garros, y si los 13 anteriores lo consiguió sin necesidad de esas inyecciones, es probable que el decimocuarto no haya sido gracias a ellas".
Los argumentos de la SED
Por su parte, la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SED) ha seguido una línea similar y ha querido defender al campeón nacional de las duras acusaciones recibidas en las últimas horas tras su brillante gesta: "Las infiltraciones anestésicas son procedimientos terapéuticos de amplia y antigua utilización, tanto en el ámbito del deporte como en el laboral y en otros muchos".
Además, han querido desmentir lo que corredores como Pinot o Martin han defendido: "No están prohibidas en el ciclismo por la Unión Ciclista Internacional, tal como se ha indicado por algún deportista de nacionalidad francesa. Relacionar conceptos de infiltración y dopaje es una incorrección y posiblemente esté destinado a sembrar la duda sobre la legalidad de los resultados de algunos deportistas".
Mientras tanto, Rafa Nadal ya ha reconocido que no tiene previsto volver a vivir una situación como la que ha tenido que afrontar en París y que ya probó en Roma. Casualmente, en la capital itálica no consiguió la victoria a pesar de que por momentos también jugó infiltrado.
El ganador de 22 grandes ha comenzado un nuevo tratamiento de radiofrecuencia con el que espera encontrar una mejoría antes de meditar la posibilidad de someterse a una dura intervención quirúrgica. Esta podría terminar con su problema, aunque también podría conducirle a la retirada. De avanzar en su situación, su próxima parada sería Wimbledon.
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