Casper Ruud no ha fallado en su cita con la historia en Roland Garros. El jugador noruego se ha llevado la victoria en la otra semifinal contra el veterano gigantón Marin Cilic. El joven tenista de 23 años era el gran favorito para ocupar la otra plaza en la gran final torneo y se medirá este domingo ante el que es su gran ídolo, Rafa Nadal. El manacorí consiguió su billete a la final tras la retirada de Zverev.
Será un partido especial para ambos, pero sobre todo para un Casper Ruud que idolatra a Rafa Nadal. El balear se ha convertido en una especie de padrino para él al acogerle en su academia. Y si para Ruud era un privilegio entrenar y formarse en las instalaciones de uno de los tenistas más grandes de toda la historia, también lo es para Nadal y para todo su equipo que un jugador que ha pasado por sus pistas esté disputando una final de Grand Slam.
Ruud ha doblegado a un Marin Cilic que a sus 33 años ha conseguido firmar un Roland Garros brillante, muy por encima de las expectativas fijadas al inicio de la competición. Victoria en cuatro sets por 3-6, 6-4, 6-2 y 6-2 en un partido que estuvo marcado por el parón que provocó una espontánea que saltó a la pista para encadenarse a la red como señal de una protesta. El choque estuvo parado durante más de 15 minutos, poniendo la nota discordante a una gran jornada de tenis y emociones en París.
El tenista noruego tenía una clara misión. Había visto cómo su maestro Rafa Nadal se había metido en la gran final de Roland Garros después de la terrible lesión de Alexander Zverev y por eso tenía que hacer todo lo posible para estar el domingo al otro lado de la red. No empezó bien el partido para él, pero supo aguantar y esperar su momento. Sobre todo ante el bajón de un Cilic que fue acusando el paso de los minutos.
A pesar de que cedió la primera manga con claridad, encontró su momento cuando cuando el gigantón perdió efectividad con sus primeros saques. Iba claramente de más a menos. Además, Casper estaba casi obligado a hacer valer su condición de favorito y de especialista de la tierra batida, un rara avis en el circuito más propio de otra época como la de su rival del domingo. Ha ganado un total de ocho torneos en su carrera y siete de ellos han sido sobrel el polvo de arcilla. Este buen resultado le servirá ahora para colocarse sexto del mundo el próximo lunes en su primera gran cita, ya que todas sus victorias han sido en torneos menores.
Ruud pone la directa
El noruego arrancó de menos a más su remontada, empatando el partido en un igualado 6-4. Sin embargo, a partir de ahí no hubo más historia. Ruud puso la directa y terminó cerrando la contienda con un doble 6-2 apoyado en su gran juego de fondo de pista y en una derecha que movió a Cilic de un lado a otro hasta hacerle desfallecer. Ese parón inesperado del tercer set no le descentró y terminó siendo una simple anécdota en su primera semifinal de un Grand Slam.
Este domingo se medirá al que podría considerarse como su maestro. Si para Nadal es otra cita con la historia y con ese récord de 14 Grand Slam en París, para Ruud será un duelo especial y muy sentimental. Él llegó a Manacor, a la Rafa Nadal Academy, cuando era un jugador del montón y salió de ella siendo uno de los mayores talentos del tenis mundial. Ganar al rey en su propia casa sería un cierre para su historia personal magnífico.
[Más información: Rafa Nadal: "Prefiero perder la final y tener un pie nuevo que me permita ser más feliz cada día"]