Malas noticias para Boris Becker. Se han cumplido los malos pronósticos que se habían lanzado sobre la situación del legendario extenista. Ha sido condenado a cumplir dos años y medio de cárcel después de que las autoridades británicas considerasen que había ocultado una fortuna de casi tres millones de euros. El exjugador debería haber empleado estos recursos para pagar sus numerosas deudas después de haberse declarado en bancarrota.
Esto sucedió en el año 2017 después de que saliera a la luz que el mítico jugador debía cantidades cercanas a los 60 millones de euros. Ahora, ha sido condenado a pasar por prisión después de no haber declarado que había solicitados préstamos y gestionado activos que alcanzaban un valor superior a los 2,5 millones de libras, es decir, unos tres millones de euros.
La situación actual del ganador de seis torneos del Grand Slam y auténtica leyenda de eventos tan importantes como Wimbledon es absolutamente crítica. Todo comenzó hace casi cinco años, cuando su situación financiera se hizo casi insostenible. Esas enorme deudas que ascendían hasta los 60 millones de euros provocaron que su estado fuera límite. Por eso, tomó la decisión de declararse en bancarrota para que las personas y empresas que le reclamaban el dinero prestado no pudieran obligarle a pagar.
Sin embargo, una investigación posterior descubrió que tiempo después llegó a generar y controlar una fortuna de unos tres millones de euros sin mostrar en ningún momento ni la más mínima intención de hacer frente a sus deudas. Por eso, las autoridades pusieron en marcha todo el proceso legal en el que se ha visto envuelto durante los últimos años y que le hicieron sentarse en el banquillo de los acusados varias veces.
Estaba previsto que a finales del mes de abril pudiera salir el veredicto definitivo del caso y lo cierto es que no ha tardado en hacerse oficial y en filtrarse la decisión de la justicia británica. De momento, ya se ha hecho público que el exjugador ha sido condenado a una estancia en prisión de superior a los dos años.
No obstante, el final de su historia podría haber sido mucho peor, ya que solo ha sido declarado como culpable de cuatro delitos por un jurado especializado en virtud de la Ley de Insolvencia. Por el camino de este tortuoso proceso que va camino de terminar con una de las leyendas más carismáticas del tenis, Boris Becker ha sido capaz de eludir responsabilidades por los otros veinte cargos que se le imputaban y de los cuales no ha sido considerado como culpable.
El final de Boris Becker
Además, de los cuatro delitos sobre los que sí se le habían encontrado responsabilidades, sustracción de bienes, ocultación de deudas y dos cargos por no revelar su verdadero patrimonio, las penas que ha recibido no han sido las máximas. De haber sido así, a Boris Becker podrían haberle caído hasta siete años por cada uno de ellos, lo que habría hecho una condena de casi tres décadas.
La jueza Deborah Taylor ha sido la encargada de confirmar la sanción que pesa ya sobre el triple ganador del torneo de Wimbledon, quien lleva residiendo en el Reino Unido desde el año 2012. El exjugador alemán se encontraba en libertad bajo fianza y ahora se vuelve a enfrentar a su peor pesadilla, ya que en el pasado ya había tenido problemas similares con la justicia. Fue condenado a pagar medio millón de euros por evasión fiscal entre los años 1991 y 1993 y en 2002 a dos años de libertad condicional por delitos similares. Esta vez, Boris Becker tendrá que hacer frente a algo mucho peor.
El exjugador, después de poner punto y final a su exitosa andadura por las pistas, se pasó a los palcos. Primero como entrenador de algunas estrellas del circuito como el caso de Novak Djokovic, con quien trabajó durante un breve periodo de tiempo. Y después como comentarista, especialmente en el torneo de Wimbledon, uno de los eventos que mejor conoce gracias a sus tres coronas. Ahora, Boris Becker comienza su partido más difícil.
[Más información: La vuelta de Rafa Nadal a las pistas: por qué Madrid, sus lesiones y su plan antes de Roland Garros]