Todo empezó hace ya 26 años, en 1995, cuando Antonio Martínez Cascales montó dos pistas de tierra batida en una vivienda cerca de Villena (Alicante), su pueblo, y se llevó a varios chavales a los que ya entrenaba en su escuela de tenis. Uno de ellos era Juan Carlos Ferrero. Dos décadas más tarde se 'cruzó' con otro talento especial, que ahora es la sensación del circuito: Carlos Alcaraz (El Palmar, Murcia 2003).
La JC Ferrero Equelite, nombre que ahora recibe la academia que fundó Antonio, es el hogar de la nueva ilusión del tenis español que no podrá cerrar el 2021 como le gustaría: jugando la Copa Davis. Este jueves saltó la noticia del positivo en coronavirus de Carlos Alcaraz que le hará perderse el torneo y, por tanto, da por terminada su temporada.
EL ESPAÑOL ha hablado con Antonio Martínez Cascales. Una charla que tuvo lugar antes de anunciarse el positivo, pero en la que se hizo repaso de los inicios y el año de un tenista que en solo unos meses ha hecho todo esto: celebrar su 18 cumpleaños midiéndose a su ídolo, Rafa Nadal, ganar su primer título ATP en Umag, saborear la victoria en los cuatro Grand Slams (alcanzando los cuartos en el US Open), derrotar a tres top 10 (Tsitsipas, Berrettini y Sinner) y ganar las Next Gen ATP Finals. Ha pasado del 141 al puesto 32 del ranking ATP, un 'ascenso' de 109 posiciones.
El primer contacto de Antonio con Carlos Alcaraz fue en un campeonato de España sub14 donde curiosamente cayó en la final. La siguiente vez que lo vio fue cuando Carlos, ya con los 14 años cumplidos, fue a entrenar a su Academia bajo recomendación de su mánager Albert Molina, quien ya había llevado allí a tenistas que luego tendrían una gran carrera como Nicolás Almagro o Pablo Carreño.
Primero fueron solo unos días sueltos en los que Carlos iba y venía desde Murcia hasta la Academia, pero lo suficiente como para conocerle mejor. Hubo un 'flechazo': "Juan Carlos (Ferrero) se fue medio enamorando de su tenis, pero sobre todo de su forma de ser", cuenta Antonio. Y añade: "De todos estos niños que son tan buenos, a la mayoría, por no decir al 99%, se le sube demasiado a la cabeza. Y a este chico no". Cuando Alcaraz cumplió los 15 años, Ferrero empezó a hacer de su entrenador.
Era divertido verle entrenar con quince años porque sabías que iba a hacer alguna cosa fuera de lo normal
No habían tardado en ver que Carlos "tenía un talento excepcional". "Era divertido verle entrenar porque sabías que, con quince años, ya iba a hacer alguna cosa fuera de lo normal en una jugada, en una devolución, en una volea...", recuerda Antonio, que ha visto a lo largo de su vida a los mejores de cerca.
El paso más importante, en el caso de Carlos, se dio al poco de empezar a entrenar con más asiduidad en la Academia y fue cuando se propuso que el chico dejara El Palmar y se mudara con ellos. "No es que sus amigos fueran malos, pero obviamente no eran chicos que tuvieran el objetivo de ser grandes deportistas y tenían los intereses de cualquier niño de esa edad. No era apropiado para él", explica Antonio. La familia y Albert Molina también vieron que era lo más indicado y Alcaraz se fue para Villena, volviendo a su casa en los fines de semana que tenía libres de torneos.
Ferrero - Alcaraz
En estos años, la dupla Ferrero - Alcaraz ha sido inseparable. En la Academia también vive Juan Carlos junto a su familia desde que se retirara en 2012 y Antonio, recalca, no conoce "a nadie que haya visto más tenis desde entonces". "Además de tener toda esa experiencia suya, ve el tenis y la táctica muy fácil", añade sobre un tenista convertido ahora a entrenador que ha crecido junto a él desde los diez años.
"Carlos sabe todo eso y lo respeta mucho. Más allá de esa relación jugador-entrenador, hay una relación de convivencia. Por ejemplo, se van a jugar juntos al golf. En un deporte individual, como simplemente te metas en la pista, entrenes y te vayas, no vas a conseguir que el jugador esté contigo de verdad", explica sobre el vínculo entre Alcaraz y Ferrero.
Preguntado sobre la madurez de Carlos, Antonio tiene claro cómo se ha llegado hasta ese punto en el que, con tan solo 18 años, al jugador no le pese la presión ni siquiera cuando se le compara con una leyenda como Nadal: "Lo primero es que ha tenido unos padres que le han educado muy bien y le han sabido poner en su sitio en todo momento y lo segundo es que está en un lugar donde le ayudamos y estamos solos. Solo vemos olivos, cipreses y algunas rosas que quedan. Estamos en medio del campo y no en una ciudad en la que constantemente le puedan estar comiendo la oreja", apunta.
Aún tiene que perder partidos contra gente que sea el 100 del mundo, pero ya es capaz de plantar cara casi a la mayoría
Sobre el 2021 de Carlos Alcaraz, Antonio confiesa que se han "rebasado" todas las expectativas que tenían puestas todos en la Academia: "El objetivo era el top 50 y, cuando se puso cuarenta y pico, Juan Carlos me llamó y me dijo: 'El cabrón este ya me ha superado'. Porque él lo hizo con un año más. Y le ha seguido superando, efectivamente, porque el tío la verdad que va rápido. Nadie le está metiendo prisa en su entorno, pero va rápido y es natural".
Y Antonio sigue reflexionando al hablar de uno de esos talentos que surgen cada muchos años: "Yo se lo digo a Juan Carlos, si es que el tío está increíble. Aún tiene que perder partidos con gente que sea el 100 del mundo, por ejemplo, eso está claro, pero ahora mismo es capaz de plantarle cara casi a la mayoría".
Carlos está realmente en la posición 21 del mundo, lo de la ATP es escandaloso...
Pero al señalar el puesto 32 de Carlos en el ranking ATP, Antonio hace una importante apreciación: "Está 21 del mundo", que es su posición en la ATP Race que contabiliza los puntos del año. Antonio denuncia que para algunos tenistas se sigan contabilizando puntos de 2019 para la clasificación general por la pandemia: "Si los torneos se reactivan en agosto de 2020, el que no ha jugado desde entonces hasta agosto de 2021 es su problema. Que es que estamos en noviembre... Es escandaloso".
Y entre los afectados por esto está Alcaraz y no solo por lo que dice el ranking: "Carlos ya habría entrado hace varias semanas y varios meses directo en cuadros que no ha entrado".
Al asalto del top 15
Una vez que este año ha dado un golpe sobre la mesa, y con la temporada cerrada al perderse la Davis, la pregunta que nos hacemos todos es la misma: ¿qué podemos esperar de Carlos para 2022? Y teniendo la ocasión de hablar con alguien tan cercano en el día a día a Alcaraz, un servidor no podía dejar pasar la oportunidad:
"Juan Carlos tiene sus ideas que me comentó un poco por encima antes de irse a la Davis, pero no hemos hablado todavía bien. Pero evidentemente tendría que acercarse al top 15. Hablábamos del top 10 y los dos decíamos: 'bueno, vamos a poner el top 15'".
Lo único que se pide, realmente, es que las lesiones "le respeten". "Esperemos que sí, porque se le está cuidando bastante y su fisioterapeuta tiene mucha experiencia", dice. Pero si todo sigue su curso, lo tienen claro: "Es que realmente ya está casi ahí, por lo que subir al 15 sería una cosa natural y sin descartar que vaya más arriba". El nombre de Carlos Alcaraz ya se asoma entre los grandes y solo acaba de empezar.
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