Novak Djokovic se ha proclamado ganador de Roland Garros tras dos días de tenis maravillosos. Quizás se puedan ampliar algo más, ya que ante el italiano Lorenzo Musetti, en octavos de final, el serbio se vio casi fuera del torneo después de estar dos sets abajo. Sin embargo, el joven talento de la Toscana de 19 años se desinfló ante un transatlántico en apuros.
Después de eso llegó su solvente victoria sobre Matteo Berrettini, su heroico triunfo ante Rafa Nadal y su oda al tenis mundial en una final ante Stefanos Tsitsipas en la que ha tenido que volver a salvar dos sets para poder levantar un título que el Rafa ha dejado huérfano tras tantas conquistas.
'Nole' no llegaba en buena forma a París, pero ha sabido adaptarse a la circunstancias para sobrevivir en los malos momentos y sacar su mejor tenis en los días de la verdad. Lo que ha logrado entre las semifinales y la final lo guardará para siempre en su memoria y en su corazón tal y como harán los amantes del tenis, independientemente de que sean aficionados a Nadal o a Tsitsipas.
Jugadores y atletas como Djokovic engrandecen la vida y engrandecen el deporte con este tipo de actuaciones. Además, tiene todavía más mérito que esto lo haya logrado en la tierra de París, territorio histórico de Nadal, y muy alejado de Australia o Wimbledon, sus feudos favoritos. Ahora ya es el gran favorito para la hierba del All England Club en el que intentará el reto de conseguir tres de tres en torneos grandes antes de descansar y pensar en los Juegos Olímpicos y el US Open.
De momento, tiene tiempo de saborear lo que ha logrado estos días sobre la arcilla de Roland Garros y de celebrar un triunfo que ha sido histórico en una final que ha tenido el regusto de un duelo entre leyendas, a pesar de que para Tsitsipas fuera su primera lucha por un grande. El griego está destinado a dominar el tenis mundial como principal talento de la Next Gen.
Anécdotas en la final
Entre puntos espectaculares y momentos vibrantes, esta final también ha dejado dos grandes anécdotas. La primera de ellas tuvo lugar nada más consumarse el triunfo del serbio. Djokovic se acercó a la grada ante los gritos alocados de un fan incondicional. Era un chico que admiraba a 'Nole' con absoluta pasión. El serbio, lleno de felicidad, no dudó en regalarle su raqueta y alegrarle la vida.
La celebración del niño con su obsequio se hizo viral en segundos ya que se puso a saltar y a gritar como loco con su preciado souvenir. Una raqueta del número 1 del mundo y justo con la que acaba de ganar su 19º grande para ponerse a solo uno de igualar a Rafa Nadal y a Roger Federer en la cúspide del tenis.
La segunda anécdota no fue tan divertida para Djokovic y llegó tras el alzamiento del trofeo. Una vez ya en frío, y después de haber tenido el título tan cerca, Tsitsipas le dejó un recado al tenista serbio sacando a la luz un detalle que no le gusta del campeón balcánico y del que, según Stefanos, todos se quejan.
Así comenzó Tsitsipas su polémica valoración: "No creo que me haya relajado, que haya cambiado mi juego, he mantenido el mismo ritmo, lo que me estaba funcionando, pero no sé. Se ha ido de la pista tras perder el segundo set, no sé qué ha pasado allí, pero de repente ha vuelto y parecía otro jugador. No sé, no tengo ni idea. Ha jugado muy bien, no me ha dejado ningún hueco". Unas palabras que sin duda no gustarán a un Djokovic que no es la primera vez que recibe este tipo de críticas.
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