Rafa Nadal se llevó la victoria en la gran final del Trofeo Conde de Godó celebrado en Barcelona y en la pista que lleva su nombre. Después de haberlo ganado en once ocasiones, doce con la de este domingo, bien merecido es ese homenaje de uno de los estadios deportivos donde mayores exhibiciones ha dado en todo el mundo.
La última ha tenido lugar esta tarde frente a Stefanos Tsitsipas en un partido agónico de más de tres horas y media en el que el balear se llevó el gato al agua en tres sets. 6-4, 6-7 y 7-5 fue el resultado final de una batalla sin cuartel con un altísimo nivel de tenis y que sirvió para Rafa recuperara el cetro mundial de la tierra batida tras su victoria el año pasado en Roland Garros.
El balear disputó un muy buen partido, sobre todo con su derecha con la que fue capaz de imponerse al revés de Tsitsipas en muchos momentos del partido. El griego se ha confirmado en este 2021 como el tenista más en forma del circuito y como uno de los claros candidatos a dominar la temporada de tierra batida.
Nadal, que fue capaz de responder en todas las roturas de servicio que tuvo el griego, terminó cuajando un partido sensacional, repleto de valor y de épica. Pocas veces se le ha visto tan contento a la hora de celebrar un título que no es un Grand Slam y ni siquiera un Master 1000. Sin embargo, la batalla merece entrar en las mejores de su carrera deportiva.
El análisis de Rafa
Tras el partido, Nadal se mostró visiblemente emocionado después de un año que ha sido muy difícil para todos por los efectos de la pandemia, pero en especial para el tenis: "Con el año que llevamos esto signfica mucho, jugar con algo de público, agradezco mucho esto, el apoyo". Además, el tenista de Manacor valoró también su ímpetu y su profesionalidad para estar de nuevo en una final después de tantos años en la élite: "Es un placer estar otra vez en Barcelona casi con 35 años. 10 años antes no podía pensar esto".
El español tuvo tiempo para destacar el gran partido de su adversario y el enorme nivel que ha mostrado durante todo el torneo y durante toda la temporada de tierra batida que ya ha consumido dos grandes torneos: "Tsitsipas es un rival increíble, viene de ganar en Montecarlo, de ser el mejor tenista del año, le doy mucho valor a esto".
Por último, Nadal intentó explicar cómo se había vivido un partido tan duro tanto en el aspecto físico como en el mental, ya que fue una montaña rusa con puntos claves que cayeron para un lado y para el otro: "No queda otra en el tenis que seguir luchando. La experiencia te dice que es difícil llegar hasta aquí. En el segundo set he tenido muchas opciones de ganarlo, pero esto viene así. Hay que aceptar los errores y seguir mejorando, esperar en lo que está por venir. Es mi manera de pensar".
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