La relación entre deporte y redes sociales es cada vez más fuerte. La línea que separa uno y otro mundo es cada vez más fina y muchas veces se traspasa sin que los protagonistas se lleguen a dar cuenta cuando todavía están a tiempo de pararlo. Eso es seguramente lo que está pensando la gimnasta estadounidense Olivia Dunne, quien se ha visto involucrada en una peligrosa corriente que está causando estragos en el deporte universitario.
Olivia, más conocida como 'Livvy', es famosa por su destreza en sus ejercicios de gimnasia, pero también por su capacidad para acumular seguidores en sus diferentes cuentas de redes sociales. La atleta de Nueva Jersey ha conseguido formar una legión de fans más fieles que los hinchas de un equipo de fútbol o que los votantes de un partido político. La idolatran y la siguen de una manera tan fervorosa que están haciendo de su vida un auténtico caos.
Tanto es así que la propia Olivia les ha suplicado que moderen sus comportamientos y que relajen su devoción hacia su figura, la cual ha provocado un lamentable suceso en una de sus últimas competiciones. Cientos de fans acudieron a un evento en el que ella ni siquiera participó por una lesión en el hombro y colapsaron los accesos a las instalaciones deportivas e incluso increparon a las rivales de su equipo, algo que la propia 'Livvy' se vio obligada a criticar.
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Dunne se ha convertido en una estrella en TikTok e Instagram donde cuenta con más de 8 millones de seguidores. Esta popularidad le ha llevado a recibir el apoyo de multitud de marcas para convertirla en su imagen a pesar de que todavía es una deportista que no ha salido de la universidad. Ya se calcula que gana millones de dólares al año y sus fotos, en ocasiones criticadas por sus llamativos atuendos o su poca ropa, han generado también un cisma dentro del deporte femenino ya que hay voces autorizadas en Estados Unidos que tildan sus comportamientos de ofensivos para la lucha de las mujeres.
El peligro de las redes
Olivia Dunne se ha convertido en toda una estrella en redes sociales, especialmente en TikTok, donde cuenta con más de seis millones de seguidores. Su éxito se extiende también a Instagram donde prolonga su tirón con otros dos millones de fans. Esto está provocando que su legión de adeptos traspase la pantalla y hagan su aparición en la vida real hasta provocar importantes estragos en su día a día.
Sus ejercicios y competiciones de gimnasia son cada vez más seguidos en los recintos en los que se disputan. Sin embargo, el desastre se produjo hace unos días durante una aparición de su equipo universitario, las LSU, quienes se medían a la formación procedente del centro de estudios de grado de Utah.
Los seguidores de Olivia, con el objetivo de verla en acción, se citaron a través de las redes sociales y miles de aficionados de la popular gimnasta acudieron a esta competición, desbordando la situación, ya que ni el recinto ni la seguridad estaban preparados para dar cabida a tal cantidad de gente.
Las legiones de fans se situaron en las gradas y en las afueras de las instalaciones, corearon su nombre, vitorearon a su equipo y cargaron duramente contra las rivales de 'Livvy'. Sin embargo, lo realmente grave de la situación llegó cuando sus seguidores supieron que Olivia no estaba en dicha competencia debido a una lesión de hombro. La decepción por no haber conseguido ver a su ídolo provocó que estos comenzaran a increpar al resto de participantes y que incluso esperaran a la salida a los deportistas, en especial del equipo LSU, para intentar buscar confrontación.
La policía tuvo que intervenir para poner orden y evitar que la situación pasara a mayores. Incluso fue necesario crear un equipo de escoltas que les acompañara hasta el hotel en el que se concentraban para evitar que la locura de los seguidores de Olivia no provocara algún altercado de verdadera gravedad.
Este preocupante suceso en el inicio de la temporada de las competiciones de gimnasia universitaria ha provocado que LSU haya tomado la determinación de contratar a un equipo de seguridad que les acompañe durante sus viajes y durante sus apariciones. Así lo ha confirmado el entrenador del equipo, Jay Clark, quien ha asegurado que Olivia tendrá una vigilancia especial, ya que hay miedo a que la aglomeración de fans que la siguen pueda llegar a provocar una desgracia.
Así pues, su función será estar fuera tanto de los recintos deportivos como de los hoteles de concentración e incluso hacerse cargo del autobús que traslada a la plantilla para evitar también posibles asaltos en carretera. Los millones de personas que viven pendientes de las fotos y de los vídeos de 'Livvy' han provocado un auténtico caos a su alrededor. Admiten que existe un problema de seguridad y que tienen que trabajar duro para solucionarlo.
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El fenómeno Olivia Dunne
Olivia Dunne es consciente de todo lo que se está generando a su alrededor. Sin embargo, la fiebre total que se vivió con su 'no aparición' en esa competición contra la Universidad de Utah ha provocado que ella misma decida tomar cartas en el asunto. Por ello, ha roto su silencio y ha pedido a sus fans que intenten mantener la calma.
"Siempre apreciaré y me encantará vuestro apoyo, pero si venís a un encuentro os pido que respetéis a las otras gimnastas y a la comunidad gimnástica, ya que sólo estamos haciendo nuestro trabajo". Lo que parecía ser un simple icono más de las redes sociales se ha terminado convirtiendo en un problema incontrolable.
Sin embargo, 'Livvy' está teniendo más problemas con su éxito en redes sociales además de lo provocado por su legión de fans. La gimnasta se ha convertido en una de las primeras atletas de la historia que consigue tener ganancias económicas cuantiosas a pesar de estar todavía la universidad. Aunque ella no ha revelado en su totalidad lo que percibe cada curso, se estima que sus ingresos podrían superar incluso los dos millones de dólares.
Lo que podría considerarse como un éxito rotundo, ha abierto un gran debate sobre si contribuye a promocionar el deporte universitario y, por lo tanto, la imagen de otros deportistas que se encuentran en su mismo nivel, o si supone una mancha en el expediente debido a las acusaciones que está recibiendo la gimnasta. Y es que algunas leyendas del deporte americano aseguran que su éxito se debe a su faceta como modelo en redes sociales y no a su calidad como deportista.
De hecho, muchos de los ataques que está recibiendo hacen referencia también a que el hecho de que su fama se haya construido a base de fotos en poca ropa y con atuendos llamativos provoca un paso atrás en la lucha incansable de las mujeres por hacerse un hueco en el deporte y por conseguir la igualdad total.
La legendaria entrenadora de baloncesto Tara VanDerveer ha criticado el creciente éxito de Olivia, quien ha sido una de las primeras deportistas en firmar un contrato por derechos de imagen, los llamados NIL, estando aún en la universidad. "Supongo que a veces tenemos este péndulo oscilante en el que quizás damos dos pasos adelante y luego damos un paso atrás". Así de dura se mostraba en declaraciones recogidas por The New York Times.
La técnica de Stanford, incluida en el Salón de la Fama del Baloncesto de Estados Unidos, atacó duramente la conducta puesta en marcha por 'Livvy': "Estamos luchando por todas las oportunidades de competir, de jugar, de disponer de recursos, de instalaciones, de entrenadores y de todo lo que conlleva el atletismo de calibre olímpico y esto es un paso atrás".
Por su parte, la gimnasta de Nueva Jersey se ha mostrado muy orgullosa de sus progresos tanto dentro como fuera de la competición y aseguró que su contrato era de "siete cifras". Después de haber conseguido ser All-American, un importante reconocimiento dentro del deporte universitario, en su primer año, consiguió entrar en el cuadro de honor de la Conferencia del Sureste como alumna en su segundo curso.
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Ahora, tras hacer historia al firmar uno de los contratos NIL (acuerdos de nombre, imagen y semejanza) más importante de la historia, saca pecho sobre su figura: "Es algo de lo que me siento orgullosa. Sobre todo porque soy una mujer en el deporte universitario. No hay ligas profesionales para la mayoría de los deportes femeninos después de la universidad".
Olivia pudo firmar esta importante vinculación gracias a un cambio de normativa que se produjo en 2021 y que pasó a permitir este tipo de uniones entre marcas y atletas universitarias. En su caso ya trabaja de manera regular con compañías tan conocidas al otro lado del Atlántico como Vuori, American Eagle o Planet Fuel.
El crecimiento de las redes sociales ha llevado a reformar incluso las leyes del deporte y Dunne sigue defendiendo que fenómenos como el suyo impulsan tanto las disciplinas universitarias como el papel de la mujer, aunque a veces se puedan provocar situaciones tan desagradables como las protagonizadas por su incontrolable legión de aficionados.