Tiene solo 21 años, es el benjamín del grupo, pero ha llegado para quedarse. Dani Fernández (Barcelona, 2001) no solo ha debutado en Cracovia en un Mundial de balonmano, sino también es su primer gran campeonato con los 'Hispanos'. Su cara de niño oculta un veloz extremo y un gran finalizador.
El seleccionador Jordi Ribera no le dio minutos en el primer partido contra Montenegro, pero sí en el segundo contra Chile. Dani, con el '70' a la espalda, se salió. Sus cinco goles en siete lanzamientos (71% de eficacia) le valieron para ser nombrado mejor del partido. Cañellas le sujetaba el cartelón de MVP, mientras él sonreía tímidamente.
En una charla con EL ESPAÑOL, Dani Fernández se muestra como alguien madura. Se podía presuponer por la decisión que tomó en verano de irse a jugar a la Bundesliga alemana (TVB Stuttgart), a pesar de su juventud. No deja tampoco que los halagos le hagan perder el foco de sus objetivos.
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Además, el hecho de profesionalizarse en el balonmano no le ha llevado a dejar sus estudios. Está en la carrera de fisioterapia. Le gusta, reconoce. Tiene los pies tan en el suelo que dice que es el Mundial lo que le quita tiempo de preparar sus exámenes y no al revés. "Es súper importante poder compaginar ambas cosas", añade.
Así es la estrella del futuro del balonmano español, un extremo izquierdo que aprende de un histórico con el que comparte apellido: Ángel Fernández. Dani, que ante Irán volvió a jugar y anotar dos tantos, está listo para seguir sumando en la búsqueda de las medallas. Ese es el objetivo de los 'Hispanos', porque ya lo dice él: "No somos ni los más fuertes ni los más altos, pero somos los que mejor jugamos a balonmano".
¿Cómo valoras esta primera ronda de la Selección en el Mundial?
Hay que valorarla como positiva por los tres partidos ganados. Hemos conseguido el pase con todos los puntos a la main round, que era el objetivo principal. Estábamos muy focalizados en el primer partido contra Montenegro y eso nos pasó un poco de factura en la manera de jugar contra Chile. En el partido de Irán volvimos a tomar esas buenas sensaciones que necesitábamos para afrontar lo que nos viene ahora.
Siendo tu primer Mundial, ¿con qué expectativas llegabas y qué valoración haces en lo individual tras estos primeros tres partidos?
No es fácil debutar en un Mundial. Hay un montón de inputs nuevos, para mí y para todos los que debutamos en esta gran competición. Yo tengo ese plus añadido de que soy muy joven y que, aparte de ser mi primer Mundial, es mi primer gran campeonato. Lo que puedo hacer ayudar al equipo, en lo que el seleccionador necesite. Cualquier oportunidad que se me dé, cualquier rol que pueda coger en cualquier partido, pues bienvenido será. Ya que estamos aquí y llegado a este punto con las opciones que tenemos, pues nosotros la intención que tenemos es ir a luchar al máximo.
En verano dejaste la Liga ASOBAL para jugar en Alemania. ¿Fue una decisión difícil para ti?
No en el sentido de la decisión en sí, sino por el planteamiento de vida que yo quería conmigo mismo. Fue un poco más enfocado a eso, no tanto a lo deportivo. Si realmente yo quería dedicarme a ser jugador profesional, debía dar el paso para poder tener unas condiciones tanto en lo económico como en lo que respecta al entorno del club.
La elección no fue fácil porque todos los cambios que son tan grandes conlleva muchas horas de pensarlo con la familia, contigo mismo. Pero creo que llegado a este punto y después de casi 6-7 meses, no me arrepiento para nada.
"Te puedo asegurar que ningún jugador español se va de la Liga ASOBAL por gusto"
Ha dejado de ser novedad que los talentos nacionales tengáis que salir fuera de España.
Sí, tristemente. Te puedo asegurar que ningún jugador español se va por gusto. No estamos en ningún sitio mejor que en España, pero es una pena que las condiciones deportivas y, sobre todo, las económicas están bastante lejos de las grandes ligas. Si queremos tener el día de mañana un futuro, echar la vista atrás y poder tener algo de lo que vivir, tenemos que salir a buscar mejores opciones. Ojalá en un futuro sea al revés y que nos podamos quedar todos en España que sería lo que a nosotros nos gustaría.
Hace relativamente poco aterrizaste en la Selección. ¿Por qué da la sensación de que llevaras mucho más tiempo integrado en el grupo?
Quizás no llevemos muchísimo tiempo los que nos integramos nuevos en el grupo, pero sí lo llevamos jugando lo mismo. Hay mucho mérito en que todas las inferiores de la Selección tengan un modelo muy claro y explicado para que de cara al futuro, cuando se pueda dar el paso a la Absoluta, nadie llegue aquí y no sepa a qué quiere jugar España.
Siendo el benjamín del grupo, ¿te dijeron algo los compañeros tras ser el mejor del partido contra Chile?
Lógicamente, se alegraron mucho todos. Pero es un reconocimiento que realmente no vale demasiado. Te impulsa para seguir día a día entrenando y haciendo las cosas como están saliendo ahora, pero ya te digo que son premios que se ganan puntualmente y ya está. El campeonato es muy largo y no podemos quedarnos con eso.
¿Quién suele darte más consejos dentro de ese vestuario repleto de históricos del balonmano español?
Todos hacen por integrar un montón y recibes consejos de prácticamente todo el mundo. Pero sí que es verdad que yo destacaría a Gedeón [Guardiola], que lo hace muy bien en la figura de capitán. Desde el primer momento que yo entré a la Selección, siempre estuvo pendiente de que no nos faltase nada a los nuevos y nos ayudaba con cualquier cosa que no entendiésemos. Y también está mi compañero de puesto, Ángel [Fernández], que me ayuda un montón en las cosas más especificas de la posición que no entienda o que me falte por aprender.
¿Cómo tratas de ocupar esos ratos muertos que hay en la concentración?
Pues ahora a la vuelta del Mundial tendré que hacer exámenes de la universidad. Compagino los estudios universitarios, estoy haciendo fisioterapia. Sí que es verdad que quiero estar aquí en el Mundial, que es algo único y súper especial para todos nosotros, pero también es algo que nos quita tiempo.
Que ojalá todos los problemas fuesen estos -risas-, pero sí que es verdad que es época de exámenes para los universitarios e intento aprovechar los tiempos libres que tengo para meterle horas al estudio. A la vuelta tendré que pasar página del Mundial y centrarme en los estudios durante los tres días que iré a Barcelona. Luego ya otra vez la mente puesta en la Bundesliga.
"A la vuelta tendré que pasar página del Mundial y centrarme en los estudios"
¿Cómo se lleva lo de compaginar los estudios durante un Mundial?
A mí me ayuda a no estar todo el día pensando en el balonmano y en el Mundial. Tengo los ratos muy marcados: cuando toca balonmano, cien por cien al balonmano y en los ratos libres poder tener la cabeza ocupada con otras cosas. Además, es una cosa que me gusta, que veo que esta que está hecha para mí. Llevo haciéndolo toda la vida y es súper importante poder compaginar ambas cosas. No me supone algo extra porque es algo a lo que estoy acostumbrado.
¿Lees lo que se dice de ti en las redes o en los medios?
Acabas leyendo cosas. Ya no solo tuyas, sino también del grupo. Todos están en las redes sociales y a todos, de una forma u otra, nos acaban llenando las noticias. Pero intentamos mantenernos bastante apartados de eso porque al final está ahí y cualquiera puede poner lo que quiera. Nuestro trabajo aquí es otro, tenemos un objetivo en mente y mantenernos un poco al margen de todo ese foco mediático nos ayuda a no olvidarlo.
Ahora toca la main round donde os enfrentáis a Francia, además de Polonia y Eslovenia ¿Hay que temer a la selección gala?
No, temerla no. Es una elección como cualquier otra. Tienen una muy buena selección, pero si tú les miras con demasiado respeto creo que sales perdiendo. También tenemos que ser conscientes del equipo que tenemos, de las oportunidades y las posibilidades que tenemos y que nosotros vamos a luchar estos tres partidos que vienen por delante.
Creo que más que el último partido de Francia, que ojalá no sea el capital porque querrá decir que habremos hecho las cosas muy bien en los dos primeros, estamos súper centrados primero en Polonia, que ya sabemos que va a ser muy jodido. Juegan en casa, vienen de hacer dos malos partidos y no va a ser para nada fácil. Y luego, en caso de ganar ahí, sí que sería un partido a vida o muerte con Eslovenia ya que una victoria nos podría dar el pase matemático a cuartos. La prioridad son estos dos primeros partidos y no focalizarnos en Francia.
Habréis tenido tiempo de ver algunas selecciones, de compartir impresiones entre vosotros. Si tuvieras que dar tus favoritas a las medallas, ¿cuáles serían?
Sobre el papel, porque luego ya sabes que esto es loquísimo y puede pasar cualquier cosa, creo que Dinamarca y Francia son nombre por nombre las selecciones más potentes. Luego siempre aparece por ahí España, que siempre peleamos. Un mal día de Dinamarca y Francia y medirte a una selección como España, Noruega, Holanda, Portugal o Hungría te puede dejar fuera de semifinales. Ir de favorito vale para poco y el que se ponga ese 'cartelón' que aprenda a gestionarlo porque será complicado.
"Quizá no seamos la gente más rápida, la más fuerte o la más alta, pero somos los que mejor jugamos a balonmano"
España lleva cuatro fases finales seguidas (entre JJOO, Mundial y Europeos) obteniendo medalla. ¿Qué tenéis los Hispanos para siempre estar ahí?
Que la gente nos ponga en las quinielas como semifinalistas en la gran mayoría de torneos es algo que nos hemos ganado a pulso nosotros y todos los que han estado antes. Es un legado que ha quedado internacionalmente, es un respeto que nos hemos ganado.
Una de las claves es que el grupo siempre está muy unido. Quizá no seamos la gente más rápida, la gente más fuerte, la gente más alta ni los que tiramos más fuerte, pero somos los que mejor jugamos a balonmano. Tácticamente somos una selección mucho más completa y somos capaces de complementar los desequilibrios frente a otras selecciones. Es lo que yo destacaría.