Así es la ultramaratón más extrema del mundo que tampoco puede frenar a un corredor de 77 años

La ambición del ser humano por superar sus propios límites no encuentra freno. Con ese propósito se citan los corredores de la Badwater 135, la prueba de larga distancia considerada como la más dura del mundo. El Valle de la Muerte, el desierto californiano que alberga temperaturas que superan los 50 grados y grandes colinas, es un destino ideal para crear un entorno infernal a los mejores maratonianos. En la edición de 2022, el español Iván Penalba consiguió ser segundo.

Pero, ¿qué tiene de único esta prueba? Los participantes se tienen que enfrentar a 278 kilómetros con temperaturas que se acercan y superan por la sensación térmica a los 50 grados. Durante ese recorrido afrontan un desnivel acumulado de más de 4.000 metros, lo que lleva a la extenuación a todos los ultramaratonianos. La dureza comienza en la cuenca Badwater y finaliza en el monte Whitney, los puntos geográficos más bajo y más alto de los Estados Unidos.

Eso sí, ni esto puede frenar a un ultramaratoniano de 77 años. Bob Becker lleva participando varios años y en la edición de 2022 cruzó la meta en última posición después de 48 horas y 17 minutos desde que sonase el pistoletazo de salida. Su objetivo era convertirse en el corredor de más edad que conseguía acabar la Badwater 135. No pudo conseguir el objetivo porque tenía el límite precisamente en las 48 horas. Entró en meta literalmente a gatas.

Las imágenes son tremendas. El equipo médico de la carrera se incorporó a su ritmo para los kilómetros finales porque el anciano mostraba signos de que apenas podía mantenerse en pie. Becker iba acompañado antes ya por un grupo de corredores que le ayudarían a conseguir su reto. El problema es que su físico dijo basta después de dos días seguidos corriendo. Bob tuvo que ponerse a caminar a cuatro patas para poder seguir.

Esta carrera lleva al límite el cuerpo humano ya que hay más factores que la distancia, la altitud y el calor. El termómetro se desploma por debajo de los 10 grados cuando cae el sol. Esto hace que la deshidratación sea el principal enemigo de los participantes, además de una de las causas principales del agotamiento, el agarrotamiento y los calambres. Además, la carrera no da avituallamiento, son los propios corredores los que se lo tienen que traer.

No hay ningún tipo de premio para el ganador, ni para el segundo o tercer clasificado. Simplemente reciben una medalla conmemorativa. Hay un español que la tiene en su poder con un prestigio especial. Iván Penalba acabó en segunda posición la edición de 2022. El ultrafondista que posee el actual récord de España de las 12 horas terminó la Badwater 135 en 24 horas, dos minutos y 57 segundos. Lo hizo casi una hora después que el ganador, el japonés Yoshihiko Ishikawa.

Este desafío comenzó como un simple reto de dos individuos que se propusieron completar la travesía desde Badwater al monte Whitney. No fue hasta 1987 cuando se convirtió en una carrera organizada de forma oficial. De los cinco corredores que tomaron la salida en esa edición se ha pasado a los 989 que la acabaron este 2022.

El secreto de Becker

No es una casualidad que a sus 77 años esté en esta forma física. El veterano corredor estadounidense tiene un método peculiar para ganar fuerza a la vez que entrena la carrera que se basa en recorrer largas distancias arrastrando un neumático: "Ahora estoy arrastrando una vez por semana y, a veces, dos veces. Y por lo general hago entre siete y nueve kilómetros. A veces me voy a correr siete kilómetros en la playa sin peso y por la tarde hago otros siete arrastrando la rueda".

Becker entrena en su Florida natal, un lugar donde explica que corre a "37 o 38 grados con mucha humedad". Bob intenta reducir el impacto del calor extremo de la Badwater a través de una alimentación adecuada: "Tomo grasas, proteínas y carbohidratos. Bebo media botella por hora y luego tomo otras 100 calorías más o menos con un gel".