La candidatura Barcelona-Pirineos 2030 para los Juegos Olímpicos de Invierno se ha convertido en un hervidero de posicionamientos. En los últimos días, la sociedad nacional ha asistido a las ansias nacionalistas del bando catalán intentando dejar en la estacada a los compañeros aragoneses. Esto ha provocado que Javier Lambán haya tenido que alzar la voz para pedir justicia y respeto por su tierra.
Sin embargo, si el presidente de Aragón sale a mostrar su discurso visiblemente enfadado, el catalán no puede ser menos. Por eso, minutos más tarde una comparecencia, ha llegado la otra, la de Pere Aragonès. El presidente de la Generalitat, en líneas generales, ha querido transmitir a España que no tiene previsto dar su brazo a torcer y que mantiene su férrea postura de someter a Cataluña a su yugo.
A pesar de que Aragonès ha partido con la intención de no dar más bola a la polémica, cuando ha llegado al callejón sin salida de la sinrazón no ha podido evitar cargar su fusil. El potencial de Cataluña sobre Aragón para él no es negociable y por ello les pertenece la supremcía de un proyecto que creen como suyo, pero que en realidad es del Gobierno central, del COE y del Pirineo. Y ahí deberían intertevenir los dos agentes comunitarios.
"No haré más grande una polémica que no debería haber existido", aseguraba Aragonès en una comparencencia ante los medios desde Castelló de Farfanya, en Lleida, donde se ha reunido con responsables municipales y ha visitado una escuela recién remodelada. El presidente del Govern ha vuelto a señalar a su homólogo para culparle de la situación de crispación reinante y para indicarle que este tipo de confrontaciones se resuelven "dialogando" y no dando un portazo. Esto en referencia a su renuncia de acudir a la reunión que tenían prevista para este viernes en Balaguer.
Pere Aragonès no cede
El socialista Lambán ha calificado de falta de respeto los términos en los que se iba a producir dicho encuentro. Aragonès, por su parte, considera que no están bien fundadas esas acusaciones, pero que no quiere "echar más leña al juego" confiando en que pueda haber un futuro entendimiento para el que tiende la mano. Eso sí, tendrá que ser bajo el liderazo de Cataluña en la candidatura olímpica.
Las quejas de Aragón no le parecen justificadas al presidente de la Generalitat que aboga por "sentarse a hablar" para llegar a puntos en "positivo". Aún así, tiene claro que no va a dar su brazo a torcer y que su postuera seguirá siendo la de defender "el potencial de Cataluña para acoger el máximo de disciplinas y pruebas".
"Si el presidente de Aragón cambia de opinión, seguiremos hablando pero seguiremos firmes en defender que tienen que ser sostenibles, contar con el territorio y basar en criterios técnicos dónde se ubican las pruebas". Con Aragón luchando contra esta marginalidad fruto de un deseo catalanista y con Cataluña haciendo la guerra por su cuenta, se antoja complicado que pueda haber un acuerdo cercano para poder empezar a trabajar en la creación de una candidatura que deberá estar resuelta antes de que concluya el mes de mayo.
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