Escándalo en el voleibol español. El Juzgado de Instrucción número 2 de Almería investiga por sendos delitos de abusos sexuales a dos jugadoras al histórico jugador de la selección Cosme Prenafeta. Tal y como adelanta La Voz de Almería, el auto indica que los presuntos hechos tuvieron lugar el pasado 28 de diciembre, cuando las dos víctimas y el resto del equipo acudieron a una comida a casa de su entrenador y este les pidió que se quedaran "un rato más".
Según este medio, las denunciantes aseguran que Prenafeta las siguió por la casa, las besó en la boca y en el cuello en varias ocasiones y llegó incluso a tocar las nalgas a una de ellas. Todo sin el consentimiento de las jóvenes, que veían en su entrenador "un segundo padre" al haberlas entrenado desde los 14 años. Sin embargo, Prenafeta subrayó en su declaración que "en ningún momento ellas le manifestaron su incomodidad" y que nunca tocó las nalgas ni el pecho a ninguna de ellas.
El entrenador admitió que bebieron alcohol aquella tarde de diciembre y que "decidieron jugar a un juego de preguntas en el que cada uno hacia una pregunta a los demás. Que básicamente todas las preguntas que hacían los tres eran de contenido sexual". Las jóvenes afirman que Prenafeta les propuso un juego de preguntas donde debían quitarse prendas por cada fallo y les insinuó la posibilidad de hacer un trío, según recoge la exploración realizada por la UFAM de la Policía Nacional el 9 de enero.
La magistrada María Belén López Moya asegura que "quedan acreditados indiciariamente" los hechos a través de "la declaración de las denunciantes, los informes forenses y, en algunos aspectos, de la declaración del investigado". Por ello, la juez considera que estos supuestos hechos pueden ser constitutivos de dos delitos de abuso sexual, ordenando que se continúe la causa como procedimiento abreviado.
Las denunciantes formaban parte de la plantilla de un equipo juvenil entrenado por el imputado, según consta en las diligencias de la Policía Nacional en Almería, y tenían 18 años en el momento de los hechos. Las versiones ofrecidas por los tres implicados sobre la secuencia posterior son coincidentes en algunos detalles, aunque difieren en un elemento clave para determinar las posibles responsabilidades penales: el consentimiento.
El informe
La Fiscalía detalla en su escrito de calificación que lo hizo con "ánimo de satisfacer sus deseos lúbricos" y que estos presuntos hechos se produjeron sin el consentimiento de ambas jugadoras. Así, la fiscal considera a Prenafeta autor de dos delitos de abusos sexuales, solicitando penas individuales de dos años de prisión por cada uno de ellos y la imposición de sendas órdenes de alejamiento de 200 metros respecto de las víctimas durante tres años.
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