El pádel profesional se fragmenta. Es la complicada situación que atraviesa un deporte que lleva años de crecimiento y de expansión constante, pero que en su élite está viviendo una completa guerra que ya ha provocado una gran deriva que amenaza con abrir brechas insalvables. Y ahí es donde quiere emerger la figura de Nasser Al-Khelaifi para convertirse en el nuevo dueño del deporte a nivel mundial.
El año 2022 se espera que sea el gran momento del cambio y es que el circuito internacional está muy cerca de dejar de ser lo que todos conocen. Así lo han provocado la nueva asociación de jugadores creada en los últimos meses e iniciativas tan importantes como la que están impulsando Al-Khelaifi y Catar.
La intención no es otra que aprovechar el momento de dudas que está dejando la pérdida de poder del World Padel Tour, nombre que ha recibido hasta ahora la gran asociación que regía este deporte en todo el planeta y que contaba con los jugadores más importantes del mundo. Era el bando fuerte de la batalla.
Ahora, el circuito profesional de primer nivel está a punto de cambiar de manos y algunos como Nasser Al-Khelaifi quieren lanzarse a la pelea para hacerse con el gran premio. Mientras el APT Tour, un circuito paralelo creado a través de la asociación de jugadores, busca su lugar en la historia, el integrante de la familia real de Catar ha mirado hacia su talonario para poner en marcha un proyecto exclusivo cargado de una tormenta de millones.
La creación del APT Tour
Hace tan solo unos meses, en octubre, el universo del pádel vivió un momento sin precedentes. Los jugadores decidieron plantarse y, mirando por su beneficio, decidieron crear la Professional Padel Association, una nueva organización con la que gestionar sus derechos y su participación en los torneos.
El gran objetivo de esta asociación es negociar los derechos de los jugadores y su futuro como colectivo. Esta nueva formación cuenta cada vez con apoyos más importantes. De momento, más de una veintena de los mejores jugadores del mundo ya se encuentra en la misma, dotando a la nueva entidad de voz, de peso y de fuerza en la toma de decisión. Además, está presidida por el mejor jugador del mundo, el español Alejandro Galán.
Lo que ahora mismo persigue la nueva asociación es tener mayor peso en la toma de decisiones que se llevan a cabo en el universo del pádel y las cuales estarán de actualidad en los próximos meses, ya que el World Padel Tour termina su contrato como 'propietario' del circuito profesional y, por ende, de los jugadores, en finales de 2023.
El sueño de Nasser
Mientras la Professional Padel Association juega sus cartas y el World Padel Tour saborea lo que parecen ser las últimas mieles de su éxito, Al-Khelaifi ya tiene en el horno el que promete ser su nuevo gran golpe en el mundo del deporte. Nasser es de sobra conocido por ser el presidente y cara visible de uno de los equipos más poderosos del mundo del fútbol, el PSG, el cual se encuentra en manos de la familia real de Catar.
Y detrás de este nuevo proyecto también se encuentra su rostro como imagen de toda la realeza catarí. El plan que tienen entre manos está sufragado por el QSI, el Qatar Sports Investments, el fondo que permitió la compra del PSG y todas las inversiones millonarias que se han hecho hasta ahora.
La figura de Al-Khelaifi como líder de todo esto responde a su cargo de presidente de la Federación de Tenis de Catar. Él mismo fue jugador profesional en su época y ahora no solo es un gran aficionado a la raqueta, sino también a la pala. Así pues, este ambicioso plan se terminó de cerrar durante la celebración de la pasada Copa del Mundo disputada en el mes de noviembre en la ciudad de Doha, en el Khalifa International Tennis and Squash Complex.
La intención de la Federación de Tenis de Catar es que este circuito se ponga en marcha cuanto antes, a ser posible en el 2022, y que se pruebe y se ruede durante la presente temporada y durante todo el 2023. Al término de ese año es cuando llegará, salvo sorpresa previa, el momento de la verdad, la hora de hacerse con todo el poder.
La espectacular organización de la pasada Copa del Mundo ya le demostró al mundo del pádel, y en especial a la Professional Padel Association, de lo que son capaces y de que gracias a su dinero, el universo de la pala se puede convertir en una de las disciplinas más potentes del mundo, al menos a nivel económico. Con ellos, crear el mejor circuito profesional de la historia es posible, lo que aleja definitivamente la resurrección del World Padel Tour.
El vacío de WPT
El gran drama que tiene ahora mismo el circuito profesional, además de la creación de la Professional Padel Association y de los planes de Nasser, es que el 31 de diciembre del 2023, en menos de dos años, se termina su contrato como propietario único del circuito y de los derechos de todos los jugadores. Hasta ahora ha tenido en exclusividad el desarrollo de los torneos más importantes del mundo y la participación de los mejores jugadores del planeta, pero ahora pierde ese privilegio.
Este contrato, nombrado como Contrato de Prestación de Servicios Profesionales, obliga a los 100 mejores jugadores del ránking mundial a participar en sus torneos salvo causa justificada. Entró en vigor el 1 de enero de 2019 y se prolongaba durante los siguientes cuatro años. La Normativa Técnica indica que los 20 mejores del planeta solo puede participar, fuera del circuito del World Tour, en los Campeonatos de España Absoluto y por Equipos, en el Europeo y el Mundial. No obstante, del puesto 21 hacia abajo sí pueden participar en torneos fuera del circuito siempre y cuando no entorpezcan su presencia en certámenes dentro de la temporada internacional de primer nivel.
Lo que está claro es que el terreno que han perdido no lo van a recuperar porque Al-Khelaifi y QSI movieron ficha rápidamente en Doha para convencer a la Professional Padel Association de que el futuro estaba a su lado. Por ello, la organización que cuenta ahora mismo con la gestión de los derechos de los mejores jugadores del mundo está por la labor de aceptar el nuevo circuito internacional patentado en Catar a golpe de petrodólares y que ofrece premios, al menos, superiores en 150.000 euros por torneo a los ofrecidos en la mejores propuestas elevadas por el WPT.
Las reuniones se sucedieron durante aquellos días en Doha y la asociación que preside Galán de momento da su visto bueno para arrancar esta nueva era del pádel mundial en la que todos quieren ser protagonistas directos. Uno de los principales problemas es que Catar no quiere esperar al 2024 para llevar a cabo su proyecto, lo quiere hacer ya, y para ello se necesitan algunos pasos.
El primero, y el más importante, es que la Federación Internacional de Pádel, presidida por Luigi Carraro, otorgue una excención oficial para que los jugadores que así lo deseen puedan acudir a las pruebas de ambos circuitos, tanto del World Padel Tour, quien posee los derechos en exclusividad hasta finales de diciembre de 2023, como del nuevo circuito creado por la Federación Catarí.
Llegan los torneos millonarios
Antes de estudiar la entrega de esa posible exención, Nasser Al-Khelaifi ya ha puesto su nuevo plan de conquista a golpe de billetera del pádel mundial en marcha, ya que tiene la intención de que todo esté en movimiento durante este 2022. Por eso, ha puesto a disposición de su plan una amplia oferta televisiva para retransmitir los partidos a través de Bein Media Group y Bein Sports, propiedad de QSI, y que ya posee los derechos de emisión de competiciones como la Ligue-1, La Liga, la Bundesliga, la Serie A, la Champions, la Copa Libertadores, la Premier League, la Copa América, la ATP, la NBA y hasta Fórmula 1 entre Europa y Oriente Medio.
Aunque faltan detalles todavía de cómo será este nuevo empujón al pádel, lo que está claro es que se celebrarán torneos muy exclusivos, con las mejores instalaciones y las mayores calidades y con premios económicos astronómicos. Una lluvia de millones para hacer del pádel una de sus posesiones más preciadas y que podría arrancar el próximo mes de marzo en Doha. Para ello, antes se debería crear un ránking particular para estos torneos y que estaría gestionado conjuntamente por QSI y por la Federación Internacional.
Además de ofrecer y crear las mejores instalaciones del mundo, se provocará un movimiento de dinero mayor gracias al reparto de premios mucho más consistentes que atraerán a los mejores jugadores hacia sus torneos y, por ende, estos ganarán en expectación y seguimiento. Tal y como informa MARCA, Nasser Al-Khelaifi y todo su equipo tienen intención de arrancar esta nueva aventura con una temporada de 10 torneos con el fin de que en 2024, cuando tengan el monopolio absoluto, puedan subir incluso a 30.
A pesar de que el 2022 y el 2023 sean años de formación y crecimiento para este nuevo proyecto, lo que parece todo un acontecimiento es que dentro de unas semanas pueda haber varios circuitos de primer nivel conviviendo dentro de un mismo calendario, lo que obligaría a una mayor organización de todas las partes y que sería la primera estación del viaje que hará el pádel mundial hacia el futuro.
[Más información: Juan Lebrón devuelve a España a la cima del pádel: de ser perseguido por las críticas a hacer historia]
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