Óscar de la Hoya se está convirtiendo en uno de los grandes protagonistas de la actualidad deportiva en los últimos días, pero no por noticias especialmente positivas. El boxeador, que hace unas horas anunciaba haber sufrido abusos sexuales en su niñez, ha anunciado que ha dado positivo por Covid-19 y que ha tenido que ser ingresado en un hospital para ser tratado.
El anuncio lo ha hecho propio Óscar que ha querido lanzar un mensaje de precaución y de seguridad ya que, como él mismo indica, nadie está a salvo de este tipo de problemas. El púgil estaba vacunado contra el coronavirus y aún así dio positivo y ahora está pasando por algunos apuros.
De la Hoya tuvo que acudir al centro médico donde se encuentra interno tras sentir una serie de irregularidades que, además, hacían incompatible que pudiera seguir entrenando para su regreso al ring, el cual se iba a producir a comienzos de este mes de septiembre. Ahora todo ha quedado aplazado.
La pelea contra el brasileño Victor Belfort, profesional de las artes marciales mixtas, estaba marcada para este próximo 11 de septiembre, pero naturalmente, De la Hoya no se encuentra en condiciones, ya que primero tiene que recuperarse y hacer cuarentena para darle la vuelta a una situación que ha preocupado enormemente a todos sus fans.
El boxeador lleva sin subirse a un cuadrilátero de manera profesional desde el año 2008, cuando disputó su último combate frente a Manny Pacquiao. Sin embargo, siempre ha sentido que necesitaba una pelea más para cerrar ese capítulo de su vida y finalmente había encontrado la ocasión y el momento de hacerlo contra el brasileño Belfort.
El mensaje del boxeador
El propio Óscar publicó un vídeo y un mensaje a través de sus redes sociales donde se le puede ver en la cama de un hospital con un aspecto bastante desmejorado, prueba de que la Covid-19 está castigando al púgil. En su anuncio asegura que no puede respirar con comodidad y que por ello está siendo sometido a diferentes chequeos médicos.
"A pesar de estar completamente vacunado, contraje covid y no voy a poder pelear el próximo fin de semana. Prepararme para este regreso ha sido todo para mí durante los últimos meses y quiero agradecer a todos por su tremendo apoyo. Actualmente estoy en el hospital recibiendo tratamiento y estoy seguro de que volveré al ring antes de que termine el año. Dios bendiga a todos y cuídense: Me siento mal, mal, no puedo respirar bien".
Tras la importante baja de Óscar de la Hoya para ese evento, se ha tenido que buscar un sustituto, cargo que ha recaído en otra leyenda del boxeo como Holyfield, quien también hará su regreso a un cuadrilátero después de muchos años alejado de la competición. En su caso desde 2011.
Aunque el combate entre De la Hoya y Belfort estaba programado para disputarse en el Staples Center de Los Ángeles, la nueva idea es que la pelea entre Holyfield y Belfort se dispute en el Hard Rock Live de Florida, dado que la Comisión Atlética del Estado de California se negó a sancionar ese combate. Una nueva mala noticia para De la Hoya que hace unos días, en un encuentro con la prensa previo a su regreso, confesaba haber padecido abusos sexuales cuando tenía solo 13 años.
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