Óscar de la Hoya regresa al mundo del boxeo tras más de 13 años alejado de la competición. Lo hace para cerrar un capítulo de su vida ahora que ha encontrado fuerzas, las cuales ha utilizado para hacer confesionaes realmente importantes sobre su trayectoria. La más dura, sin duda alguna, llega desde su niñez: "Fui violado a los 13 años por una mujer, una mujer mayor".
El boxeador, excampeón mundial y que ha llegado a poseer hasta once títulos internacionales de seis categorías diferentes, se ha propuesto regresar al ring para poder sellar una parte de su vida que consideraba todavía abierta. Ahora se siente con la fuerza necesaria de afrontar este reto, el cual ya tiene fecha y lugar.
Será el próximo 11 de septiembre en el Staples Center de Los Ángeles contra el luchador brasileño de artes marciales mixtas Vitor Belfort. Allí intentará poner fin a una carrera de éxitos y luces, pero también de muchas sombras. Unos momentos oscuros que sin duda tienen la gran influencia marcada de las penurias que ha tenido que atravesar el púgil durante tantos años de sacrificio y, en ocasiones, de silencio.
A sus 48 años, Óscar de la Hoya regresa a un ring de boxeo después de estar más de una década fuera de la competición, desde el año 2008, cuando anunció su retirada después de medirse en Las Vegas a Manny Pacquiao en una velada histórica. Por aquel entonces no quería retirarse, pero casi se vio obligado a hacerlo. Por ello ahora quiere quitarse esa espina que ha tenido tanto tiempo clavada, "para cerrar un capítulo".
De la Hoya ha participado en un encuentro con periodistas en su oficina de Golden Boy Building en Los Ángeles donde ha estado presente EFE y que ha recogido algunas las declaraciones más impactantes del púgil a pocos días de afrontar ese gran reto que es casi un sueño para él. Ilusión de alguien que lo ha ganado todo y que ha sufrido por encima de sus éxitos.
Las confesiones de Óscar
"Dejé mis emociones hablar. Estaba derrotado, agotado y mi mente dijo 'ya retírate'. Mi físico decidió por mí. Me tomó todos estos años para tener el coraje, la fuerza de decir 'sabes que, voy a regresar y cerrar este capítulo en mi vida y cerrarlo y vivir en paz'. Por eso estamos aquí, porque quiero demostrarle a mi mismo que puedo hacer esto". Así explica el luchador cómo ha tomado la decisión de este regreso fugaz.
De la Hoya reconoce que no lo ha pasado bien, pero que ahora eso ha cambiado en su cabeza: "Tengo paz conmigo mismo, eso es lo que me ha dado fuera para seguir. La vida ha sido dura". Y tanto que lo ha sido como él mismo ha confesado, desgranando algunos de los trances más complicados que ha tenido que superar.
"Fui violado a los 13 años por una mujer, una mujer mayor. Con 13 perdí la virginidad por ser violado, básicamente. Tenía 13 años y estaba en Hawai en un torneo, ella era una mujer mayor, como de 35 años". Así lo asegura el boxeador en unas declaraciones recogidas por el medio Los Angeles Times, presente en ese encuentro en el que el púgil se ha sincerado.
"Suprimí todo, reprimes todo y vives esta vida del Golden Boy, pero luego ves que eso está ahí todavía. Nunca lo pensé, nunca procesé cómo estaban mis sentimientos reaccionando o procesando hasta que un día sale y cómo lidias con eso... bebiendo, ahogándote en el alcohol, tratando de olvidar o estás tratando de conectarte. Fue muy traumático". De la Hoya guarda mucho dolor en su interior y espera sacarlo todo en ese combate que significará su adiós y cerrar la puerta a todos los fantasmas de su pasado para poder avanzar.
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